Reciprocidades

En tiempos de Simón Bolívar, muchos esclavos se negaron a recibir su libertad y decían "yo me quedo con mi amo, porque me da comida y cuando me castiga es porque me lo merezco".

Hoy, hay unos cuantos molestos, muy irritados, arrrr...chísimos, porque "cómo se le ocurre al igualado de Nicolás, hablarle de tú a tú a Barak Obama, porque aunque sea un negro blanqueado con pena étnica, es el Presidente de IUESÉI y espetarle eso de la RECIPROCIDAD es un irrespeto".

Cómo se le puede ocurrir -según el docto saber de las escuelas de estudios internacionales y las de la diplomacia al servicio del Estado burgués- provocar la ira de los dioses, al osar plantearle la reciprocidad al gobierno estadounidense, respecto del venezolano?

Por esto es que hay tanto marginal "alzao" en esas universidades venezolanas, que -a dios gracias!, el gobierno no se mete con ellas y las deja hacer los que les de la gana- con aquello de que el "Voto es indivisible e invariable" y ahora los jediondos obreros y los imberbes estudiantes bachilleres quieren elegir de igualados a los profesores, a sus autoridades. Es, según el sabio saber arrojado después de muchos péipers hechos con dinero del Estado, algo así, como pretender que un soldado raso elija el estado mayor de la FANB, porque tanto ignorante no sabe que existe una "aristocracia académica" y ha de ser así, por siempre. Cuando mucho, podrían elegir y por estamento o casta o sector, los empleados que sean letrados o profesionales, pero sin igualarse a los profesores y sin aspirar a más que a un sitial de auxiliar externo, porque no son más que unos "SanchoPanza" en la quijotesca vida universitaria. Nada de cargos electos, ni ser elegidos por la masa, en ese "mondongo electoral", según el pensamiento erudito y beato de Josémaría Escrivá De Balaguer.

Todo este atrevimiento del Presidente Nicolás Maduro y de esa irreverente Canciller Delcy Rodríguez, debe tener arrr...chísimo al señor del megáfono de la U.S. Embassy en Caracas y los platos rotos los pagan, ahora, todos los lacayos que vayan a hacer las largas colas de cinco horas bajo sol y agua, paraditos, a la espera del sello del pasaporte o de la negación de la visa, en la taquillita con vidrios de seguridad, que los separa de alguna portorriqueña, mexicana nacionalizada o afrodescendiente con pena étnica, al servicio de la raza aria estadounidense.

Ahora, Barak Obama va a aprovechar la oportunidad de invadir a Venezuela con los 3 mil marines que apostó en Perú y Colombia, gracias a los servicios de Ollanta Humala y Juan Manuel Santos, con la excusa de no permitir que a sus ciudadanos dueños del mundo no se les cobra la entrada, ni en los cines de este Tercer Mundo y patio trasero de la "América para los Americanos".

Ya la MUD, el cártel Fedecámaras-Venamcham, los analista de pacotilla y los sesudos intelectuales de cafetín, están recogiendo "firmas planas", exigiendo que exoneren el pago de visado a los falsos pastores mormones que andan ploteando, anotando y chequeando, las punta de playa que hay en Vargas y Miranda, por donde piensan ingresar sus tropas en esa especie de Día "D", que Leopoldo López, Antonio Ledezma, los exilados que hacen vida en "El Arepazo" y otros tantos frenéticos antichavistas, guarimberos y matachavistas, confían, sea muy pronto, aunque dicen que del seno de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) y la Nunciatura Apostólica, están bien dateados y afirman que la incursión armada contra el gobierno bolivariano, socialista y chavista, será muy pronto, porque ya tienen la agenda del fausto evento de la canonización del Dr. José Gregorio Hernández, para solapar la mortandad del daño colateral que dejen los estadounidenses invasores y para renovar la fe del pueblo venezolano, como los fascistas del Opus Dei acostumbran.

Sería muy bueno que esto último se lo consultaran al Papa Francisco, si no por la vía diplomática, desde nuestra cancillería o Embajada en Italia, al menos, que todos los que podamos se lo preguntemos a su cuenta @pontifex_es

Sería conveniente que el Pontífice católico supiese que la mayoría nacional, es decir, el pueblo humilde y pobre emancipado, prefiere al médico José Gregorio Hernández, en los altares de hogares humildes, al lado de la foto del Comandante Chávez, que tenerlo en los altares de templos lujosos, a costa del asesinato del Presidente Nicolás Maduro y del Pueblo inocente. Para este tipo de tentaciones, también hay reciprocidad.



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Luis Alexander Pino Araque


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