En la pasada cumbre de los países no alineados se tocaron una serie de temas y reflexiones por parte de los representantes de los países participantes a este encuentro multilateral tan importante y significativo, sobre todo para nuestro país, el cual ve amenazada su paz y soberanía nacional por parte de la burguesía y la intervención en los asuntos internos por potencias extranjeras, además la importancia de que Venezuela recibiría de la mano del presidente de Irán, Hasan Rouhani la presidencia protempore para el período 2016-2019.
Vale la pena resaltar los discursos de los representantes asistentes a la cumbre sobre la importancia de cumplir con los principios fundamentales por el que nació el Movimiento de Países no Alineados. Estos principios se conocen como Los Diez Principios de Bandung:
1.- Respeto de los derechos humanos fundamentales y los objetivos y principios de la Carta de las Naciones Unidas.
2.- Respeto de la soberanía e integridad territorial de todas las naciones.
3.- Reconocimiento de la igualdad de todas las razas y la igualdad de todas las naciones, grandes y pequeñas.
4.- La abstención de intervenir o de interferir en los asuntos internos de otro país.
5.- El respeto del derecho a defenderse de cada nación, individual o colectivamente, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.
6.- La abstención del uso de pactos de defensa colectiva en servicio de los intereses particulares de cualquiera de las grandes potencias. La abstención de todo país de ejercer presiones sobre otros países.
7.- Abstenerse de realizar actos o amenazas de agresión, o de utilizar la fuerza en contra de la integridad territorial o independencia política de cualquier país.
8.- La solución pacífica de todos los conflictos internacionales, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.
9.- La promoción de los intereses mutuos y de la cooperación.
10.- El respeto de la justicia y de las obligaciones internacionales
En este sentido a Venezuela se le presenta un reto bien importante durante este periodo ya que estos principios están siendo violados sistemáticamente en nuestro país y en toda la región latinoamericana, el Caribe y el mundo.
Se debe desde ya crear mecanismos que permitan las sanciones a los países miembros que vulneren dichos principios e incumplan con sus obligaciones, como por ejemplo que el país haya concedido bases militares a una potencia extranjera, ni antes ni después de los conflictos de las grandes potencias (especificado en los Criterios de Membresía, y al cual se debería hacer una enmienda) ya que de no ser así se estaría dando una doble moral.
Practicar el principio de la solidaridad como valor esencial y fundamental que le permita a los países miembros ayudar y colaborar en tiempo de crisis y guerras a sus hermanos y defender o brindar cualquier clase de apoyo a la hora de resguardar su integridad y soberanía nacional, que coadyuven al desarrollo sustentable de los pueblos . La práctica de la solidaridad entre los países miembros debe ser un acto de compromiso moral que les permita ayudar en caso de riesgo extremo, como lo hemos evidenciado en los últimos años en Honduras, Ecuador, Argentina, Brasil, Paraguay, Palestina, Siria y hasta en la misma Venezuela etc.
Si la solidaridad no es un acto real y sincero seguiremos observando cómo potencias extranjeras siguen invadiendo y en nombre de la paz aniquilando pueblos enteros, este movimiento no puede seguir pregonando unos principios que no se llevan a cabo, que no se cumplen en el territorio, siendo simples espectadores de lo que países como E.E.U.U ejecutan en contra de los menos favorecidos. El movimiento debe convertirse en un organismo ejecutor de políticas a favor de la seguridad, soberanía e independencia total de los pueblos. De hecho así lo resaltaron y manifestaron los representantes de los diferentes países asistentes a la Cumbre, como una de las mayores preocupaciones.
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