27 Jul. 2015.- Unas 600 toneladas de cemento al día equivalen a un promedio anual de cuatro millones 235.294 sacos. Esa será la producción de la miniplanta que se instala en el estado Portuguesa, en los llanos centroccidentales de Venezuela, para atender a plenitud la demanda de la entidad, que es de unos dos millones 150.000 sacos al año.
El proyecto se adelanta en el municipio San Rafael de Onoto, sector Los Hijitos, y garantizará la explotación de una mina rica en arcilla y roca caliza, insumos que, molidos, son fundamentales para la producción del principal componente del cemento: el clínker.
La obra se enmarca en un convenio bilateral suscrito entre Venezuela e India para potenciar el aparato económico productivo del país, con la instalación de cinco procesadoras de cemento en los estados Portuguesa, Cojedes, Aragua, Mérida y Yaracuy.
Para la ejecución de este proyecto industrial, el Gobierno Nacional aprobó 74 millones 250.000 dólares, de los cuales 45 millones se invierten en una primera fase que contempla la construcción y el equipamiento de tres plantas, con las mismas características y capacidades, en Portuguesa, Yaracuy y Cojedes.
En Portuguesa, las obras civiles registran 35% de avance y se prevén culminar en noviembre de 2015, informó la inspectora de la Empresa Socialista Cementos del estado (Cemdeport), Ysbiani Pargas.
Indicó que 30% de los equipos provenientes de India ya está en la entidad, y para su instalación, se cumplieron todos los estudios geotécnicos, de hidrogeología y de impacto ambiental que estipulan las normas técnicas de la Corporación Socialista de Cemento.
Al igual que en Portuguesa, el consumo promedio anual de Cojedes y Yaracuy es de 2 millones 150.000 sacos de cemento, lo que significa que estas plantas van a satisfacer 100% de la demanda en las tres entidades, garantizarán un excedente de producción para construcciones livianas, como casas, edificaciones pequeñas, aceras y brocales, y hasta pudieran satisfacer necesidades de otros estados vecinos, como Guárico y Carabobo.
Modelo económico complementario
Los gobernadores de Portuguesa, Yaracuy y Cojedes se aliaron para llevar adelante un reto industrial que perfila a este eje centroccidental como una potencia productiva de cemento y derivados, a muy bajo costo y de altísima calidad.
Portuguesa aporta al proyecto cuencas cualificadas para la extracción de material granular y un rico yacimiento de arcilla y caliza ubicado en San Rafael de Onoto, zona norte del estado; Yaracuy cuenta con una extensa mina de yeso y caliza en Yaritagua; y Cojedes, con un depósito natural de arcilla ferrosa y roca caliza, en Tinaquillo.
En estas localidades se instalan las procesadoras de cemento, a través de una dinámica que el mandatario portugueseño, Wilmar Castro Soteldo, define como "una mancomunidad de gobernadores" en la construcción de un modelo económico basado en la complementariedad y la cooperación: "Nos complementamos en una alianza espiritual y política".
Explicó que este esquema de trabajo es una acción estratégica que permitirá, con el potencial minero de cada estado, fortalecer tanto la capacidad de producción de cemento en la región centroccidental como la mezcla de derivados, especialmente de concreto, principal insumo para la fabricación de bloques, planchas, encofrados y otros materiales de construcción.
"Es para nosotros (los gobernadores) un proyecto de vital importancia, no sólo por la generación de empleo, sino por el impacto que tendrá este esfuerzo regional en la economía productiva nacional", destacó.
Economía de escala
La puesta en marcha de las miniplantas de cemento en Portuguesa, Yaracuy y Cojedes dará vida en la región centroccidental a una economía de escala, con el intercambio de minerales no metálicos y la compra-venta de correas, repuestos y otros insumos consumibles y reparables que las procesadoras demanden.
Este mecanismo permitirá una producción de cemento a muy bajo costo, lo que garantizará la colocación en el mercado de un producto de buena calidad y a precios justos: "Es lo que estamos procurando para satisfacer la demanda de nuestro pueblo", aseveró Castro Soteldo.
Destacó que, además de autoabastecer el mercado cementero regional, la puesta en funcionamiento de estas plantas descongestionará a las grandes cementeras nacionales, y eso redundará en que tendrán mayor capacidad para atender al resto del país e incluso podrán disponer del producto para exportación.
Tecnología india
La factibilidad técnica y las potencialidades mineras del país para la instalación de procesadoras de cemento fueron evaluadas y certificadas por la empresa india Megatech International PLT, ente que tiene a su cargo la fabricación de las piezas, el ensamblaje de los equipos y la transferencia tecnológica del proyecto.
Esta empresa tiene más de 25 años instalando plantas de cemento en distintos países, como India, Tanzania y Uganda. Con tecnología sencilla, económica y manual, garantizará que en cada una de las procesadoras venezolanas se generen diariamente 14.117 sacos, de 42,5 kilos.
Estos volúmenes de producción se traducen en que cada factoría arrojará anualmente más de cuatro millones de sacos de cemento, que "si se destinaran por completo a la construcción de viviendas, equivaldrían a unas 20.930 casas al año", acotó Castro Soteldo.
El proyecto industrial indica que cada procesadora tendrá la capacidad de producir 180.000 toneladas de cemento por año, es decir que con las tres plantas en funcionamiento, se incorporarían anualmente 540.000 toneladas del producto al sistema cementero venezolano.
Kariney Pimentel AVN 27/07/2015 08:19