Poniendo al descubierto las conexiones de Rómulo Betancourt con la CIA

Betancourt, Rómulo: Fundador de Acción Democrática, AD, la mayor maquinaria partidista productora de lacayos de América Latina junto con el PRI (mejicano) y el APRA peruano. Admiraba a todo lo gringo, y sus verdaderos ductores morales y humanos fueron Teddy Roosevelt -y el del restallar fusta contra las “despreciables criaturas latinoamericanas”-, Teodoro Roosevelt, Harry Truman, Richard Nixon, Ike Eisenhower y John F. Kennedy. Íntimo de Frank Corrigan el embajador de Estados Unidos en Venezuela en el momento en que derrocan a Medina Angarita. El 30 de octubre, el Secretario de Estado estadounidense le solicitó a Corrigan que le agradeciera al presidente de la Junta las garantías dadas a las compañías petroleras. El mismoCorrigan se apresura a responder al siguiente día: «Innecesarias. Mis relaciones con Betancourt, así como las del personal, van de amistosas a íntimas». Íntimo (1945) del presidente de la Creole, Mr. Arthur T. Proudfit, quien se encuentra después del golpe a Medina muy satisfecho con la lección que le han dado a quien con dignidad expulsó del país al anterior presidente de la Creole, Mister Linam. Proudfit declara después del golpe al presidente Medina por parte de Rómulo Betancourt que ha discutido lineamientos políticos con este supremo líder de AD y que la Standard Oil, no pudo haber encontrado en todo su vasto imperio un hombre mejor calificado que este dirigente para con esta empresa, para manejar adecuadamente el asunto del tema petrolero.

Pues bien, serán los abogados de la Creole (en 1948), quienes redacten las leyes relativas a impuestos y regalías normales. Ya para 1946, Corrigan reporta que Betancourt acostumbra pedirle consejos a Allan Dawson, consejero político de la embajada norteamericana, cada semana o cada diez días para discutir asuntos de interés mutuo[1]. En Cuba, en 1959, junto con Frances Grant, organiza el encuentro denominado Conferencia Pro Democracia y Libertad, CPDL, una nueva estrategia para vencer el peligro rojo en el continente. Frances Grant, era la más experta agente de la CIA para Latinoamérica, quien cofundó, junto con el propio Betancourt, la Asociación Interamericana para la Democracia y la Libertad (IADF, por sus siglas en inglés); igualmente Betancourt se hizo íntimo amigo de Serafino Romualdi, de la Federación Americana del Trabajo, la famosa AFL (American Federation of Labour). Serafino requeriría todo un capítulo aparte; trabajó en Europa para la oficina que fue la célula madre de la CIA, la OSS (Office of Strategic Services) y estaba en permanente contacto con el tenebroso Allen Dulles. A través de Romualdi, Betancourt se comunicaba con Allen Dulles, quien manejaba para 1950 los fondos de la CIA. También era amigo Betancourt de otros connotados miembros de la Agencia como Henry Cabot Lodge - accionista de la United Fruit Company -, Norman Thomas -presidente del Comité Americano por la Libertad Cultural, muy bien conectado también con el Congreso por la Libertad Cultural- José Figueres y Luis Muñoz Marín. En la CPDL de 1950, también estuvieron presesntes invitados por Betancourt y la Frances Grant: Nelson Rockefeller, Roger Baldwin, Walter White, James Loeb, Richard Nixon y Arthur Schlesinger. Por Latinoamérica, además de Rómulo Betancourt y Raúl Leoni, se presentaron Eduardo Frei, Juan Bosch, Germán Arciniegas, José Figueres, Víctor Raúl Haya de la Torre, entre otros. Según Schlesinger, aunque «aún no se les había borrado de su memoria la imagen del imperialismo yanqui, todos ellos se echaban en brazos de los Estados Unidos». Trabajo igualmente Rómulo con otros agentes como Adlai Stevenson, Adolf Berle, Dean Rusk; Raúl Prebisch, de la Cepal y Milton Eisenhower, de la Universidad Johns Hopkins. También estrechas relaciones con el secretario de Estado de Harry Truman, Dean Acheson, abogado internacional que sabía de todo. Dean Acheson diseñó el Estado militarizado que surgió en 1949, con la CIA incluida. Este fue el abogado que se buscó Betancourt para lograr extraditar a Pérez Jiménez y a quien le pago varios millones de dólares por tan extraordinario servicio.

