La Conspiración y el “Camino” Imperial

Antes de su génesis como político, Enrique Capriles Radonsky, hoy candidato presidencial de la oposición, ha estado vinculado a la secta Tradición Familia y Propiedad (TFP), a COPEI (a la fracción del Opus Dei de ese partido), al Sionismo internacional (que es uno de los entes que ha  financiado  su campaña electoral) y a los aparatos ideológicos que reproducen los valores y creencias del capital; además, está su ubicación dentro de la estructura social venezolana, pues, por nacimiento, ideología y forma de vida, se ubica en la burguesía pro-imperialista del país. Ahora bien, para que Capriles haya sido escogido como candidato presidencial, el imperio y la burguesía pro-imperialista apátrida, montaron una “obra teatral” cuyo título bien promocionado por la mediática fue: “LAS PRIMARIAS”; en esta parodia jugaron con sus propias reglas, rechazando las reglas democráticas establecidas por el árbitro electoral venezolano; no les importó su pérdida de credibilidad ante el país, ya que estuvieron en sintonía con una “jugada” de los asesores imperiales y de la burguesía pro-imperialista -que son en realidad los que dirigen el proceso de participación electoral de la oposición-, que consiste en el dicho “estar bien con dios y con el diablo”, donde dios es el pueblo opositor y el diablo el imperio y su base de apoyo.

Los burgueses y sus asesores imperiales comenzaron convocando a elecciones primarias como una formalidad, para ser percibidos como “democráticos”, por el grueso de la base social opositora. Cuando comenzaron los escrutinio de “las primarias”, fueron apareciendo más irregularidades y a pesar de las protestas públicas de algunos de los dirigentes de la derecha que se sintieron estafados en esas elecciones primarias, se mantuvo la situación confusa y se transformó en un “pote de humo” que permitió al imperio y a la burguesía apátrida, de manera consensuada, seleccionar la “máscara Capriles” e imponérsela al grueso de la oposición venezolana, construyendo la percepción de que fue seleccionado con la participación de los opositores; no obstante, para evitar las críticas internas y la verificación de los votos tuvieron que hacer una “quemazón de actas”, al mejor estilo de los nazis durante la 2da Guerra Mundial.      

 La candidatura de Capriles está espiritualmente conectada al principio de máxima ganancia, lo cual se sustenta en un modelo de desarrollo capitalista dependiente cuyo fin es ejercer la dictadura del mercado; también está conectada a la aplicación de la guerra de IV generación contra el pueblo de Venezuela y la Revolución Bolivariana, para neutralizar y adormecer  conciencias; además está vinculada al Neoliberalismo, como una etapa del capitalismo salvaje, en la cual se pregona la pseudo teoría del “fin de la historia”.

      Después de que la burguesía montó su obra teatral denominada “las primarias”, el imperio estaba consciente que la “mascara Capriles” no estaba ni está a la altura del objetivo que se habían planteado, ya que no existen condiciones objetivas, es decir, en Venezuela, no existe una crisis económica, política, social ni militar, de la magnitud de Europa e inclusive de los mismos  EEUU. Partiendo de esa realidad, llegaron a la conclusión de que había que crear las condiciones subjetivas, por lo tanto, tenían  que “modelarlo y programarlo” y, si fallaba, nuevamente “modelarlo y reprogramarlo”, para poder optar al “poder”. Los asesores parten del dicho que dice que “billete mata galán”, donde el “billete” representa a la fuerza financiera-tecnológica del imperio y a la burguesía apátrida, y “galán” representa la conexión amorosa entre Chávez y el pueblo.

Los asesores imperialistas que modelan y programan a Capriles le hicieron una “cerebro succión” y le diseñaron una “mascara” para tratar de quebrar el amor que el pueblo siente por el líder de la revolución, a su vez, le sirve para “ocultar” quienes son los “dueños del circo” y lo controlan a su antojo; toman “muestras” de su comportamiento y lo comparan con el “deseado” que es el de Chávez, lo ajustan, y lo lanzan a la calle a negar la historia y en particular la de él, negar los logros de la revolución, negar la universalidad de la contradicción, una y otra vez, sin cesar. Simultáneamente, los “aparatos ideológicos” hacen una “campaña informal subliminal”, le hacen la “cortina” para que no se vean sus debilidades (extorsión, vínculos con el narcotráfico, corrupción, desconocimiento de la realidad venezolana, mentiroso, manipulador, irresponsable, violento y agresivo) y reproducen sin cesar todo aquello que ayude a que sea percibido, como una situación de caos  e ingobernabilidad, ineficiencia, ineficacia. A su vez, los asesores imperialistas, utilizan los avances tecnológicos de información y comunicación, para desarrollar una guerra sicológica en contra del pueblo, como parte de la “campaña cerrada”, tratando de generar confusión y miedo en contra de la revolución, durante el día hasta en la madrugada.

