Obama y la “Guerra Económica”

Como era de esperarse, Obama no respondió al viraje exigido por nuestro país, para explorar una nueva óptica en las relaciones con EE.UU. Con la renovación del Decreto injerencista, se pone de manifiesto una nueva escalada de manipulación diplomática contra Venezuela, sintonizada a su vez a la campaña mundial de desprestigio contra el país. Esta vez no reproduciendo el recetario de acusaciones –derechos humanos, fraude electoral telemático, relaciones con países enemigos de Estados Unidos o que representan una amenaza para ellos, narcotráfico, falta de libertad de expresión, entre otras máscaras intervencionistas.

El país del norte, -absolutamente descrito por aquella emblemática Carta de Jamaica en la rúbrica de Bolívar- nos ha acostumbrado en diversas ocasiones históricas, a sus amenazas de intervenir, invadir y atacar países de América latina y el mundo. Un conflicto en la región solo conviene a la MUD-radical y al narcoparamlitarismo, que sueña con la mexicanización del país. La Doctrina Obama, de este Premio Nobel de la Paz, paradójicamente conflictivo con gobiernos y procesos de cambio, ha mutado progresivamente. Enarbola los valores de la libertad y democracia para atacar en el mundo a aquellos movimientos sociales que fueron elegidos por el voto y fabrica diversas acusaciones e implementa, desde campañas mediáticas difamadoras hasta guerras económicas, psicológicas y cibernéticas. Desde el punto de vista etico-politico y de los derechos universales del hombre, evocando aquel viejo pergamino, de 1948, la sociedad que Obama representa encabeza una puesta en escena de un Estado que se comporta como el anti-Estado-nación. Recordemos las leyes segregacionistas, ausencia del debido proceso, ley patriota, el teatro del horror viviente llamado Guantánamo, el feroz bloqueo económico-financiero a Cuba y Venezuela.

En fin de un país de "película" que funciona gobernado por una sumatoria de intereses económico-financieros, un sistema electoral de segundo grado, déficit en salud pública e inclusión socio-educativa. Obama si está conectado a los tentáculos de la "guerra económica" y alertando a la oposición –renueva el Decreto- busca re-definir su itinerario en la conspiración. En el fondo le preocupa el descubrimiento sistémico que encarna la Agenda Económica Bolivariana –producción de riqueza, eficiencia, programas sociales sustentables, canalización de la explosición social, diversificación de la economía, disciplina fiscal, el control de la especulación del mercado interno de divisas, restauración del aparato y las fuerzas productivas-.además de la voluntad política y alejamiento del modelo rentístico, es una nueva ruptura epistemológica con el neoliberalismo, después de la promulgación de las Leyes Habilitantes y LOTTT.



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Joaquin Lopez Mujica

Filósofo, escritor y diplomático

 j.lopezmujica@laposte.net

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