Quien fuera
vicepresidente de los Estados de Unidos con el gobierno de George Bush, Richard Bruce Cheney o mejor conocido como Dick Cheney
fue el autor esta frase: “para controlar a Venezuela es necesario
dominar militarmente a Colombia”, ¿interesante en estas circunstancias,
verdad? Resulta extraño, mas no sorprendente, la instalación de las
bases militares en Colombia, extraño pues se suponía que con los demócratas
en el poder, los Estados Unidos bajarían los niveles de acciones militares
como parte de su política exterior ya que esta es característica principalmente
de los republicanos, pero a la vez no resulta sorprendente pues este
gobierno se ha caracterizado por seguir la línea política de sus predecesores,
en tal sentido las bases militares las cuales el presidente de Colombia
Álvaro Uribe ha dado luz verde para instalar en su país con la excusa
continua de combatir a los grupos insurgentes es parte de esa extensión
de una política de control hegemónico de la región la cual ha ido
mermando en los últimos 10 años.
Con la última
reunión del UNASUR el presidente Uribe pretendía conseguir la aceptación
de algunos presidentes del hemisferio cosa que no logró, comenzó con
un discurso de preocupación lo cual es característica de él; exponiendo
los graves problemas que sufre el pueblo colombiano con el narcotráfico,
la guerrilla, y la pobreza explicó que la presencia de soldados norteamericanos
en territorio colombiano sólo tiene la finalidad de combatir el narcoterrorismo
cosa que no convenció a los presentes quienes mantuvieron su total
rechazo a esta política. Si bien esta es una decisión soberana por
el principio de autodeterminación de los pueblos, Venezuela como país
fronterizo con Colombia está en todo su derecho de sentirse amenazado
militarmente ya que las acciones que ha llevado a cabo Estados Unidos
basados en el “destino manifiesto” han sido de tomar militarmente
aquellos países que según ellos puedan representar una amenaza, así
como lo hicieron con Irak en cualquier momento se les puede ocurrir
con Venezuela, excusándose en que el gobierno representa una amenaza
para el hemisferio, sino lo pudieron hacer de forma oculta e indirecta
para el año 2002, esta puede significar una amenaza frontal y abierta
teniendo como verdadero fin desestabilizar y acabar con los gobiernos
progresistas en el hemisferio y proceder a tomar nuevamente el poder
la derecha radical neoliberal de libre mercado y privatización de los
medios de producción.
Estas bases
militares tienen un objetivo político y económico claramente dirigido
no solo a Colombia, lo cual valga decir que Estados Unidos los ha engañado
continuamente con la firma del tratado de libre comercio, sino también
con todo el territorio suramericano comenzando por Venezuela. Uribe
sigue pactando con quienes lo han utilizado económica y políticamente
sin recibir nada a cambio, en vez de dedicarse a la política nacional,
social principalmente en donde los problemas de narcotráfico generado
por las enormes desigualdades sociales que existen en ese país han
generado una brecha cada vez mas grande para que el pueblo colombiano
tenga mas igualdades sociales. Los ricos son los dueños del país mientras
que a los mas pobres se les dificulta la educación la salud y la participación
en lo público, en tal sentido la política en Colombia es solo para
aquellos que buscan pactar para generar corrupción con el narcotráfico
o para aquellos déspotas que no ven hacía las clases excluidas por
considerarlas diferentes a ellos. De esta forma a Uribe sólo
le falta declarar “Todo para el pueblo, pero nada con el pueblo”.