Una de las herramientas que han venido usando los asesores imperialistas, es el P.N.L (programación neurolingüística), la cual consiste en “un conjunto de técnicas para modelar la excelencia”; para los asesores imperialistas, la excelencia es “Chávez”, por lo tanto, se trata de modelarlo, imitar sus gestos, palabras, símbolos e imágenes, que lo conectan emocionalmente con el pueblo; para intentar “pasar desapercibido” en  la base social que respalda a “Chávez”; cautivarla o neutralizarla y, romper la relación amorosa, que se traduce en “amor con amor se paga” entre el pueblo y el líder, para lograr esto, los asesores imperialistas y pro-imperialistas, se dedican a elaborar un “mensaje falso” programado para Capriles que utilice palabras, símbolos, imágenes, que sintonicen la frecuencia en que se comunica con el pueblo, el líder de la revolución venezolana, el presidente y comandante Hugo Chávez Frías. Mientras que a la base social opositora, específicamente, la que es de “a pie”, no es oligarca, que sabemos que existe, es real y, se ha verificado en gran parte de los 5 millones de votos, que no son evidentemente, oligarcas, y han respaldado a la oposición electoralmente, los asesores imperialista y pro-imperialistas le inyectan odio y miedo a la revolución; para que se mantengan confundidos, haciendo énfasis en generalizaciones y negaciones que le impidan razonar, bloqueando su capacidad de discernir. A ambas bases sociales, le esconden la memoria histórica, los logros de la revolución y la universalidad de la contradicción.

      En la “programación” y “reprogramación” a la que han sometido a Capriles, una de las cosas que han hecho los “asesores imperialistas” es “reformatearlo”, borrarle su identidad, su memoria histórica. En este sentido, muy pocas personas saben donde nació, donde estudió, quienes fueron sus amigos, quienes son sus padres, de donde viene su temor a las mujeres, a su vez, le cargaron un “software” que intenta proyectarlo como “pariente” de Simón Bolívar, un atleta de alto rendimiento, sencillo, flaco, ágil, decente, asertivo, inteligente, varonil, dulce como el “chocolate nuevo” y pacifico; algo así como un “candidatazo”; el equipo político-técnico imperial, que lo programó cree que al proporcionarle, una personalidad virtual pasa desapercibido en la base social del chavismo; sobre todo la que esta menos politizada y logra romper la conexión emocional que existe con el líder de la revolución y penetrar el sector popular. Pero con esta operación de guerra de IV generación queda descubierto como un billete de 15, algo falso, algo que no existe, que es mentira. Ante esta manipulación cobra fuerza, la batalla cuerpo a cuerpo, en el lado de la revolución, para quitarle la mascara, proporcionada por el imperio y  la burguesía para engañar al pueblo.  

      Antes de seleccionar -el imperio y la burguesía apátrida- al candidato de la oposición, más de cuatrocientos “expertos” nacionales e internacionales, elaboraron un programa político de corte neoliberal, el “producto” conocido con el nombre de “Lineamientos para el Programa de Unidad Nacional”; le fue presentado al conglomerado político de la oposición, y los pre-candidatos firmaron, a excepción de uno que no comprendía la implementación; se trataba del programa que los asesores imperialistas, habían decidido, que debía mantenerse oculto, convirtiéndose en una “brújula oculta” en el caso de un hipotético gobierno.

      Cuando el imperio, con el apoyo de la burguesía pro-imperialista apátrida, toma la decisión política y decide, que la “mascara” que va a usar para participar en las elecciones del 7 de Octubre de 2012, es Capriles; sacan una copia de ella y se la colocan a la oposición, los que  “aceptan ponérsela de manera “consciente” y mantenerse “incondicional” al programa de gobierno neoliberal (paquetazo) están en la “jugada” y adquieren una “nueva identidad”: el Caprilismo consciente. Los que no aceptan esa regla de juego impuesta, que ponen los asesores imperialistas, difieren, o están en contra de mantenerlo “oculto”, o no lo quieren aceptar sin discusión, son apartados o tienen que irse debido a que el imperio está “claro”, en su objetivo estratégico: derrotar a Chávez, desbaratar la revolución y apoderarse del petróleo, por lo cual, no están para “chácharas” que lo contradigan, lo delaten y, de está forma, se descubra parte de la estrategia imperial, inscrita en la guerra de IV generación, la cual, lleva implícito el engaño y la manipulación.

