La vitrina del capitalismo venezolano

Los enemigos de la revolución bolivariana castigan a la población venezolana por rebeldes y chavistas. Hacer tocar fondo a todos en una especie de escarmiento colectivo que disipe para siempre las ideas contrarias al capitalismo sin importar que afecte por igual  a  los bolivarianos como a los opositores, los pitiyanquis y los ni ni.  
 
Desde mucho antes de la muerte de Chávez el cartel de los empresarios venezolanos de Venanchan y las transnacionales determinaron acabar con la revolución bolivariana utilizando su arma letal: el mercado. Con una estrategia diabólica que refuerce el odio hacia lo público en beneficio de lo privado como única alternativa viable en Venezuela. Una respuesta al impulso del poder popular y la organización comunitaria.
 
La guerra no convencional desatada cobra hoy los primeros réditos del objetivo final, la toma del poder político por la oposición proimperialista. Ahora preparan la estocada final, el diálogo es visto y aprovechado para permear las bases de sustentación que aún tiene el chavismo en la clase media. Al pueblo pobre no le queda otra que la resistencia en la calle y sobrevivir con los operativos de venta de alimentos que realiza el gobierno.
 
Demostrar con fuerza el poder y la capacidad que tienen los brazos  del mercado en la vida de los venezolanos y colocar a la sociedad completa ante el dilema de la Patria o la vida, al negar los alimentos y los bienes de primera necesidad son perversos y no sabría si  mantener esa estrategia beneficia a la oposición.
 
Hay que recordar que en Venezuela la alimentación es un  derecho constitucional que debe garantiza el Estado. Como plantean los voceros de la oposición que quieren en seis meses recuperar el gobierno, entonces cómo harán para resolver ese problema. Entiendo que el objetivo es sembrar una premisa ideológica antigua del capitalismo en la lucha ideológica para prevalecer, demostrar que el "socialismo es sinónimo de pobreza y caos", el "capitalismo de abundancia y libertad". Quieren sembrar en la mente de los venezolanos la imposibilidad de cualquier proyecto social que no dependa de la falsa economía comercial e importadora. ¿Por qué durante casi medio siglo la oligarquía no construyó un aparato productivo capaz de superar el rentismo petrolero? ¿Por qué no construyeron las viviendas de "propietarios" suficientes que evitaran los cinturones de miseria?
 
Los voceros nacionales del imperialismo intentan convencernos que los 40 años de la IV República fueron mejores que cualquier otro momento en Venezuela. Utilizan la contraposición de situaciones  y ejemplos para reforzar  sus argumentos que dan pena, porque con solo buscar los tres tomos del Diccionario de la Corrupción en Venezuela basta para demostrar de dónde venimos.
 
También el gobierno se la pone fácil a los medios que como del sombrero de un mago utilizan  imágenes surrealistas presentadas en la Asamblea Nacional de hombres disparando rifles automáticos dentro de una prisión y de unos diputados que se preguntan, cómo es posible que eso ocurra y por ello quieren interpelar al ministro de la defensa.
 
Pero esos mismos diputados vieron con tranquilidad que unas personas levantaran barricadas, guarimbas en los barrios, utilizaran armas de fuego para enfrentar las fuerzas de seguridad y que voceros llamaran al país a revelarse en contra del gobierno y lo hicieron utilizando palabras del preámbulo de la Constitución Bolivariana. También critican las acciones de la policía en contra de las bandas armadas en los barrios, como los operativos conocidos OLP. Entonces, ¿cómo saldremos los venezolanos de esta situación?
 
La respuesta al intento de crear un aparato productivo nacionalista-socialista es una relación que no tiene precedentes y que el capital no está dispuesto a acompañar al pueblo y menos a los socialistas. El capital no le importa el socialismo lo ve como un enemigo que frena lo más importante que es la maximización de la ganancias.Las iniciativas del gobierno no tienen ni tendrán éxito en este sentido porque es irreconciliable el mercado y el socialismo que es igualdad.
 
Mientras el chavismo llame a conciliación a las empresas siempre habrá quienes asistan a escuchar los planteamientos del gobierno y el nivel de la gravedad de la emergencia. Una  estrategia que en Venezuela tiene como objetivo quitarle los dólares preferenciales al gobierno para importar y distribuir los bienes de consumo y después desviar esos recursos para otros fines burlando la poca fiscalización y control posterior. ¿Hasta cuándo?
 
Es decir, el ideal del gobierno de confiar en empresas especializadas en la distribución de alimentos y bienes de consumo masivos no necesariamente responde a una estrategia sincera de ganar-ganar como cree el gobierno. ¿Por qué tendrían los empresarios a partir de ahora de comportarse de manera diferente?

agapitoman1926@yahoo.com


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