El estrepitoso fracaso de la operación "Baby Doc"

La “Operación Baby Doc” ha resultado un fracaso para los promotores y para el mismo primitivo, sanguinario y ladrón dictador, Jean Claude Duvalier,  por cuanto, conforme a los cálculos sacados de sus laboratorios de  la “guerra de cuarta generación”, debería haberse producido una gran movilización de los antiguos partidarios del sanguinario régimen de los Duvalier, que llenara el vacio producido por la derrota de las opciones más cercanas al mantenimiento del Protectorado impuesto a la República de Haití por el gobierno imperialista norteamericano, pero que sin embargo, solo grupos reducidos de  individuos le sirvieron de “extras cinematográficos” a la canalla mediática, en su estrategia de manipular la posición de silencioso  desprecio  del pueblo haitiano al carnicero de Puerto Príncipe; viéndose obligada la Administración de Justicia a “desempolvar” algunos de los expedientes que, por corrupción, - y no por sus miles de asesinatos - se han mantenidos inactivos desde su huida del país, hace 25 años.

Pero también fracasó esta operación, fraguada entre franceses y norteamericanos, porque, a pesar de las estúpidas y cínicas declaraciones de voceros de sus gobiernos, no pudieron esconder las múltiples evidencias acerca de que la salida legal  de Baby Doc Duvalier del territorio francés,  su viaje en un avión  de Air France y, el arribo al aeropuerto de Puerto Príncipe, controlado por personal civil y militar de los Estados Unidos, nunca pudo haber sido posible sin el conocimiento, consentimiento y apoyo  de las autoridades francesas y norteamericanas, teniendo que distanciarse de su “ficha” política y dejarla a su propia suerte, en medio de las vacilaciones de los gobernantes y la expectación de los haitianos.

Asi mismo, la “Operación Baby Doc” fue un fracaso en política internacional, por cuanto, la colocación del siniestro personaje en suelo haitiano fue diseñada  también como una  provocación política en contra de los  gobiernos de la República de Cuba y de la República Bolivariana de Venezuela, quienes no cayeron en la trampa y reaccionaron con serenidad y cautela ante tales hechos, continuando con sus labores de ayuda médica humanitaria para controlar la epidemia de cólera y cooperando para el restablecimiento de los servicios públicos esenciales que normalicen la vida de los millones de haitianos afectados por el terremoto de hace un año; inteligente reacción que tuvo que haber tomado por sorpresa a los instigadores de esta operación política, quienes seguramente esperaban una respuesta airada de tales gobiernos y, posiblemente, la reducción de la cooperación, lo cual, por razones de principio, de compromiso con el hermano pueblo haitiano y de respeto a la soberanía del Estado Haitiano,  nunca pudo estar en discusión, con todo el desprecio que merece la figura  del sanguinario dictador Jean Claude “Papa Doc” Duvalier.  

En todo caso, mas allá de lo que definitivamente le suceda a Baby Doc Duvalier, este nuevo fracaso imperialista, en su propósito de recuperar la hegemonía sobre los pueblos de Nuestra América,  confirma que ellos  no cejaran en su empeño de intentar restablecer su agrietada hegemonía en la región, para lo cual no tendrán escrúpulos para echar mano de viejos y nuevos dictadores y antiguos personajes de las élites políticas, dispuestos a ponerse nuevamente al servicio de tales fuerzas, responsables de la explotación y la miseria de nuestros pueblos, el robo de nuestra riqueza patrimonial y la destrucción de nuestros recursos naturales.

yoelpmarcano@yahoo.com



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Yoel Pérez Marcano


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