El imperio cree que puede convertir a Capriles en presidente, debido a las experiencias históricas, que tienen en el área de la manipulación en contra del pueblo estadounidense y de los demás pueblos del mundo1; un ejemplo significativo es la de los expresidentes Ronald Reagan, George Bush, con dificultad para pegar una ideas con otras; el equipo de asesores gringos, lo convirtieron en presidentes de la primera potencia nuclear del mundo. En otros ejemplos, el imperio ejerce la manipulación colectiva, utilizando la difusión masiva de mentiras a través de los “aparatos ideológicos”  en Irak, Liba, Siria, Honduras, Paraguay.

Actualmente en Venezuela, el imperio y la burguesía pro-imperialista apátrida, utilizan formas de luchas legales e ilegales para tratar  de manipular, atemorizar, confundir, disgustar, y romper la conexión bidireccional entre el pueblo y  Chávez. De manera constante, someten al pueblo venezolano a una guerra psicológica en contra del pueblo, falsas encuestas telefónicas, llamadas telefónicas de madrugada para molestar, haciéndose pasar por Chavistas, mensajes de texto y, correos electrónicos con falsa información; imitación de propuestas, palabras, símbolos, imágenes para suavizar las intenciones del paquetazo que tienen “oculto”, por otro lado, los asesores imperialitas, inducen al candidato opositor extorsionar empresarios, ejercer presiones al árbitro electoral y una de las más peligrosas, no comprometerse a reconocer los resultados emitidos por el arbitro electoral, demostrando que las elecciones no son otra cosa que un medio para alcanzar un fin que no es otro que desestabilizar el país, “cantando fraude” el 7 de Octubre, creando caos y desestabilización; y de esa manera, avanzar por el “camino” del “foco rebelde”, que tantos frutos le ha dado al imperialismo en las conspiraciones contra diversos pueblos en el mundo, en los últimos tiempos, fundamentalmente en el medio oriente con la llamada “primavera árabe”, la cual la han aprovechado para “tumbar” gobiernos, cuando les conviene a sus intereses.

Como los asesores imperialistas le hicieron una “máscara” a  Capriles, que le permite pasar “ocultos” como los dueños de su mente y a su vez,  que su “discurso político” pase desapercibido ante el pueblo, que mayoritariamente apoya a Chávez; consideraron que era la adecuada para lograr su propósito, tomar el poder; debido a su naturaleza de clase social (burguesía pro-imperialista) por su historial violento, sus relaciones con el Opus Dei, con el Sionismo, con el Neofascismo, y por su falta de escrúpulos para tratar con el narcotráfico y con los banqueros corruptos  prófugos.

      El plan del imperio y la burguesía pro-imperialista apatrida avanza sin cesar, debido a que ejercen un control absoluto, sobre el candidato opositor y los partidos Primero Justicia y Voluntad Popular, quienes son incondicionales a ellos. Esto les permite a “los dueños del circo”, aprovechar la oportunidad para utilizar las elecciones del 7 de Octubre como un “pote de humo”; lo cual se verifica cuando el candidato del oposición y los partidos que lo respaldan, no se han comprometidos a aceptar los resultados electorales emitidos por el arbitro electoral después de los escrutinios finales. Este comportamiento es la base para que el imperio y la burguesía apátrida le ordene a Capriles, cuya mente esta  controlada y programada, con anterioridad “cantar fraude”, lanzando el “autobús del progreso” contra la democracia venezolana, creando caos, construyendo un foco rebelde, que provoque un golpe de Estado y posteriormente una intervención extranjera.

      Las relaciones de Capriles y el “Caprilismo” con el imperio son genuflexas y de sumisión. El imperio brinda apoyo financiero, político e ideológico al Caprilismo y en particular a  Capriles, “máscara” seleccionada por los asesores imperiales para esta nueva batalla por el poder. Esta selección de Capriles como candidato del imperio y la oligarquía, permitió que, por “decreto” le dieran al partido Primero Justicia, la hegemonía y la dominación política sobre la oposición venezolana, pero como no la adquirieron por consenso político, esta candidatura se ha venido desmoronando desde que se descubrió el paquete neoliberal que tiene el caprilismo: su programa de gobierno, el cual se había mantenido “oculto”. Esto muestra que en la oposición venezolana no hay consenso para apoyar a Capriles, por lo tanto, el apoyo lo da el Caprilismo, es decir, los incondicionales al paquete “oculto”, a la manipulación mediática, al imperio y a la oligarquía pro-imperialista apátrida. Es importante resaltar la postura política del máximo líder de AD, Ramos Allup, el cual mantuvo un bajo perfil al comienzo de la campaña, pero en el momento de las definiciones, públicamente acepta la estrategia imperialista que considera a las elecciones del 7-O, como un medio y no un fin en si mismo, y avanza no solo a cantar fraude sino a provocar un golpe, es bueno recordar que la dirección histórica de AD ha sido pro imperialista, para ello basta recordar el golpe al general Medina Angarita, que dio al traste con la ley de hidrocarburo del 43 y la ley de impuesto sobre la renta, para imponer el fifty – fifty, así mismo el papel que jugo en el año 1958, para frenar la revolución e imponer el pacto de punto fijo; además el apoyo a la masacre del pueblo el 27 feb. 89; esto significa que el líder de AD no acepta que le tiendan la mano y esta dispuesta a cerrar filas con Primero Justicia y Voluntad Popular y correr junto la suerte de una aventura cantada.

