“ …Y es que la ciencia no funciona, sólo tus besos vida mía….”

El título es parte de la letra de la canción “La Bilirrubina”, de Juan Luis Guerra, muy bailada en los primeros años de la década de los ´90. Yo diría que todavía. Sin embargo, mi escrito no trata sobre baile y música. Tomo el título como algo sarcástico para la situación ciudadana, de salud, ambiental y científica que padecemos a nivel mundial y que, increíblemente, no tomamos en serio. Hoy es el Día Mundial contra el Cáncer (www.aporrea.org/actualidad/n244456.html). Soy investigadora en las áreas de Cáncer y Diabetes y considero un deber ineludible intentar, al menos, llamar la atención sobre esta enfermedad que en muchos casos, puede prevenirse.

La ciencia sola no funciona. No es que no funcione. Claro que funciona, pero con simple prevención podríamos cambiar esas estadísticas hasta hacerlas “civilizadamente” aceptables. No hay que ir muy lejos para saber de la enfermedad. Mi papá vivió más de veinte años con melanoma.  Esta mañana, mientras barría el frente de mi casa, llegó un vecino a avisarnos que otra vecina había fallecido de un terrible cáncer de mama. Literalmente: “le explotó esa verga, ya tenía todo eso abierto” (estamos en Maracaibo). Que Dios la acoja en su seno. La vecina del frente tuvo cáncer de mama (le practicaron mastectomía parcial), el vecino de al lado tiene cáncer de laringe. Dos cuadras más abajo sé que hay dos vecinos más con cáncer. Quien me lea sé que también tiene o tuvo conocidos o familiares que enfrentan o enfrentaron esta enfermedad.

Sin embargo, no terminan de entender que la acumulación de basura, la cual provoca infecciones recurrentes, los cementerios al aire libre de componentes electrónicos, la comida chatarra, los refrescos, los jugos de “pote” (no los naturales), las chucherías, el cigarrillo, el tabaco, el abuso de medicamentos de cualquier tipo, uso de drogas, la automedicación, el estrés, el alcohol, la obesidad, el sedentarismo y tantos otros factores, contribuyen sobremanera a la aparición más temprana que tardía del “cangrejito”. Porque el cáncer es algo así como un “cangrejo policial”. No tiene muchas esperanzas de curarse a menos que sea detectado en su etapa temprana (estado1 y, a veces, estado dos de la enfermedad), dependiendo del tipo de cáncer, de los hábitos de vida del/ de la paciente y de las condiciones ambientales que lo/la rodean. No es para nada de solución simple, pero sí se puede prevenir en muchos casos.

Cuiden a sus hijos, edúquenlos, aliméntelos con comida sana, que no caigan en el sedentarismo, que practiquen deportes, que duerman lo suficiente, que colaboren con las buenas condiciones del ambiente, por ejemplo. Todo eso los guiaría por el camino de la prevención. No me vengan con que no hay tiempo. Porque si hay tiempo para rumbear, trasegar caña, escuchar minitecas de viernes a domingo, ir a la playa, perder horas con otra fuente de cáncer: los celulares, debe haber tiempo para cuidar de los hijos.

Ahora tomemos la otra parte. El papel del Estado en la prevención. No tenemos suficientes estudios estadísticos para canalizar las investigaciones en cáncer, no hay articulación en la Red de Salud Pública Nacional, no hay automatización de expedientes médicos, no hay apoyo a la investigación en cáncer. Quien quiera una cátedra sobre éste último punto comuníquese directamente conmigo. Qué lucha tan cuesta arriba significa la investigación científica en el país. Pero ése sería otro artículo. Hoy quiero hacer énfasis en la educación a la población y en tratar de hacer entender al Gobierno que, aunque no lo crean, el cumplimiento de las Leyes ayudaría a prevenir. Por ejemplo: la basura (infecciones recurrentes, parásitos, acumulación de tóxicos potencialmente cancerígenos); contaminación sónica (estrés, falta de sueño, ira: equivale a acumulación de agentes oxidantes, hormonas y neurotransmisores potencialmente cancerígenos); mala alimentación (obesidad, hiperinsulinemia, diabetes tipo 2, anemia, avitaminosis, ingesta de agentes químicos potencialmente cancerígenos); contaminación del aire (tabaquismo, humo de los carros, plantas de extracción de minerales, fábricas de cemento, extracción del carbón), lo que genera acumulación en los pulmones de agentes altamente cancerígenos; exposición innecesaria al sol, lo cual produce la aparición de melanomas, uno de los cánceres más agresivos e invasivos. Puedo seguir, pero esto llevaría a escribir un tratado.

Entonces, antes que nada, debemos querernos a nosotros mismos y a los niños. Educándolos correctamente podemos prevenir en el futuro derramar muchas lágrimas y evitarles a ellos semejante sufrimiento. Segundo, respetemos las normas de convivencia y, tercero, cuidemos el ambiente. No debería ser tan difícil. Es un trabajo mancomunado. Así que en este Día Mundial contra el Cáncer, les deseo que nunca, nunca, nunca, tengamos que pasar por esa situación tan triste. Que Dios, nosotros mismos y la Ciencia, nos protejan de todo mal. Amén.

 

durante.paula@gmail.com



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