Gobierno de Colombia no garantiza nuestra Seguridad Alimentaria

Lamentablemente el sueño de Simón Bolívar en cuanto a la consagración de la Gran Colombia está hoy muy lejos de hacerse realidad. No caemos en la trampa del chauvisnimo ni el ultranacionalismo promovido por el Imperialismo Yanqui para que dos pueblos hermanos nos odiemos.

Sencillamente es un pleito entre Gobiernos y no entre ciudadanos.

Santander quiso asesinar a Bolívar. Sospecho que Uribe intentó lo propio contra Chávez. Mantengo mis dudas hacia el fascismo burgués que manda en ese hermano país y si tuvo algo que ver con el presunto asesinato de nuestro Comandante Supremo.

Lo cierto es que EEUU ha invertido mucho dinero en Colombia, tanto que después de Israel y Egipto es donde más han financiado el armamentismo. El gobierno colombiano obedece totalmente a Washington, sobran pruebas de que Colombia es el Israel de Latinoamérica y no genera confianza para ser nuestro socio estratégico en función de resolver la insolvencia de bienes alimentarios que padece Venezuela.

En cualquier momento o coyuntura el electoral, en alianza con la burguesía venezolana y EEUU, nos cortan el suministro con excusas baratas y para que algunos venezolanos “descarguen su arrechera”.

¿Por qué no invertir 600 millones de dólares importando alimentos de los países amigos que integran el Mercosur?

Reflexionemos: Seguridad alimentaria significa, básicamente, que al pueblo no le falten los alimentos. Soberanía alimentaria es que la mayoría de los alimentos sean de producción nacional y podamos garantizar el abastecimiento sin necesitar importaciones. Solo en socialismo es posible consolidar la soberanía alimentaria mediante la industrialización del país y el máximo desarrollo de las fuerzas productivas, así está previsto en el artículo 305 de la CRBV.

Accesibilidad, disponibilidad, calidad, higiene y variedad para satisfacer el interés social son algunos de los principios cardinales en esta materia. La alimentación es un derecho humano vital que puede decidir el destino de los pueblos, gobiernos y la estabilidad democrática. Dicho de otro modo, la comida es un factor de poder político estratégico que jamás puede estar subordinado a los intereses del mercado ni países enemigos.

Mercal, Pdval, Abasto Bicentenario así como entidades crediticias para pequeños y medianos productores agrícolas entre otros, forman parte de un sistema agroalimentario popular que crece diariamente para liberarnos definitivamente de la influencia de especuladores capitalistas y de ese modo fortalecer la Patria completamente abastecida.

Corrijamos los errores y profundicemos los aciertos.

Constitucionalista. Profesor de Seguridad Alimentaria en UCV.


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Jesús Silva R.

Doctor en Derecho Constitucional. Abogado penalista. Escritor marxista. Profesor de estudios políticos e internacionales en UCV. http://jesusmanuelsilva.blogspot.com

 jesussilva2001@gmail.com      @Jesus_Silva_R

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