      Para concluir, podemos decir, que el imperio y la burguesía pro-imperialista apátrida, tienen el sartén de la conspiración agarrado por el mango, son los que la dirigen y las elecciones del 7 de Octubre, son un medio y no un fin, ya que en definitiva lo que quiere el diablo imperial”, como dice la canción es el poder. Esta realidad tumba el dicho de que Capriles, Leopoldo López y Julio Borges, son más peligroso que mono con una hojilla, ya que, el peligroso, es el que tiene el control de sus mentes que no es otro que el imperio, en ese sentido Bolívar fue un visionario, cuando afirmo que “Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miseria a nombre de la libertad” en carta dirigida a Patricio Campbell el 5 de Agosto de 1829 desde Guayaquil; lo que complica la situación es que como “ellos”, no se mandan, los “dueños del circo” decidan que la generación de ultraderecha “educada” por el mismísimo imperio y la burguesía para sustituir a AD y COPEI, deba inmolarse políticamente, y lancen el “autobús del progreso” con ellos adentro, contra el Estado y la Constitución. Justificando la acción “suicida”, en que, no hay compromiso con  el árbitro electoral, a respetar los resultados que emita, señalando el ganador de la contienda electoral. Sacrificando la generación de relevo pro-imperialista, acción que luce descabellada; pero que el imperio y la burguesía apátrida, ya lo hicieron con los generales golpistas y los meritócratas de PDVSA el 11 de abril, y durante el paro petrolero, para intentar tomar el poder.

      Vale la pena resaltar la forma como los asesores imperialistas le “sacaron el golpe” a Capriles, en el simulacro electoral, donde utilizaron la técnica de “cortar y pegar”, con raíces filosóficas  estructuralistas. Recientemente en el simulacro electoral, donde después de darse cuenta que no tenían capacidad de movilización los asesores imperialista recomendaron un “cortar y pegar” que no es otra cosa que “hacerse los locos” y dar a entender a nivel internacional que habían ganado y a nivel nacional que estaban probando los testigos, de una manera cínica, mediáticamente , expresaron riéndose, que los “chavistas” habían ido a votar por ellos; como si no les hubiera pasado nada, es decir, desarrollaron el hábito de utilizar, manipular y mentir con tal de lograr sus objetivos; y las posibilidades de que se den cuenta son pocas, ya que se trata de intereses y su interés supremo es recuperar el poder, desbaratando la revolución, para ponerle las manos a el petróleo de todos los venezolanos y convertirnos en una neo colonia; recordemos a Bolívar cuando dijo refiriéndose a los EEUU, “ Después hallo que está a la cabeza de su gran continente una poderosísima nación, muy rica, muy belicosa y capaz de todo” en carta dirigida a Santander el 23 de Diciembre de 1822.

      Hablar de un escenario caótico para prevenirlo, es posible, gracias a que la contra revolución venezolana no tiene fuelle para ganar por la vía electoral, debido a que no ha podido cautivar y neutralizar la base Chavista, independientemente del disfraz que se pongan y la guerra de IV generación en contra del pueblo; uno de los elementos políticos que lo han impedido es el 1x10 y el 1x15, el casa por casa, ya que la batalla se libra cuerpo a cuerpo, para mantener y elevar la conciencia patriótica; sellar la independencia en la batalla de Carabobo el 7 de octubre, derrotando al heredero histórico del general español La Torre, Capriles Radonsky, actualmente, representante del imperio estadounidense y la burguesía pro imperialista apátrida en la conspiración contra la Patria de Bolívar.

      Es evidente que el cierre de campaña Bolivariano es un disuasivo por su fuerza y la moral de los patriotas, puesta a prueba por la naturaleza; pero no es suficiente para la burguesía y el imperialismo que consideran que la gran movilización de ayer (4 de octubre) fue una movilización de malandros,; por lo tanto, hoy más que nunca, no debemos olvidar al Che, cuando decía, que en el imperio no se debía confiar “ni tantico así” y mantenernos alerta hasta lograr la victoria perfecta y la defensa perfecta.

Gana Chávez el 7 de Octubre

Independencia y Patria Socialista

Viviremos y venceremos

*Patrullero del 1x10.

1 No hay que perder de vista lo acontecido en las últimas elecciones en Nicaragua y en Rusia. 


ptehierro1@cantv.net



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