La guerra económica en Venezuela. La derecha apátrida queriendo tomar el poder a la fuerza. La guerra mediática inmisericorde con la memoria del pueblo venezolano… todos estos tópicos son realmente los que nos mantiene ocupados en el día a día. Pero es interesante hacer un alto en esto. Las Interrogantes: de dónde viene todo esto?, por qué tanto interés en echar todo este avance por la borda? Quiénes quieren acabar con el legado del Comandante eterno? Y así, miles de preguntas referentes a este tema. Respuesta englobante: TODO ES POR PETROLEO. Sacarle punta a esta dramática verdad es urgente y necesario. Pero antes, hay que sacarle punta a la MEMORIA HISTORICA del pueblo venezolano, al pueblo latinoamericano, al pueblo caribeño, todos estos marginados y considerados de II-III Y IV clase por más de 500 años.
Desde 1492 etiquetaron al indígena como “animales parecidos a humanos en cuerpos semidesnudos”. Ahí fue el primer concepto que ellos se elaboraron de los aborígenes. Un Virrey de México consideraba que “no había mejor remedio que el trabajo en las minas para curar la maldad natural de los indígenas”. Juan Ginés Sepúlveda (el humanista de Europa), sostenía que “los indios merecían el trato que recibían porque sus pecados e idolatría constituían una ofensa contra Dios”. El Conde de Buffon afirmaba que “no se registraba en los indios, ninguna actividad del alma”. Es decir, que no tenían espíritu. El Abate De Paw afirmaba que “los indios eran perros que no sabían ladrar, vacas incomestibles y camellos impotentes”.
Así que motivo, incito, aúpo, hago un llamado casi que clamando para que todos busquemos nuestra raíces históricas, y descubramos cuáles fueron esas etiquetas que nos fueron colocando. Es más, si esto es demasiado viejo, vayamos un momento al Paraguay, año 1957 (58 años atrás): “La corte Suprema de Justicia del Paraguay emitió una circular comunicando a todos los jueces del país que los indios son tan seres humanos como los otros habitantes de la república…”. Y si lo anterior en muy viejo, PIN lean esto: Editorial de El Nacional del 14 de octubre de 2002, en relación a los marchistas que apoyaban a Hugo Chavez: “el lumpen de siempre, con sus taparitas llenas de aguardiente. Dividen a la población entre “sociedad civil”, por una parte, y por la otra “turbas”, “hordas”, “chusmas”, “alpargatudos”, “monos”, epítetos que pasan progresivamente de la descalificación social a la étnica.
Por más de 500 años han mancillado a las naciones latinoamericanas y caribeñas. Muchas naciones (europeas) son ricas y desarrolladas a costilla del empobrecimiento de pueblos latinoamericanos. América era y es un negocio para Europa. América es, Venezuela es un negocio para Estados Unidos. Afirmar que el atraso y la miseria de América latina no son otra cosa que el resultado de su fracaso. América Latina perdió. Otros ganaron. Pro ocurre que quienes ganaron, ganaron gracias a que el pueblo latinoamericano perdió. Esta derrota es la victoria ajena. La riqueza de los indios generó la riqueza y prosperidad de otros.
Cito textualmente el retorico discurso de los españoles de la mano con la iglesia el siguiente decreto: “…certificoos que con la ayuda de Dios yo entraré poderosamente contra vosotros y vos haré la guerra por todas partes y manera que yo pudiere, y os sujetaré al yugo y obediencia y de su majestad y tomaré vuestras mujeres e hijos y los haré esclavos, y como tales los venderé y dispondré de ellos como Su Majestad mandare y os tomaré vuestros bienes y os haré todos los males y daños que pudiere…”; así mismo, fue la aplicación de la Doctrina Monroe: “América para los americanos”. Y en pleno siglo XXI, Colin Powel en el año 2000 desde Florida Miami USA, realizó es mismo y leyó el mismo discurso cuando intentó implementar el ALCA: … “Pido a las naciones de América, que no opongan resistencia a las empresas de los Estados Unidos de Norteamericana, ya que necesitamos esa riqueza para salvar al mundo de la pobreza…”Es por ello, que en la actualidad tenemos que redescubrir estas realidades del pensamiento Neoliberal que se ha impuesto en toda nuestra América latina.
Recuerdo que celebrando los 500 años de evangelización en América, Monseñor Proaño colocó a un indígena en plena asamblea Episcopal en la ciudad de Medellín- Colombia, para que diera un pequeño discurso. El indígena venía del Paraguay (de las Reducciones del Paraguay, vean la Película “La Misión”con Robert De Niro), parándose con dureza y con mirada melancólica pero sin perder el reto de indio que lucha, dijo: “con el permiso de todos, les pido en nombre de Dios, que me escuchen por corto tiempo en mi lengua guaraní. Porque mis ancestros y mi familia actual, hemos una lengua impuesta por más de 500 años, donde jamás nos preguntaron si la queríamos hablar…” Toda esta tragedia, que muchos han creído que es leyenda, se vive en la actualidad si comenzamos hacer el paralelismo histórico. Cuando la memoria del pueblo comienza a realizar este ejercicio, tiemblan los de pensamiento dominante y avasallante. Tiemblan las oligarquías rancias de las naciones. Temblad neoliberales, cuando los pueblos comiencen a reclamar sus derechos quitados por más de quinientos años.
@rasapasil
