Contra todo pronóstico, ganó el más malo

Ante todo vale la pena comenzar este opúsculo con el final de un párrafo que escribí con motivo del tercer y último careo político entre Hillary Clinton y Donald Trump con motivo de sus aspiraciones presidenciales y las propuestas que elevarían a sus electores. “Serán los ciudadanos los que decidan el destino de su patria, al tomar una decisión que se ajuste a la realidad y donde el candidato que sea favorecido con la intención del voto cumpla con lo prometido en su campaña electoral” (https://www.aporrea.org/internacionales/a235828.html).

Así fue el cierre de este artículo, frases que fueron materializadas cuando el magnate Donald Trump se encumbro con una victoria remando contra la apreciación de los medios comunicaciones,  encuestadoras y analistas políticos que no divisaban un horizonte triunfal a su máximo anhelo directivo; debido al uso de un verbo encendido que secciono al país en dos mitades, dejando una profunda herida que solo el padre tiempo podrá emancipar.

Contrariamente a lo expresado anteriormente, Michel de Nôtre-Dame mejor conocido como Michel de Nostradamus en el siglo XVI predijo la victoria de Donald Trump en su centuria seis, cuarteta trece cuando afirma que “Un dudoso no llegara lejos del reino, la mayor parte querrá sostenerlo, un capitolio no querrá en absoluto que reine, su gran carga no podrá sostener”. ( http://www.profeciasyprofetas.com/?p=204). Cuando Nostradamus escribe acerca de “un dudoso”, permite deducir que contra todo pronóstico se alzaría con la máxima jefatura de una de las naciones más poderosas del mundo; además para afianzar su versión remata que “no llegara lejos del reino”, hace considerar que se alude a su lema de campaña: Hagamos a EE.UU. grande otra vez. El segundo cuarteto manifiesta que “la mayor parte querrá sostenerlo” en clara alusión al número de delegados que obtuvo como fruto de su gloria, fenómeno que le garantizaría su envestidura como mandatario el 20 de enero de 2017.

El tercer cuarteto se lee que “un capitolio no querrá en absoluto que reine”; se explica por sí sola, y no necesita justificación adicional. Finalmente en el último cuarteto afirma “su gran carga no podrá sostener” aquí hace entender que el congreso; aunque dominado por los republicanos estará atento a cualquier resolución que pueda afectar los intereses de la nación tales como la deportación de indocumentados, la salida de la OTAN, la construcción del muro con la frontera mexicana, la ruptura de los pactos comerciales, la derogación del Obamacare, la entrada de musulmanes a territorio norteamericano, la reducción de los impuestos entre otras acciones. En consecuencia; de seguir este arduo camino sus días como presidente del pueblo norteamericano pudieran están contados. Surge entonces la siguiente interrogante ¿Se dará esta coyuntura? Quizá sí, quizá no; sin embargo hasta el presente varias profecías de este médico y astrólogo francés de origen judío se han cumplido, son predicciones independientemente que se crean o no ellas.

En torno a este triunfo obtenido por Trump;  en el cine, en la televisión y en la música también se especuló la posibilidad que este millonario (sic) se convirtiera en presidente de la república; por ejemplo en la serie de dibujos animados los Simpson hace diez y seis años, se vaticinó la llegada de este burgués al cargo de regente; era un aviso, una alerta para el país debido a que se estaba perdiendo el don de la racionalidad, siendo este el último paso lógico antes de tocar fondo. (Dan Greaney, INFOBAE América). Resulta oportuno destacar, que Richard Nixon lo predijo en 1987 en una carta contentiva de dos escuetos párrafos. (http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-37931684).

Por otra parte, sobre la base de la continuidad gubernamental de un mismo partido político; Hillary Clinton  no las llevada todas las de ganar, dado que la lógica derivaba en un triunfo de los republicanos a causa de la tacita alternabilidad de los actores políticos en la administración de la cosa pública. Hasta el presente, el fenómeno de continuidad gubernamental de un solo partido en la historia de EE.UU. ha sucedido una sola vez, entre los años 1920 y 1932 marcando el final de la administración H. Hoover como derivación de la Gran Depresión o Crisis del 29.