Betancourt, Rómulo: Odiaba el nacionalismo de Cipriano Castro y las posiciones anti-norteamericanas de poetas como José María Vargas Vila. Fue agente de la Standard Oil y le prestó extraordinarios servicios a la familia Rockefeller. Por órdenes del Departamento de Estado, derrocó al Presidente Isaías Medina Angarita. Asesinó a centenares de estudiantes, fue el promotor con su Doctrina Betancourt, del bloqueo a Cuba y su expulsión de la OEA.

El hombre con prosa de quincalla (según Arturo Uslar Pietri). Pero no era el hombre que algunos izquierdistas pretendieron hacer ver: un mariquita como también ha dicho Marcos Pérez Jiménez o los comunistas. No tuvo nada que ver en el campo de la resistencia contra Juan Vicente Gómez como sí lo hicieron un Emilio Arévalo Cedeño, Rufino Blanco Fombona, José Rafael Pocaterra, los hermanos Machado, Rafael Simón Urbina, Norberto Borges, Luis Álvarez Veitía, Luis Rafael Pimentel, Régulo Olivares, Fernando Márquez. Rufino Blanco Fombona en clara alusión a individuos como Jóvito, Caldera y Betancourt, declaró: “Estos pendejitos pretenden enseñarme lo que ya estoy harto de hacer desde 1900, en Venezuela y en el extranjero.” Y Emilio Arévalo Cedeño les espetó: “Ustedes evacuaban verde cuando yo me alcé casi solo contra Gómez”.

Betancourt, Rómulo: En 1958, Betancourt llega y se impone por sus desplantes porque el Departamento de Estado norteamericano lo había escogido como el sucesor de Pérez Jiménez: por eso va y carajea a todo el mundo. No admite oposición a sus ideas. Son chocantes sus órdenes vociferantes, con esa voz atiplada y chillona, una voz que contrasta fuertemente con la de Gonzalo Barrios que cuando solicita algo de sus amanuenses les dice con suavecidad: “- Oye esteniño.”

Inicia Betancourt su mandato metralla mano: dieciséis mil hogares allanados y saqueados. No hubo capital de Estado que no ofrendara su media docena de muertos a las glorias redentoras del mayor anticomunista del planeta. Ante aquellos asaltos, ante aquellas masacres y vandálicos atropellos, cuando la prensa tímida y juguetonamente inquiría a señor padre todopoderoso de AD, Gonzalo Barrios sobre tantos desmanes y éste contesta: “No tengo conocimiento”, “No he recibido información oficial”, “no he leído la prensa”, “todavía no he llegado a la casa, déjenme en paz”. Betancourt, Rómulo: Jamás tomaba una decisión en el terreno económico si ésta no iba fuertemente aprobada, avalada, por Gustavo Vollmer, Andrés Boulton, Oscar Machado Zuloaga, Rodolfo Rojas, Eugenio Mendoza Goiticoa, Andrés Germán Otero y Arturo Sosa. Este grupo empresarial fue hasta Washington a busca ayuda para combatir la guerrilla. Y si tomamos en cuenta que todos los grandes ricos del mundo de alguna manera han estado conectado con la CIA, en razón de que los intereses de todos los capitalistas en el fondo es uno solo (la CIA nació en 1947, y lo que existía era la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS), conformada básicamente por los banqueros hijos de P. J. Morgan, las familias Bilderberg, DuPont, Archbold (Standar Oil), Ryan (Equilable Life Insurance), Weil (de los almacenes Macy’s)[2]), nada tiene de raro que los magnates venezolanos tuvieran fuerte vinculación con esta agencia de inteligencia, y que de vez en cuando viajaran a EE UU para recibir órdenes del Departamento de Estado.

[1] Isaías Medina Angarita, Cuatro años de democracia, editorial Pensamiento Vivo C.A., Caracas, 1963, p. 304.

2 “La CIA y la guerra fría cultural”, Frances Stonor Sauder; Editorial Debate, Madrid, 2001.


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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