Los acontecimientos ocurridos en Venezuela a partir del #12F, donde miles de personas salieron a las calles exigiendo la #LaSalida del presidente Maduro, ha sido maquillada mediaticamente, con toda una estrategia de propaganda en medios de comunicación y redes sociales nacionales e internacionales, mostrando a estudiantes y jóvenes en manifestaciones pacíficas y democráticas. Pero hasta el buen maquillaje, al final se cae y se empiezan a ver las imperfecciones y la verdadera cara de #LaSalida, la misma no es más que un golpe de estado de mecha lenta, el cual ha sido promovido desde el exterior principalmente por EEUU, contra un gobierno legítimamente electo por la mayoría de los venezolanos.
Un elemento muy importante que se ha usado durante las manifestaciones, ha sido el uso a gran escala de la Tecnologías de Información y Comunicaciones (TIC), sobre todo las relacionadas al intercambio de mensajes y contenidos de audio y video de las protestas, aplicaciones como Google, Facebook, Twitter, Zello entre otras son proporcionadas por transnacionales de tecnología las cuales tienen como política la explotación de la privacidad de sus usuarios. Si bien es cierto, que estas herramientas pueden ser usadas con propósitos constructivos, como el entretenimiento, el acercamiento entre ciudadanos o para comunicar de algún acontecimiento natural o vial que afecte a un grupo de personas, de forma inmediata, también puede ser usado con fines destructivos, como enviar mensajes de llamar a asesinar compatriotas por dichas redes sociales o crear terrorismo al difundir imágenes manipuladas de manifestaciones en otros países, para hacer creer que ocurren en Venezuela. Es aquí donde puede empezar el debate acerca de la llamada neutralidad tecnológica y como las tecnologías pueden ser usadas como herramientas para la liberación o el terrorismo, sobre lo que es llamado como software martillo, una analogía sobre un martillo que puede ser usado para destruir una casa o para construirla, en este caso nuestra casa es Venezuela. ¿Está bien que el Estado permita que dichas tecnologías sean usadas para el fratricidio?
En la comunidad de Software Libre utilizamos dichas tecnologías para hacer y construir patria, siempre conscientes que toda la información ahí generada está siendo analizada y procesada por los organismos de inteligencia imperial, como la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EEUU, sin embargo estamos corriendo el riesgo, porque la tarea debe ser hecha hoy o corremos el riesgo de no tener mañana. Tengo la convicción que con la Ley de Infogobierno, se estimule el desarrollo de plataformas propias y soberanas de comunicación, basado en redes de producción de pares iguales, donde los productores de tecnologías creen bienes colectivamente a través de la participación voluntaria en un sistema productivo descentralizado en red . Sería algo así, como una metodología de desarrollo ágil, basado en los principios de la democracia participativa y protagónica de la Revolución Bolivariana. O inventamos o erramos.