En este sentido se comprende, que la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca estaba matizada por un abanico de predicciones y datos históricos que no fueron tomados en cuenta al momento de hacer pronósticos. Además, supo interpretar el sentir de un pueblo que clamaba por cambios y trasformaciones.

Era el reclamo de un pueblo que se sintió marginado por el gobierno demócrata de Obama; cuando se olvidó de los indignados, de todas esas movilizaciones de los sectores más populares en relación a la discriminación y a la presencia de un ambiente indolente que se vivía en el entorno de los Estados Unidos debido a la existencia de una sobreexplotación para aparentar vivir bien, sin ningún tipo de calidad de vida para los más desasistidos en la política de este país; al final Trump significó un voto castigo a esa desconexión con la mayoría de una política que ya no representaba  el contexto social y político de los ciudadanos estadounidense. (Nicmer Evans, Visor País).

Como complemento a esta postura, su mérito consistió en analizar la angustia del pueblo estadounidense cuando se quejaba de ser víctima de una economía mundializada y de la pérdida constante del poder adquisitivo de la clase media. En cuanto, a la paralización del ascensor social le dio una solución que los votantes aprobaron.

Además, avivo, la corriente racista existente desde la época de la esclavitud y la segregación. Fue también relevante, como la clase trabajadora blanca ahora convertida en minoría encontró a su salvador en este encantador de voluntades inocentes.

Ahora le queda la difícil tarea de cumplir las ofertas electorales ofrendadas al elector, las cuales según sus palabras pondría en juego el primer día de su gobierno, que de llevarse a efecto sería una hazaña sin precedentes digna de un superhombre debido a que las promesas de “los candidatos en EE.UU. deben cumplirse cuando llegan al poder, porque representan un cheque que los ciudadanos siempre reclaman”. (Luis Vicente León, 2016). Es decir, se deben de cumplir los compromisos que se hicieron a todo lo largo y ancho del vasto territorio norteamericano; postura que es vista como  síntoma de coherencia entre lo que se dice y se hace, entre lo que se promete y se cumple.

Por lo tanto, están muy equivocados aquellos analistas y actores políticos que este cuadragésimo quinto presidente de los Estados Unidos de Norteamérica no cumplirá con sus promesas electorales. Así pues, tratara por todos los mecanismos posibles de alcanzar dichos propósitos, de lo contrario pasara a engrosar la larga lista de charlatanes que abundan en el continente americano. Cabe considerar, por otra parte, que no será excusa poner en ejecútese lo prometido dado que en teoría tiene el apoyo de la mayoría del senado y de la cámara de representantes; son las dos cámaras del congreso de USA que pudieran ser cruciales al momento de proponer planes y proyectos sociales que respondan a su programa electoral.

En resumen, el pueblo estadounidense decidió cambiar de dirección en la conducción de la administración de la cosa pública; realidad  que no deja de ser una injusta idea debido a que significa el avance sin precedentes de una fuerza chauvinista, patriarcal y de ultraderecha que mediante una sesgada diatriba anti inmigratoria logro penetrar a las clases trabajadoras blancas. Como resultado de este evento, se comprende la declaración del ex presidente de Uruguay José “Pepe” Mújica cuando le pidieron su opinión acerca de esta designación y solo exclamo “Socorro, es una mala elección del pueblo norteamericano”. A título ilustrativo, el pueblo norteamericano eligió su presidente a través del sufragio en ejercicio del derecho que le consagra la constitución, decisión que se debe respetar aunque no se comparta; dado que esta una de las principales virtudes de las reglas democráticas. Reglas que permiten al pueblo cambiar de gobierno de manera pacífica y democrática cuando estos no cumplen con sus expectativas ni dan respuestas a sus reclamos en la solución de problemas que van en detrimento de las clases más débiles y menos pudientes.



“Al final somos una gran familia viviendo en una casa grande”
                                                                         Autor: Anónimo


luis.viejo57@gmail.com



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