¿Qué pasa si nos caemos a plomo con Guyana?

Es una pregunta provocadora pero habita en las mentes de millones de venezolanos ansiosos por saber el resultado de una hipotética guerra que solucione el viejo conflicto territorial de esta zona en reclamación. 

La respuesta es que si bajo efectos de un delirio ultranacionalista, nuestro gobierno atacara militarmente a ese país, daría la excusa perfecta a británicos y gringos para agredirnos.

La trampa funcionó con Argentina cuando intentó recuperar militarmente Las Malvinas y sufrió una aplastante derrota ante Inglaterra. Enemigos de Venezuela, internos y externos, desean que lo mismo para nuestro país como si la ambición por derrocar a un gobierno fuera justificación para destruir a nuestra Patria.

Recordemos que la Constitución establece en su artículo 1 que Venezuela tiene entre sus valores la paz internacional, por ello la aventura de una acción violenta para recuperar la zona en reclamación, ocupada por Guyana, queda descartada.

A nuestros valores constitucionales se suma el sentido político práctico, Guyana es un país pequeño que no llega a un millón de habitantes y mínimo es su poder militar, pero su verbo grosero se inspira en el apoyo del imperio británico y el estadounidense. 

Es verdad, Venezuela lleva más de cien años discutiendo la zona en reclamación según el "Acuerdo de Ginebra" y por ello la derecha busca crear ansiedad en el pueblo para que exija a su gobierno resolver ya mismo y como sea el asunto de Guyana; pero caer en la trampa de la guerra, sería desastroso, de allí que Venezuela debe activar todos los procedimientos jurídicos posibles para el rescate de esos territorios sin perder la prudencia, así pasen unos cuantos años más de esfuerzos diplomáticos.

En este contexto, la llegada de un gobierno de ultraderecha ha tomado el poder recientemente en Guyana, hacía previsible la rápida entrega de riquezas a la gringa compañía Exxon Mobil, en clara violación a normas internacionales que lo prohíben.

Frente a esta grave infracción jurídica, luce conveniente revisar cualquier tipo de ayuda enviada a ese país, por ejemplo, el convenio PetroCaribe. Basta de poner la otra mejilla a gobernantes títeres de imperios que se prestan para provocaciones. Es hora de sancionar a quienes atenten contra Venezuela.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 4671 veces.



Jesús Silva R.

Doctor en Derecho Constitucional. Abogado penalista. Escritor marxista. Profesor de estudios políticos e internacionales en UCV. http://jesusmanuelsilva.blogspot.com

 jesussilva2001@gmail.com      @Jesus_Silva_R

Visite el perfil de Jesús Silva R. para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: