El imperio no juega carrito

Del discurso y la acción del gobierno norteamericano no esperemos elogios acerca de los logros que han tenido las misiones sociales que tanto efecto positivo han traído a millones de compatriotas beneficiados en Venezuela y más allá de nuestros confines. Poco les importa que organismos internacionales reconozcan nuestros avances sociales y que hayamos alcanzado exitosamente y con antelación las metas del milenio declaradas por la ONU.

Lo mucho o poco que hagamos en pro de saldar la deuda social histórica y vergonzosa, negada mil veces por los gobiernos del pasado, no tiene importancia. Total, a ellos jamás les hemos importado. Que tengamos gobiernos humanitarios, solidarios y con la mano tendida hacia nuestros hermanos de esta América y el mundo jamás ha tenido sentido para quienes practican y propugnan el avasallamiento y la dominación en todas sus variantes.

Para ellos y sus secuaces que le rinden pleistecía, con el cuento que van a ser gobierno, no tiene sentido que el Presidente Maduro entregue semanalmente viviendas a nuestros compatriotas para salir de inhumanos ranchos. Para ellos es inadmisible que este gobierno a pesar del bajón de precios del petróleo en un cincuenta por ciento, siga atendiendo todos sus planes sociales con éxito.

Seguramente ellos se preguntarán con asombro: ¿Cómo es eso que el gobierno de Venezuela siga entregando útiles escolares, computadoras y asistiendo el sistema de alimentación a millones de niñas y niños en medio de una guerra económica y con los bajos precios del petróleo? ¿Cómo es eso que sigan los CDI, pedevales, mercales, teniendo éxitos deportivos y cultuyrales? ¿Cómo es eso?.

La respuesta es sencilla. Este es un gobierno que tiene como norte defender a su pueblo y como legado el pensamiento de nuestros libertadores, y de manera muy especial el legado de quien se convirtió en ejemplo de lucha y entrega en cuerpo y alma para nuestros pueblos. Me refiero a Hugo Chávez.

De manera que a los imperialistas y quienes le hacen coro en esta América rebelde, les cuesta entender lo que aquí comenzó a suceder hace 16 años. Insisten, con su petulancia, omnipotencia y soberbia, en seguir considerándonos despectivamente y con desprecio como su "patio trasero". Quieren cerrar los ojos ante los cambios recientes como el despertar de una extensa patria inspirada en una herencia combativa y libertaria.

Visto así, estamos en presencia de una fiera herida, que no admite bajo ninguna explicación la decisión que hemos tomado de ser libres y asumir un destino que reivindica un oprobioso y oscuro pasado. Es decisión de nuestramérica seguir el camino de paz y enfrentar con firmeza los planes criminales que mantiene el gobierno norteamericano en alianza con mandatarios títeres, sumisos y traidores.


 



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Juan Azócar


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