¡Voy por ti…!

¡Voy por ti! es la letra de una bella canción. Hoy políticamente y de manera lastimosa es una cruenta amenaza.

Una amenaza inquisidora, cargada de odio, acompañada de ese señalamiento directo a tu persona que se identifica con el dedo índice de la mano como cualquier lanza punzante que apunta a tu cuerpo, empleada de manera indiscriminada contra cualquier adversario de la oposición venezolana, mas cuando estos, como mastines rabiosos, pues ya olieron sangre en la guarimba. ¡Voy por ti!

Una amenaza que no discrimina a ninguna persona que se considere objetivo, un líder o militante chavista, un viejo o vieja, un funcionario público, un agente policial, un soldado o cualquier ciudadano que se vincule con alguna tarea u acción del gobierno y/o porte un símbolo que lo identifique con las corrientes políticas revolucionarias, sea que use una prenda de vestir o cualquier señal indicativa de ser afecto al proceso revolucionario. ¡Voy por ti!

Una amenaza que niega y pone en riesgo todo los beneficios sociales que se han logrado en este proceso de transformación del modelo político con el cual se identifica el proceso revolucionario que tiene como líneas principales de la acción gubernamental la reducción de los niveles la pobreza y una más justa distribución de la riqueza proveniente de la renta petrolera que se traduce en mejoras de los sistemas de salud pública, de educación, de vivienda en otras tantas políticas, identificadas como misiones de carácter social y es por ello que ¡Voy por ti!

Una amenaza inusual que nos llevaría a ser invadidos por los Estados Unidos de Norteamérica, al declararnos así el Presidente Obama, mediante una orden ejecutiva que califica a nuestro país como un peligro para su seguridad o conducirnos a una guerra civil mediante el apoyo de grupos opositores al gobierno legitimo como ha ocurrido en Siria, Ucrania y otros países, declaración imperial que se traduce en un ¡Voy por ti!

Una amenaza militar directa, es el caso que el general John Kelly, jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, entrevistado por la cadena norteamericana CNN, afirma una estupidez, de y que le dedica "unos 40 segundos de sus oraciones matutinas a Venezuela" y luego dice: que esta situación no lo deja dormir por las noches; y dibuja igualmente un panorama trágico del país, que no se corresponde con la verdad y afirma que está dispuesto a "ayudar a los venezolanos si se lo piden". Es decir, a invadir a Venezuela: ¡Voy por ti!

Una amenaza con una carga psicológica enmarcada en la "la paradoja del cuervo o de la negación" que se fundamenta en el principio inductivo del razonamiento lógico, al señalar a los chavistas como perseguidos sin saber porqué, pero perseguidos al fin, en eso del ¡Voy por ti!, los partidarios de la oposición, a pesar que sus candidatos sean algunos de ellos, corruptos, apátridas, ladrones, asesinos o que puedan ser calificados con algún otro adjetivo, no les afectará para nada la creencia de que son los mejores candidatos, sean estos los cuervos negros (amarillos)

Esta amenaza, como guerra al fin, es necesario entonces revisar al General Alemán Clausewitz, en su libro "De la Guerra" de donde se extraen algunas consideraciones que conjugadas con la idiosincrasia y las particularidades que caracterizan al pueblo venezolano ayudaran al logro de la victoria popular, u otros autores. Del citado se tienen las siguientes:

Una planificación estratégica centralizada, con emisión de planes simples que se ejecuten de manera descentralizada. La necesidad de concentrar y movilizar las masas populares sobre las acciones violentas o no del enemigo. Establecer el esfuerzo principal con base en la participación total de los recursos de poder disponible. Empleo inmediato de las reservas ante cualquier circunstancia inusual, tanto que se juega a Rosalinda y que el mañana es tarde, manteniendo la máxima iniciativa que permita el marco legal, en coordinación con el apoyo internacional que se cuente, para contrarrestar los efectos de la ofensiva imperial y sus aliados. Mantener la ofensiva como característica propia de las acciones de guerra que nos lego nuestro Libertador Simón Bolívar, tal que permita asegurar los resultados ciertos de la voluntad popular, de la democracia y de la determinación de un pueblo de ser libre.

Y sépanlo, el pueblo chavista no es miedoso y tampoco se esconderá como pretenden, dará batalla, porque viene de allá, de Boves, de Páez, de Bolívar y de Chávez, y con este lo demostró, triunfó en 18 elecciones populares, derrotó un golpe de estado y salió airoso en no sé cuantas conspiraciones nacionales e internacionales y con Maduro va por el mismo camino, en todas ha vencido, como decía el Comandante Chávez "rodilla en tierra carajo" y se le agrega "lanza al ristre" para que se ensarten. Vengan los que dicen: ¡Voy por ti!

Me sentí extraño hoy, al oír a un cobarde decirme: ¡Voy por ti! Venid Pues.



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