LA ONU: Entre el CNT y la ANP

El próximo período de sesiones de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, a realizarse en el mes de septiembre, tiene entre su abultada agenda, dos temas de la mayor importancia para la Paz y la Seguridad internacional y, frente a la cual, los Estados Miembros de ésta organización internacional se encuentran claramente divididos entre quienes se alinean con el imperialismo norteamericano, sus socios guerreristas de la Organización del Atlántico Norte, OTAN,  y el poder financiero del lobby sionista internacional, por un parte y, por la otra, la mayoría de los otros Estados de la comunidad internacional que abogan por la afirmación de los principios universalmente reconocidos de Respeto a la Soberanía de los Pueblos, Solución Política de los conflicto internacionales y  Preservación de la Paz, la Seguridad Internacional  y Defensa de los Derechos Humanos.

En el primer caso, se trata del antiquísimo y trágico conflicto Palestino que dividió y enfrentó, desde 1.948, a la comunidad judía con el pueblo árabe palestino,  como consecuencia de la conspiración sionista internacional que, con el apoyo de las grandes potencias imperialistas y la condescendencia de la extinta Unión Soviética,  produjo la Resolución de la ONU que dividió artificialmente  la población y el territorio de la antigua Palestina y aceptó la decisión unilateral del sionismo de declarar kla creación  de la entidad sionista de Israel quien, en 61 años, se ha  apoderado del 78% del territorio y sus fuentes de agua y ha desconocido las Resoluciones de la ONU sobre Palestina, impidiendo el Derecho del pueblo Palestino y su gobierno, la Autoridad Nacional Palestina, ANP, de tener su propio Estado Soberano e Independiente, en las fronteras reconocidas antes de la guerra de agresión de 1.967.

En el otro caso se trata de la confirmación del actual gobierno constitucional y legal de Libia, con sede en Trípoli, como la autoridad legítima del pueblo libio o, la aceptación del llamado ‘’Consejo Nacional de Transición’’, creado por grupos levantados en armas en Bengazy,  con el apoyo financiero, diplomático y militar por los Estados Unidos de América y sus aliados de la OTAN - en especial la República Francesa, la República Italiana, Canadá y las Monarquías Británica y Arabes del golfo árabe-pérsico – quienes mantiene una guerra terrorista contra el pueblo libio fiel a sus lideres, autoridades e instituciones, basados en una interpretación ilegítima de las Resoluciones 1970 y 1973 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas pero cuyo claro objetivo es el de acabar con la revolución Libia, apoderarse de sus riquezas acuíferas y petroleras y abrirle una base de operaciones a Europa y a la OTAN en el Norte de Africa, que les sirva para mantener el control de las riquezas de la región del golfo árabe-pérsico y recuperar parte de su presencia dominante en sus antiguas colonias africanas al sur del Mar Mediterráneo.

Estos dos escenarios de la realidad internacional puedieran erosionar, aún má, la deteriorada la legalidad y legitimidad de la ONU, por cuanto, mientras en el caso palestino, la organización mundial no ha sido capaz de imponer a la entidad sionista el respeto de sus propias resoluciones de reconocimiento del Derecho del pueblo palestino a crear sus propio Estado en la ‘’otra’’ mitad  del territorio en disputa;  las potencias imperialistas de la OTAN pretenden que un espúreo organismo como el ‘’Consejo Nacional de Transición’’, CNT, surgido de un levantamiento armado contra una gobierno legítimo reconocido por la ONU y, sostenido ‘’a sangre y fuego’’, por la acción terrorista de los bombardeos  contra la infraestructura económica  y la población civil ejecutadas ilegítimamente por la OTAN- por exceder los límites claros de la Resolución 1973 de Naciones Unidas – sea reconocido como ‘autoridad legítima y representativa’ del pueblo libio.

En esta confrontación política en el máximo órgano de la comunidad internacional, son muchas las presiones, chantajes y halagos que la ‘’diplomacia del dólar y los cañones’’ desarrollada por el imperialismo norteamericanos y las viejas potencias coloniales de la OTAN, están realizando para alcanzar sus objetivos de impedir el nacimiento definitivo del Estado Palestino y conseguir el reconocimiento del mercenario grupo libio de Bengazi que sirve a sus intereses, pero existencias hechos y razones que hacen presumir que la amplia mayoría de los Estados de la Comunidad Internacional - encabezada por Africa, América Latina y el Caribe - presentes en la Asamblea General de las Naciones Unidas- , votará por la creación de la República de Palestina y no reconocerá el CNT como ‘’autoridad legítima y representativa’’ del pueblo libio.

Es precisamente, en el marco de estas circunstancias políticas tan importantes, que se explica la ofensiva militar, diplomática y, especialmente de la canalla mediática imperialista, para producir cambios en el escenario de la guerra en Libia,  que les permita sustentar su pretendida legitimación del CNT y, las provocadoras decisiones del gobierno sionista de Benjamín Netanhyau de continuar la colonización de la parte oriental de  Jerusalén y de Cisjordania, con el deliberado fin de para crear una situación de pretendido ‘’hechos cumplidos’’ y provocar la legitima reacción de las organizaciones del pueblo palestino en su lucha contra la ocupación sionista y el Derecho a la tierra y a la creación de su propio Estado para manipular la opinión pública internacional.

yoelpmarcano@yahoo.com



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Yoel Pérez Marcano


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