La pérfida jugada de Francisco de Paula Santander

Cuando llega la oportunidad de invitar a las naciones americanas para su asistencia al, por más de 2 años preparado, Congreso Anfictiónico de Panamá a comenzar el 22 de junio de 1826, (en este año se cumple 190 años de la instalación de lo que pudo significar el  nacimiento de una fraternal unión entre los países de latinoamericana) el ideólogo y convocante de aquel Congreso, el Libertador Simón Bolívar,  no invita a los Estados Unidos, argumentando: ¿Cómo Estados Unidos puede ser incluida en esa unión conociéndose la conducta colonialista de Jefferson, Monroe y Henry Clay, además de que Estados Unidos se opone a la liberación de Cuba y Puerto Rico? Bolívar tenía claro que sin esta alianza era prácticamente imposible mantener unificados los Estados recién constituidos en territorio libre suramericano y por tal motivo, era necesario crear un plan de defensa hemisférico entre todos los pueblos recién salidos del colonialismo español; y prepararse para no caer en la garra de otro Imperio. Agregaba el Libertador Simón Bolívar: Nuestra América estaba desencontrada de sí porque estaba abandonada de todas las naciones, aislada en medio del universo, sin relaciones diplomáticas ni auxilios militares; y asechada permanentemente por el Reino de España. Cuando los sucesos no están asegurados y por ello son débiles los Estados, las empresas son remotas y es entonces cuando los hombres vacilan, las opiniones se dividen, las pasiones se agitan y los enemigos se animan para atacar y triunfar con facilidad.

Sin embargo, conociendo el colombiano Vicepresidente de la Gran Colombia, Francisco de Paula Santander,  tan firme opinión del Presidente de la Gran Colombia, Simón Bolívar,   el Vicepresidente Santander se atreve a escribir a Simón Bolívar el 6 de febrero de 1825: …“CON RESPECTO A LOS ESTADOS UNIDOS HE CREÍDO CONVENIENTE INVITARLOS A LA AUGUSTA ASAMBLEA DE PANAMÁ, EN LA FIRME CONVICCIÓN DE QUE NUESTROS ÍNTIMOS ALIADOS NO DEJARÁN DE VER CON SATISFACCIÓN EL TOMAR PARTE EN SUS DELIBERACIONES DE UN INTERÉS A UNOS AMIGOS TAN SINCEROS E ILUSTRADOS”… Según una información posterior, ya para la fecha de aquella misiva el Vicepresidente de la Gran Colombia, el colombiano Francisco de Paula Santander había sido informado confidencialmente  por Mr. Anderson, delegado de los Estados Unidos, sobre la decisión de su Gobierno de no permitir cambio político alguno en esas estratégicas islas; tal eran las instrucciones del Secretario de Estado de los Estados Unidos, Mr. Henry Clay. Esas históricas instrucciones fueron mantenidas en secreto, tanto, que  sobre ellas no se encuentra ni siquiera una sola alusiones en la extensa bibliografía del colombiano Francisco de Paula Santander. Como quiera que sea, los Estados Unidos hizo ver al mundo que el Congreso de Panamá fue la génesis del  panamericanismo, pero eso sí, sin hacer alusión para nada que allí se practicó por primera vez lo que se llamó: “La política del gran garrote”

De manera que con aquellas instrucciones dadas al colombiano Vicepresidente, el Secretario de Estado gringo, Henry Clay, cumple al pie de la letra el mandato de Tomás Jefferson, al ordenarle a su delegado miembro al Congreso de Panamá, Richard C. Anderson, que llame la atención a los demás miembros sobre el alto interés que tiene los Estados Unidos en Cuba y Puerto Rico; sobre todo por la nombrada primera isla. Cuba por su posición geográfica y por la riqueza de sus recursos naturales no explotados, era para Estados Unidos de muchísima importancia, y esta nación no permitiría que ninguna  potencia, ni aun la misma España, se interpusiera en sus deseos; así queda echada la  suerte futura de isla de Cuba.  La política oficial del gobierno de los Estados Unidos queda clara en la nota que su delegado miembro al Congreso de Panamá hace del conocimientos a los demás miembros, en la cual se manifiesta que ellos no desean ningún cambio en la posesión, ni condición política de la isla de Cuba y que no se vería con indiferencia que el poder de España pasase al de otra potencia europea; tampoco a que se transfiriese o agregase  a ninguno de los nuevos Estados de América. La presencia de los Estados Unidos en el Congreso de Panamá hizo que el Libertador Simón Bolívar avizorase, antes de comenzar, el fracaso de esas reuniones, y presentía la guerra en el continente Latinoamericano sería por más de doscientos años: Será una guerra muy prolongada y ardua. Este presentimiento Bolívar se lo hace conocer a Santander, pero el Vicepresidente rebate a Bolívar que eso son solo exageraciones de él. Total, que es aquí donde se ve nacer el vil Panamericanismo, y con ello destruido el plan hemisférico que buscaba Bolívar para la unidad, solidez  y fortaleza de los pueblos latinoamericanos.



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José M. Ameliach N.


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