El actual papel protagónico del ex presidente español, Felipe González, (1982- 1996), no resulta sospechoso, menos alarmante, es su naturaleza. Asumir la defensa de Antonio Ledezma y Leopoldo López, es solamente la mampara.
Felipe intenta al menos asumir el liderazgo de la vieja clase política española ante la derrota que les viene en el horizonte político de España y de Europa. También se suma y forma parte del propósito para destruir el ejemplo de la revolución bolivariana.
Es evidente la complicidad de Europa con Estados Unidos para retomar sus antiguas colonias. Quizás la respuesta pactada de las antiguas metrópolis ante la crisis financiera y de materias primas que amenaza en convertir a la mayoría de los países europeos en naciones del llamado Tercer Mundo. Pues sus economías están diseñadas sobre ese viejo esquema de pillaje y subordinación colonial.
El fin de Felipe González es servir de contrafigura al surgimiento del nuevo liderazgo español, encabezado por Pablo Iglesias y el partido Podemos que se ha convertido en una “amenaza” para la doctrina de la social democracia liberal europea que está en pleno declive, ante los pésimos resultados de las políticas neoliberales, la corrupción y la crisis generalizada de la sociedad y del modelo económico impuesto al pueblo español desde la década de los años 70 hasta la actualidad.
La situación en Venezuela es propicia para demostrar al pueblo español el futuro que les depara si se atreven a elegir la vía alternativa que plantea Podemos. De allí que los más conservadores los acusen de chavistas como lo han hecho con el nuevo gobierno griego.
Da vergüenza observar como el “estado de derecho español” apaña los abusos, el robo y la minusvalía de la población ante los desalojos y la pérdida del nivel de vida de los trabajadores. Que la banca financiera y las entidades privadas roban con la benevolencia del sistema totalitario del capitalismo salvaje y no pasa nada. ¡Ante esto, por qué Don Felipe no dice nada!
¡Un poco de historia Don Felipe!
Junto a los partidos de la socialdemocracia europea, el laborismo inglés, los socialistas franceses y alemanes, financiaron la recomposición del liderazgo en Latinoamérica de los políticos neoliberales como el venezolano Carlos Andrés Pérez y el mexicano Salinas de Gortari. Durante estos años florecieron las ONG’S como caballos de Troya del pensamiento liberal, que también de alguna manera fueron artífices de la descomposición del Campos Socialista.
Cuando Cuba comienza a quedar sola (1988-1989) ante la inminente caída de la URSS, Carlos Andrés Pérez, llega al poder en Venezuela y Salinas de Gortari en México, por interés de la social democracia, el presidente español Don Felipe González encabeza la operación para destruir la revolución cubana por la vía no violenta.
De allí, el protagonismo que asumió en facilitar el regreso de Cuba a Latinoamérica. De allí la participación del líder cubano Fidel Castro en la toma de posesión de Carlos Andrés Pérez y después en la de Salinas en México. Pero en el fondo todos los socialdemócratas hacían el juego junto al gobierno Ronald Reagan y el conservador exilio cubano para echar abajo la revolución cubana. Así se resume en documentos desclasificados posteriormente en Estados Unidos.
En el caso venezolano, Carlos Andrés Pérez, necesitaba la influencia Fidel en los mandatarios africanos para ganar la presidencia del Movimiento de Países No alineados, la historia es agua pasada, aquellas pretensiones quedaron es eso, Salinas y Pérez terminaron su vida política por corruptos y los pueblos latinoamericanos y Cuba continúan dando la batalla para fortalecer la integración regional y su independencia.
Otra invención de Don Felipe fue la creación del grupo de los tres G-3 que tuvo sus inicios en el Grupo contadora, en Centro América, para resolver la crisis ante la llegada de la revolución en Nicaragua. Este grupo se constituyó para, “acelerar la integración económica y armonización de sus políticas macroeconómicas”, el neoliberalismo.
El objetivo general planteaba crear un espacio libre de restricciones, prevaleciendo el libre flujo de mercancías y la libre competencia, normas técnicas, calidad de los productos y el crecimiento económico continuo, además de ampliar los vínculos comercial y económico entre los países signatarios, una vía para dominar el comercio en la región a través de las grandes transnacionales. Así apareció la nueva forma de trabajo esclavo en las llamadas empresas maquiladoras.
La corrupción acecha a Don Felipe
Como buen socialdemócrata Don Felipe González fue secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) desde 1974 hasta 1997 que termina su dictadura partidaria tras salir del gobierno con señalamientos de corrupción. Estuvo trece años en la presidencia del Gobierno, siendo el mandato más largo de un presidente del gobierno en la historia moderna y de toda la “democracia” en España. Pero este es uno de los personajes que más criticó la reelección presidencial en Venezuela.
Todavía no se cierran en España las heridas por los escándalos durante su gobierno. Felipe González fue el principal baluarte de que el Partido Socialista Obrero Español, PSOE, abandonara sus postulados marxistas y evolucionara hacia la socialdemocracia reformista y neoliberal. También permitió el ingresa de España como miembro de la OTAN.
Por todo ese historial perverso de Don Felipe los venezolanos se preguntan ¿qué queréis Don Felipe?, aunque todos sabemos que vivimos sobre las reservas más grandes de petróleo del planeta. ¿Será eso los que vos queréis Don Felipe?
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