(Abordando eso gris que parece la teoría)

Guerrilla con usos múltiples

En una nota digital se atribuye este juicio a Noam Chomsky:

"Hubo casos como, por ejemplo, el de Estados Unidos. Los revolucionarios americanos tenían un ejército, el de George Washington, pero Washington perdió todas las batallas. No podían ganarle a un ejército superior como el británico. La guerra, la Revolución americana se ganó básicamente gracias a las guerrillas. Tú sabes, ese tipo de gente que ahora llamamos "terroristas". George Washington odiaba estas guerrillas. Él quería un ejército disciplinado con sombreros rojos, tú sabes, peleando en la guerra como se supone que los caballeros deben pelear..."

 

Siempre lo que escribe Chomsky es un ejemplo de vida, ahora el problema lo tenemos nosotros si no sabemos medir su alcance y solo tomamos fragmentos que necesitan ser estudiados más a fondo.

En este caso el nacimiento y desarrollo de EE.UU. está lejos de los análisis que comúnmente se hacen y que por lo general funcionan con la acusación al "imperialismo".

En este análisis vamos a limitarnos a juicios muy preliminares. En el siglo 18 el capitalismo en las grandes metrópolis ya no se sostenía con las rapiñas coloniales y necesitaba escapar a los controles estatales –su propio Estado- y construir y desarrollar economías "nuevas".-

A estas tierras del norte llegaron emprendedores que buscaron crear un Estado a imagen y semejanza de sus países de origen, incluso dando pie a sus desarrollos estatales, basados en una organización nueva, libre de ataduras ancestrales.-

¿Qué nos dice esta cita?: que la metrópolis tenía un poder militar muy superior al que el nuevo Estado podía crear y entonces surge la guerrilla como instrumento de liberación.-

Hasta aquí el razonamiento simple cierra. ¿Ahora cual podría ser la verdad?

Ya los poderes económicos excedían claramente los límites nacionales como luego los estudiara con claridad Lenin en "el imperialismo fase superior del capitalismo", y esos poderes económicos fueron los que financiaron y estimularon la guerrilla con el objetivo de desahogar un proceso económico, con las crisis que el sistema iba conociendo cada vez en constante aumento y sin poder contenerse en los límites nacionales.-

En las cabezas que manejan el criterio vulgar del concepto de "imperialismo" explicar fenómenos como este resulta muy difícil, si partimos de que una "colonia" no podría transformarse en potencia hegemónica como resultó EE.UU. durante un largo periodo histórico o explicar que su sucede hoy en China con un Partido Comunista en su gobierno y donde tienen asiento los principales complejos empresariales multinacionales, que además conviene decirlo para no olvidarlo mantienen sus duras pujas intercapitalistas.

Si a eso le agregamos que EE.UU. como Estado ha perdido su soberanía en manos de una deuda que compromete todo su PBI y sigue creciendo, lo que lo ha transformado en un Estado gendarme al servicio fundamentalmente de la industria de guerra, aclarando que no es el único Estado que esta industria toma como centro, no encontramos con que las nuevas teorías del imperialismo naufragan en una realidad que le es totalmente adversa.

Cuba fue un ejemplo paradigmático. Fidel y sus guerrilleros –que primero apoyaron- era una gesta que podía cambiar la imagen de Cuba, y la cambió, con el profundo desagrado de los privilegiados del norte, cuando el Estado cubano tomó un rumbo propio en beneficio de toda su gente y no solo de aquellos que vivían del esparcimiento de los magnates del norte. Como Cuba lo pudo hacer, y las peripecias que ha pasado y pasa, son dignas de los mejores capítulos de la aventura humana.-

Los servicios de EE.UU. entendieron el mensaje e impulsaron el aborto de las luchas sociales, que se expresaba en las construcciones políticas, sindicales y en corrientes nacionalistas en los propios ejércitos, estimulando la guerrilla en toda América –la juventud expresaba de mil maneras la necesidad de un proyecto político destinado a la liberación y construcción de una nueva sociedad- combinando esto con el accionar terrorista en los procesos políticos que como en el caso de Allende terminaron con el asesinato del Presidente.

La siembra en toda América, de las ideas que plasmaron en EE.UU. en su nacimiento, necesariamente tarde o temprano iban a dar sus frutos. Eso es lo que hoy se llama -producto también de una coyuntura muy particular del desarrollo de la crisis en el capitalismo- la ola de gobiernos progresistas.

Lo que no se entiende o cuesta entender es que esta ola de gobiernos progresistas tiene límite si su comportamiento se limita a las fronteras nacionales.

El poder hegemónico que en pugna intercapitalista ejercen los complejos empresariales multinacionales tienen en sus manos a través de la moneda y de los impuestos instrumentos que le permiten incidir directamente en los procesos políticos nacionales. Es los que han hecho concretamente en Argentina y Venezuela, por nombrar a los más relevantes en este momento.

La cita con que iniciamos esta nota vuelve a tener que ver.

Los gobiernos progresistas como antes en el caso de George Washington, se han atrincherado en el aparato del Estado, ahora la contraguerrilla empresarial usa la moneda, los impuestos y el dulce de los emprendimientos empresariales, para generar el malestar popular y hacer retroceder los avances sociales.

Es por eso que hoy tienen desarrollo teorías de insurgencia sin programa político a ejecutar, en la medida que la vida ha demostrado que las políticas de estatizaciones necesariamente tienen un límite que hace que su rentabilidad económica sea insostenible sin manejar estos instrumentos –moneda e impuestos- que son de manejo directo de la economía global.

Y esto lo decimos sin soberbia vale para Grecia, para España, para Venezuela, para el mundo.

Sabía en setiembre del 2013 cuando el entonces Presidente Mujica habló en la ONU, que siendo además un importante ex guerrillero, que efectivamente estaba hablando de los temas cruciales del mundo al día de hoy.-

Cuando hoy se recurre a citas como esta que mencionamos, para alentar luchas sin programa, nos parece de fundamental importancia volver a mencionar hechos como este.

Porque además el mundo está en condiciones de con voluntad política, generar cambios que permitan una transición imprescindible para terminar con la amenaza constante de extensión de la guerra hacia el uso de armas nucleares. De esa voluntad política –que debe imponer la paz- solo están excluidos los fascistas aferrados a la guerra y los que consciente o inconscientemente contribuyen a su juego.

 

sipagola@adinet.com.uy





 



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