La decepción de los Roberto

No, no se trata de “Los Robertos”, esos dos camaradas que todos los domingo como ustedes pueden ver,  aparecen por la pantalla de VTV tratando de convertir en humor algo tan serio como es la política y más en estos tiempos de cumbres y decretos imperiales.

Los Roberto a los que me refiero son dos gringos, mejor dicho,  un gringo y una gringa. El primero, Robert Menéndez, (Bob, como les dicen a los Roberto por aquellas tierras norteñas) hijo de la gusanera mayamera  premiado para ocupar el cargo de senador por ser acérrimo enemigo de la revolución cubana y posteriormente del gobierno venezolano, contra el que ha promocionado una campaña de agresiones siendo uno de los principales promotores del decreto emitido por Barack Husein Obama, declarando a nuestro país como una amenaza inusual para Estados Unidos. La otra, Roberta Jacobson, subsecretaria de estado nombrado por Obama, furibunda anticastrista y por ende anti bolivariana, es la vocera del imperio para fijar posición  en los asuntos de Latinoamérica, especialmente en lo concerniente a la republica bolivariana de Venezuela.

Estos dos espécimen en su tarea de mal poner a Venezuela ante la opinión internacional, inventando toda clase de injurias, han sufrido cada uno una gran decepción al ver que  los planes del imperio para tumbar al gobierno del presidente Nicolás Maduro se vienen abajo.

La primera en reconocer el fracaso fue la Jacobson: “estoy decepcionada por la reacción de los países latinoamericanos a las sanciones adoptadas por nuestro gobierno contra siete ciudadanos venezolanos, es una falta de defensa de la democracia”, dijo ante los medios de comunicación  con el tono y los gestos de prepotencia  de los que son propietarios estos personajes que se creen los dueños y policías del mundo, con derecho a meter sus narices en todas partes. Que concepto tan errado tiene esta señora de lo que es democracia, aparte de olvidarse que  los tiempos han cambiado y esos países que la han decepcionado no continúan siendo el patio trasero de ningún imperio, como tampoco son bolsas que no leyeron el fulano  decreto para darle interpretación a su verdadera intención, que es la misma aplicada en otros países para intervenirlos y apropiarse de sus riquezas. Imagina uno que la decepción de la doña fue mayor y casi a nivel de un
paro cardiaco cuando escuchó las intervenciones de los presidentes de esos país en la recién finalizada cumbre de las Américas, donde por cierto su presidente Obama  salió en volandillas  apenas terminaba el discurso de Raúl Castro, en una clara demostración de falta de respeto, diplomacia y sobrada cobardía , para evitar que le dijeran en su cara las verdades que obligatoriamente saldrían a flote desenmascarando  lo que se esconde detrás de ese decreto, aparte de algunos de los  cientos de actos contra los derechos humanos  y crímenes cometidos por  Estados Unidos , algo que sin duda lo descalifica para estar emitiendo decretos sancionatorios contra cualquier país.

El otro decepcionado es el Bob. Este no ha dicho nada acerca de la posición asumida por los países latinoamericanos ante el decreto imperial, a pesar de ser uno de sus p0rincipales promotores. Pero lo de este señor es patético, la inmoralidad en su máxima expresión. Después de alardear tanto acerca de la violación de los derechos humanos y hechos de corrupción en Venezuela,  casi se destroza el gañote pidiendo la intervención e de nuestro país, es descubierto en 14 hechos de corrupción, en 8 de los cuales  está acusado de recibir soborno y de los cuales será muy difícil que se salve de una justicia que a veces funciona por aquellos lares, más aun cuando los implicados son crápulas que apoyan cualquier  acto de injusticia   aplicados por sus gobiernos que  vaya en detrimento de  otras naciones. Este descubrimiento que se le ha hecho y las acusaciones de la cual es objeto lo han decepcionado.

Es de suponer entonces que Roberto  formará con Roberta el dúo de los decepcionados, aunque su mentor Obama puede completar el trío, sin dejar atrás a la orquesta  de decepcionados que podrían formar los directivos de la maltrecha oposición venezolana, que no han dicho ni pio acerca de la contundente victoria obtenida por nuestro país en la cumbre de las Americas.

 

hermoj28@yahoo.es



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Hermo Rosales

Comunicador social, poeta, cuentista, escritor, autor entre otros de los libros, “Evocaciones”, “El jardín de las Dalias”, “Mi abuelo el cazador”. Sus trabajos han sido publicados por los diarios “Provincia”, “SigloXXl”, “El Norte” y la revista “Síntesis”, es cofundador del semanario “Anzoátegui hoy”

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