¿Colombia a la OTAN?: ¡Venezuela, prepárate firmemente para evitar la guerra!

La situación para Venezuela se complica, ante la actitud del gobierno de Juan Manuel Santos en Colombia: primero por recibir al líder de una oposición que pide claramente intervención en Venezuela y segundo, por manifestar su deseo de ingresar a la OTAN. Pero lo más grave de nuestra situación es que este escollo se desarrolla en medio del siguiente escenario: se viene incoluando un programa en la mente de la oposición desde hace más de una década que favorece la violencia. Ningún peligro tendría Venezuela ante estos hechos sino fuera por este caldo de cultivo. Si el detonante aparece, ya sabemos que las mentes programadas para la violencia, aprobarán los actos más cruentos.

El enfrentamiento que se intensifica hasta una guerra comienza en la oficina, en la plaza, en las universidades. Si entre nosotros no se logra este enfrentamiento, no se podrá llegar jamás a las armas o a la intervención ¿cómo sanar la semilla de la violencia que se ha planteado en nuestra sociedad? Primero que nada entendiende cuál es su asidero.

COMPONENTES DE LOS VIOLENTOS

El caldo de cultivo para la guerra se ha creado inoculando en las mentes de sus televidentes manipulados tres componentes básicos, que son los pilares para crear violencia:

1) Componente cognitivo. Se le han inoculado deficiencias cognitivas a un sector que les impiden comprender los problemas sociales y que conducen a: conceptualizar la realidad de forma absolutista y dicotómica (en términos de blanco y negro), tienen graves dificultades para inferir adecuadamente cuales son las causas que originan los problemas, la tendencia a extraer conclusiones excesivamente generales a partir de informaciones parciales y sesgadas, tienen problemas en el procesamiento de la información y en la toma de decisiones.

Para sanar esto hay que evitar las posturas dicotómicas, es decir, las identificaciones con el bien y el mal, estén del lado que estén. Hay que hacer un esfuerzo por ver los matices cada uno de su bando político y tener una posición objetiva al respecto. Ver la realidad como un problema que tenemos la altura para resolver.

En una conversación fatalista y enfrentadora en la que sólo se habla de problemas, es indispensable plantear una alternativa de solución. Esto es como crear un oasis en un desierto, pero en nuestras mentes. Creemos el oasis en cada conversación, sea con el bando que sea.

2) El componente afectivo o evaluativo. Se les ha inoculado una asociación a valores o a personas con las que el sujeto se identifica. Una de sus principales causas suele ser el sentimiento de haber sido injustamente tratado, que provoca una fuerte hostilidad hacia los demás, así como la tendencia a asociar la violencia con el poder y a considerarla como una forma legítima de responder al daño que se cree haber sufrido.

La TV legitima sesgadamente un menosprecio al opuesto, sutilmente sugiere que hay gente que no merece tener autoridad y con esa sugerencia (que no es explícita sino subrepticia) pretende legitimar cualquier cosa que se haga en contra del menospreciado, tenga el cargo que tenga, así sea el de Presidente de la República. Eso presupone que golpearlo, asesinarlo o que un ejército externo lo asesine. Es imprescindible hacer evidente esto, que la sugerencia de la TV deje de ser sutil y convertirla en explícita. Si logramos hacerla evidente pocos se plegarán a ella, y quienes se atrevean quedarán entonces en la inmoralidad pública y en la ilegalidad expresa.

3) El componente conductual. Existe en un sector de la población, una alarmante falta de habilidades que permitan resolver los conflictos sociales sin recurrir a la violencia; y se refuerza a través de experiencias en las que el individuo la utiliza para responder a una de las funciones psicológicas mencionadas anteriormente.

Es indispensable diferenciar las afirmaciones despectivas y/o insultantes de los argumentos: un acto ilegítimo o políticamente peligroso para la Nación, no puede justificarse mediante un insulto contra el otro bando, o un menosprecio grupal, eso es inaceptable. Es vital llevar la discusión política venezolana al terreno de los argumentos bien fundamentados. Un insulto o un menosprecio no son argumentos válidos y hay que aclarárselo a todos, por que por allí comienza la agresión. No importa la TV, lo más importante es que en el debate cotidiano, no se acepte este error. Exijamos altura al debatir en nuestro entorno.

(Extractos de la investigación “Convivencia y Prevención” del Gobierno Bolivariano)

Las soluciones que planteamos son inteligencia emocional para la convivencia y nada tienen que ver con el otro problema que es socialismo vs. capitalismo, este planteamiento es para pacificar el clima en una sociedad altamente polarizada y manipulada, en medio de unas amenazas reales que vienen del extranjero y que no tendrán éxito alguno, si la población en general aprende a convivir pacíficamente con su polarización política y sus diferencias en la visión del modelo venezolano. Esto es perfectamente posible.

Debemos actuar con extrema inteligencia. El problema planteado está a nivel de resguardo de la paz de nuestros hijos. Están por encima de la defensa de un ideal o de una posición política. Se trata del cuido del más sagrado e importante legado que podemos dejarle a las próximas generaciones, que al final son más importantes que nosotros mismos: el legado de una Patria que supo resolver sus conflictos en Paz.

“El que sobresale en la resolución de las dificultades las soluciona antes de que se presenten. El que sobresale en las victorias sobre los enemigos triunfa antes de que las amenazas de éstos se concreten”
Sun Tzu

Rudy Ugas
Ing. de Sistemas
http://despierten.wordpress.com
rudyugas@gmail.com


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