Robo y fuga de cerebros: Más allá de la migración

Recientemente se llevó a cabo en México, una cumbre donde se compartieron ideas sobre ciencia e innovación. Uno de los aspectos que los medios de comunicación venezolanos (chavistas y opositores) resaltaron fue el “robo” de cerebros denunciado por el Vicepresidente Arreaza quien intervino en nombre de Venezuela.

El fenómeno del robo de cerebros –también llamado “fuga de cerebros” por factores de oposición- se trata de aquellos profesionales, científicos y técnicos formados en el país o en el extranjero pero con recursos nacionales, que terminan trabajando para una patria distinta que no financió los costos económicos de su formación. Nuestro gobierno, considera que el fenómeno disminuirá cuando logremos establecer controles para regular la movilidad. Por su parte la oposición, cuando habla del tema, considera que la solución es mejorar el salario de los científicos y tecnólogos para que resulte rentable mantenerse trabajando dentro del país donde recibieron o financiaron su formación.

Ambas visiones del asunto, evalúan el tema –fuga o robo de cerebros- en términos economicistas. Tiene toda razón el gobierno cuando saca la cuenta de cuánto le cuesta al Estado formar –por ejemplo- un médico cirujano en una universidad pública con posterior maestría y doctorado en Venezuela o el exterior (en ambos casos con financiamiento del Estado por la vía directa o por la vía de divisas subsidiadas) como argumento para denunciar a los profesionales que formados con recursos de la Nación deciden irse sin retribuirle al país lo invertido como sí están obligados a hacerlo los profesionales en muchos países del mundo.

También es razonable la visión de profesores universitarios con alto nivel académico que tabulan su salario en dólares (700 $) y lo comparan con el de sus homólogos en países como Ecuador (3500$) por ejemplo. Claro, esta comparación deja de lado criterios como el costo de lo que invirtió el Estado en su formación, el debate sobre la mercantilización del conocimiento, o el tema de la especulación con el dólar; sin embargo, no deja de ser un tema digno de discusión.

La fuga –o robo- de cerebros va mucho más allá del asunto migratorio. Por ejemplo: si en la sala María Luisa Escobar del museo de arte Valencia, los telones y las tramoyas del escenario no se mueven por problemas mecánicos en el sistema de poleas, y, los graduandos de mecánica del tecnológico Valencia o de la Universidad de Carabobo están trabajando en el diseño de un brazo mecánico que sirva para mejorar procesos en el manejo de desechos nucleares, o en un vehículo para la fórmula 1, aunque el graduando esté en Venezuela, su cerebro se fugó, ya fue robado. Su pregrado, está tributando intelectualmente al Proyecto Nacional de un país distinto al nuestro; los cerebros son robados sin necesidad de sacarlos del país.

Cada universidad autónoma tiene el derecho de decidir sus líneas de investigación y cada estudiante es libre de escoger lo que quiere investigar. De la misma manera, un gobierno que administre eficientemente los recursos del Estado, debe reservarse el derecho de priorizar los financiamientos a los proyectos que concretamente tributen al plan nacional; en este sentido, la universidad puede –y debe- procurar que la iniciativa privada financie –como en muchos países- los proyectos e investigaciones que tributen a esas empresas.

Sin duda que el tema de la movilidad de los científicos y técnicos o la necesaria homologación salarial de los profesores universitarios son de pertinente e importante discusión; pero, es necesario debatir lo que Oscar Varsavsky llamaba una “política científica nacional” que no es otra cosa que ciencia y tecnología pertinente respecto a nuestro proyecto de desarrollo.

La fusión entre del Ministerio de Educación Universitaria con el de Ciencia, Tecnología e Innovación, es una oportunidad esperanzadora si se usa para que la formación universitaria llegue a más allá de la formación de profesionales e investigadores y al mismo tiempo para que los financiamientos en ciencia y tecnología lleguen realmente a los emprendimientos que fomenten la superación del modelo rentista que fortalezca la independencia verdadera.

@marcosmelendezm

marcosleonardove@yahoo.com


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