Riesgos, retos y tareas

Riesgos: si McCain llega a la presidencia de EEUU, la ofensiva contra la revolución bolivariana y la boliviana, amén de la intensificación contra el bloqueo contra Cuba, habrán de intensificarse, como ya lo anunció el candidato republicano, cuyo pensamiento recalcitrantemente conservador hace ver a Bush como un niño de pecho. Aun una victoria de Obama no cambiaría radicalmente la situación hacia la región, aunque habría que manejarse con sumo tacto y de manera muy concreta ante sus propuestas y políticas. McCain profundizaría el plan Colombia –Patriota y haría un uso más agresivo del territorio, y el gobierno narcoterrorista de Uribe, utilizando el paramilitarismo como punta de lanza. Se seguiría una política de desestabilización dirigida principalmente contra los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, azuzando conflictos regionales con el falso argumento de la lucha antiterrorista o promocionando el secesionismo como en el caso boliviano.

Si a lo anterior se llegara a sumar una victoria de la oposición en gobernaciones o alcaldías importantes en las próximas elecciones de noviembre, éstas serían convertidas en bases de operaciones de la política imperial, creando un marco favorable para promover la desestabilización del gobierno y jugando a crear una situación favorable para una intervención del Gobierno de EEUU, el que combinaría diversos frentes: la campaña mediática a nivel internacional, la intervención mediante el paramilitarismo movilizado desde la frontera con Colombia, mostrándolo como un conflicto interno de nuestro país conjuntamente con la movilización insurreccional de la oposición y seguramente una intervención del tipo de la realizada por el gobierno de Uribe contra Ecuador. También se observa la movilización del imperio para tratar de torcer el rumbo de la constituyente en Ecuador.

Estos riesgos no son en absoluto fantasías.

Retos: son de la misma magnitud de los riesgos. Es absolutamente necesaria una gran jornada de discusión política alertando sobre esta situación. No pueden repetirse viejas experiencias en que el pueblo no ha captado los riesgos que nos acechan, entretenidos en las lógicas sublimes o perversas de las campañas electorales, o quedar atrapados solamente en las ofertas del "mercado electoral" o en las ofertas de reivindicaciones, (independientemente de su justeza) o finalmente perder de vista la situación global absortos en las disputas internas por cuotas de poder.

La tarea central es la discusión política y crear los mecanismos, la metodología y los procedimientos para la participación de todos y todas. El pueblo es el protagonista principal de esta y todas las luchas.

Es el debate abierto, la sistematización de las experiencias, la apertura hacia las críticas, la atención a las sugerencias y propuestas que surjan del seno del pueblo, esa es la clave para la victoria. La coyuntura política exige un gran esfuerzo unitario, una gran claridad política, un importante grado de organización y una gran firmeza en la estrategia a seguir.

Hay que evitar a toda costa desgastar las fuerzas en asuntos secundarios y centrarse en la tarea clave: ganar el máximo número de gobernaciones y alcaldías.

Pero ganarlas con una política que preste especial atención a las tareas de la construcción del socialismo en la coyuntura, que convierta cada espacio de la patria en una trinchera de lucha antiimperialista, que permita la incorporación masiva del pueblo a la construcción de su poder y en consecuencia a la toma de las decisiones fundamentales, y que a la vez, cree las condiciones para profundizar la lucha revolucionaria.


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Daniel Hernández


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