Los Tres Cochinitos les besan con fruición las botas a los que invaden pueblo e imponen dictaduras

Están eufóricos, creyendo que un permiso de la Casa Blanca podría llegar a convertir a Ledezma en el Micheletti de Venezuela. Sueñan con que lo de Honduras ya esté señalando “un camino para la libertad” en Venezuela. Van a mostrar con qué cuentan: con todos los medios de comunicación poderosos, con el Estado Zulia, con el Estado Miranda, con el Estado Táchira, con la Alcaldía Metropolitana, con el Estado Nueva Esparta, con casi todo el empresariado, con un pelotón de oficiales de las Fuerzas Armadas, con la Conferencia Episcopal Venezolana, con las federaciones de estudiantes de las universidades más importantes, con los intelectuales e investigadores de los más reconocidos internacionalmente y principalmente con enormes fuerzas paramilitares de Colombia. La paradita, pues se puede lanzar, pero eso sí, contando en lo inmediato con el apoyo del Comando Sur y con las bases militares del hermano presidente Uribe.

El Cochinito supremo de Antonio Ledezma que preside la delegación y alza los brazos como si ya lo hubiese nombrado como el sucesor aed eternam de Manuel Rosales en la convulsa corralera de la oposición. En cuanto pisó tierra en Washington CNN corrió a entrevistarle. Con una sonrisa de oreja a oreja en su típico lenguaje lechuguino, dijo: “Aquí no vinimos ni a tomarnos fotos, ni hacer declaraderas, ni a coger pantalla, ni a comer en finos restaurantes como hace Chávez ni mucho menos a hacer turismo.” Todo esto al tiempo que les mostraba la dientera a todas las cámaras.

Inisitía en chanco mayor: “Nosotros vamos a recordarle a las autoridades hemisféricas que tienen que hacer cumplir las medidas cautelares que dictó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y que el Gobierno no acata; el mismo Gobierno que ahora exige medidas similares a favor de Honduras. Tampoco vengo a hacer huelga de hambre porque ya la hice sacrificando mi salud, poniendo en riego mis órganos vitales, yo que ni siquiera fumo ni tomo bebidas espirituosas degradantes. Además me parece inconcebible y aberrante, que con el hambre que padecen millones de venezolanos vaya yo a agregar otro ser más.”

Pérez Vivas y Pablo Pérez le escoltaban como el héroe superior del momento. Estos instantes tienen que aprovecharlos al máximo. Después de un baño de flashes y una arremetida de micrófonos, exclamó el marrano sutil: “Vengo, eso sí, a denunciar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos la violación de derechos humanos y políticos en Venezuela.”

El Chancho supremo tenía su blacberry atestado de mensajes de sus compatriotas, unos críticos y otros apoyando ardientemente su cochina misión. Ramos Allup le había enviado unos setenta mensajes criticándole su poca visión de la situación política interna, y porque con sus poses y sus pantalleos estaba perjudicando la unidad en vísperas de las próximas elecciones para elegir a los nuevos diputados a la Asamblea Nacional. Ramos Allup aspira a encabezar las listas en el Distrito Federal, y ha venido encontrando serias objeciones por parte de Ledezma quien tiene que satisfacer a medio mundo sugerido por Ravell y el Matacuras. Setenta, nada menos, son los aspirantes en Caracas a encabezar estas listas.

Los Tres Cochinitos fueron recibidos de inmediato por el secretario ejecutivo de la CIDH, nada más y nada menos que el redomado cerdito Santiago Cantón, a quien expusieron la situación política y social del país. Ya eran, pues, cuatro los chanchos en pleno jaleo redentorista. No olvidemos que esta Cochinera Interamericana de Derechos Humanos rechazó un pedido de Venezuela de admitir que cometió un error en 2002 al reconocer implícitamente a los líderes del golpe de Estado en abril de ese año.

Este argentino de Santiago Cantón ha demostrado en todo momento una actitud totalmente parcializada en contra de las políticas económicas, sociales y culturales del Presidente Chávez.

Este argentino de Santiago Cantón fue el mismo que a las pocas de horas de darse el golpe del 11-A, envió una carta al entonces canciller del gobierno del nuevo presidente Pedro Carmona pidiéndole que informara en tres días sobre la situación de los derechos humanos y la situación de Chávez, a quien se negó a llamarle ex presidente o presidente.

Los Tres Cochinitos se reunirán hoy con el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y luego harán lo propio con parlamentarios republicanos y demócratas.

Pese a la actitud del argentino de mierda con su posición el 11-A, los Tres Cochinitos exigirán a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que emita un informe sobre los sucesos del 11 de abril de 2002 y los casos de las inhabilitaciones políticas que afectan a Leopoldo López y a Enrique Mendoza.

Los Tres Cochinitos informarán detalladamente sobre los constantes ataques a la libertad de expresión, la persecución de periodistas, el anunciado cierre de Globovisión, la intervención a las televisoras por suscripción y el acoso contra las emisoras de radio que pretende revocar más de 200 concesiones. Fue tajante el cochino mayor: “la gente tiene que escuchar por radio a los que les han hablando durante los últimos 30 años. No pueden venir otros a quienes nunca la gente ha escuchado. Eso sería horrible, criminal, violatorio de toda violación inviolable. Vamos también a enterar a Insulza sobre la supresión del derecho a votar, evidente en la suspensión de las elecciones de concejales y juntas parroquiales, programadas para finales de este año y la amenaza de alterar el calendario para evitar las elecciones parlamentarias, el año próximo…”

El cochino intermedio César Pérez Vivas afirmó que en el país hay un retroceso hacia la centralización, y acusó al Presidente de imponer, a través de nuevas leyes, la reforma constitucional en 2007, derrotada en referéndum popular en diciembre de ese año. Agregó que fueran sumando porque ésta es una clara muestra de violación de la Carta Magna y del derecho ciudadano de elegir".

Caundo los Tres Cochinitos salieron del despacho de Insulza, fueron inmediatamente recibidos por el presidente del Consejo Permanente de la OEA, Pedro Oyarce. Ahora, apurados, están muy deseosos de pasar a la Casa Blanca, donde serán atendidos por el consejero adjunto de seguridad nacional para América latina, Dan Restrepo. Qué de cochinadas, chanchos.


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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