Chantajistas y estafadores

La elite dirigente yanqui ha logrado un dominio de su país, y del sistema internacional, a través del uso del chantaje y la estafa. Es la conducta que se refleja en sus novelas y películas que describen la vida de los “cowboys”. Son expertos en el uso de la intimidación y el engaño para la satisfacción de sus apetitos. No se puede hablar de sus intereses. Estos son producto de la racionalidad.

Los primeros son la consecuencia de los instintos, aun cuando se pretenda argumentarlos, normalmente con falsedades. Esos son los rasgos de su comportamiento reciente en relación con la invasión y ocupación militar de Irak. Así como también lo son en el acto mediante el cual anuncian la suspensión de la venta de armamentos y repuestos para equipos militares para el Estado venezolano. Basta ver la entrevista de prensa –localizable en Internet- del vocero del Dpto. de Estado Sean Mc Cormack, cuando hizo el anuncio.

Ante la interrogante sobre si se trataba de un embargo de armas, con esa ambigüedad de las respuestas de los timadores, respondió que no le era, pero que podría serlo. Recordó aquella frase de otro gran bribón, Carlos Andrés Pérez (CAP), cuando puesto frente a un dilema, contestó “ni lo uno, ni lo otro, sino todo lo contrario”. Son los artificios usados por los embaucadores. Siempre hay indefiniciones en sus discursos. Se trata de obtener con engaños, y con el ánimo de no pagar, un elemento valioso. En este caso, el complejo industrial-militar usamericano, desea obtener el control, por su valor geopolítico, de un país que es clave para los designios imperiales sobre el sistema internacional.

El apetito gringo, expresado en su código ideológico, resumido en la idea mesiánica del “destino manifiesto”, que enuncia su ambición de dominio sobre los pueblos del planeta, pasa por la neutralización de los restantes pueblos del continente. Así lo dijo claramente el Presidente William Taft (1933): “no está lejano el día en que 3 estrellas y 3 franjas, entre 3 puntos equidistantes delimiten nuestro territorio: una en el Polo Norte, otra en el Canal de Panamá y, la tercer en el Polo Sur. El hemisferio completo de hecho será nuestro en virtud a nuestra superioridad racial, como ya es nuestro moralmente”.

Con esa motivación irracional y animista, fundada en un racismo absurdo y una ética fundamentalista, han elaborado esa perorata falaz con la cual han alienado, y pretenden seguir haciéndolo, a los pueblos indoamericanos, frente a unas elites criollas parasitas, que solamente aspiran continuar el papel de sus antepasados, de explotar a los miserables para el beneficio del Imperio y sus bolsillos. Una oligarquía cuyo símbolo actual es CAP, quien se atreve a denunciar ante la Presidenta de Chile, al régimen venezolano como neofascista, después de segregar el 80% de la población parda del país y masacrar a más de 1.000 venezolanos en la represión de una protesta popular legítima. Pero este es un momento distinto. No pueden descalificar a los venezolanos, ni extranjeros como Mc Cormac, ni autóctonos, como el payaso Marcel Granier, que han dominado por el chantaje y la estafa.

alberto_muller2003@yahoo.com


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Alberto Müller Rojas


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