Alertas golpistas: ¡Que nadie cierre el siglo 21!

Nacer en el planeta tierra y encarnar un ser humano, vivir pues, sobre este mundo que orbita en un universo majestoso y hermoso, cambiar la inocencia de la infancia por la historia conocida de los que estuvieron antes y que ya se fueron para ceder el paso a quienes hoy estamos, asumir la juventud y la vida adulta con los sueños y esperanzas heredados, amanecer cada día girando junto a todas y todos desde cualquier país, pueblo, campo o montaña, es, definitivamente, un acto fundamental y cósmico, profundo y glorioso, lleno de pasión: ¡pasión de vida!

Hoy estoy feliz de compartir con el resto de habitantes la entrada de la especie humana a su siglo 21. Traigo en mis zapatos el polvo de la historia, los caminos de lucha por donde se luchó para liberarnos cada día más de fuerzas terribles que aun existen y causan dolor y muerte. Hoy el latido de mi viejo corazón se asoma a la ventana y sigue soñando en un planeta despierto y amante de la vida. El amor, sentimiento puro que bendice las caras de la gente, debe acompañar este paso gigante, debe defenderlo y protagonizar con sus gargantas inflamadas de cantos, el nacimiento del mundo: el de la mujer y el hombre nuevo.

Nacer en el planeta y estar este 12 de Agosto en Caracas, viendo el final de los juegos olímpicos, en un acto de colores y música, de deportes, de encuentro para más de doscientas naciones y banderas, con las lágrimas brotando desde todas las miradas, en un acto de clausura lleno unión entre todos los pueblos alrededor del deporte, sin diferencias ni guerras, aunque sea solo por breves horas de un día, de futuro, de fe en la vida, de testimonio milenario de saber vivir y vivir viviendo, donde no marchan los odios ni las guerras, ni los pobres ni los ricos, ni diferencia alguna, donde veo a mi especie vestida del nuevo siglo, con sus lozanas caras y sus cabellos dibujando lo que hace muchos soñé como el futuro, me hace sentir que vale la pena lo que he vivido: el futuro llegó y esta besándome la cara.

Estar en Caracas, Venezuela. Sobre un planeta que se estremece en este día tranquilo y lleno de cosas tan hermosas, me llena de alertas igualmente. Estamos aun en ese umbral donde no se va el pasado ni se consolida el futuro. Si vislumbré hoy esa fuerza majestuosa que traté de narrarles, esa que me hizo llorar esta mañana de lluvia, igual me recuerda que estoy en la patria donde se lucha por ese sueño, en el continente que lo ensaya y los pueblos que lo profesan;  en la América sublime que se hace espejo del futuro por venir y territorio de cambios y transformaciones necesarias para garantizar la vida y abrir este camino que tantos pobres y humildes hemos soñado y asumido como la lucha indispensable. Somos el relevo final, hemos recibido en nuestras manos el testigo de la victoria.

Quería escribir desde hace varios días. Creo que ya no escribo en nombre propio luego del viernes al final de la tarde. Esa alerta que me quita el sueño es compartida, en la tarde del viernes acudí a la reunión que nos convocó Aporrea, algunos  columnistas de Apo junto a Martín Sánchez y Gonzalo Gómez, donde presenté en nombre de algunos compañeros: José Sant Roz, Mundo Iribarren, Martín Guedez, Nicmer Evans, Jorge Ovalle, Ramón Martínez, Maritza Capote, Jesús David Rodríguez y otros más, la propuesta de constituirnos en una especie de comando antigolpe, ante las elecciones que tenemos en puerta. Creo que no hubo ni una persona que no estuviera de acuerdo, allí prendió esa chispa que se tornará en la llamarada que defenderá esta revolución desde el frente mediático y en la calle junto al pueblo y las fuerzas armadas bolivarianas, a la hora de que se avizore un golpe, allí quedo tan claro como el viento que todas y todos sospechamos que la celada esta presta para una asonada de golpe que no nos puede agarrar desprevenidos. Allí contamos cosas que aun no se saben, allí quedaron los nombres de algunos enemigos que preparan el sabotaje eléctrico, la identificación de quien tenía una reserva de arsénico cerca de una represa de agua de donde bebemos, de los paracos que preparan sus asaltos a oficinas de la electricidad, allí quedamos comprometidos en constituirnos en un frente de alerta antigolpes y eso es lo que haremos, estaremos junto al pueblo 24 horas antes en las calles, en las puertas de cuarteles para acompañar a nuestras fuerzas armadas bolivarianas en la defensa de esta patria que asume los mandatos de Simón Bolívar, allí nace la fuerza que defiende este siglo que apenas nace y que no puede morir porque sería perderlo todo, allí esta la fuerza para abrir esas puertas enormes al sol del nuevo siglo que borrará la noche infernal de explotadores y asesinos.

Por la nueva patria y la nueva vida, por las mujeres y hombres nuevos que vivirán y por los que vivimos, estemos alertas y vigilantes que la patria abrirá la puerta al canto del libertador este próximo 7 de Octubre.

brachoraul@gmail.com

¡PATRIA INDEPENDIENTE Y SOCIALISTA VIVIREMOS Y VENCEREMOS!



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Raúl Bracho


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