La tragedia del contrabando “en marcha”

Mérida y Táchira: La gente de la zona fronteriza desespera ante la escasez de gasolina

Seguro volverán pronto y por mas...

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Credito: Agencias

La presente imagen recorre la Web, la lucha en contra del contrabando es vital para salvar la Patria!

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Credito: Agencias

 

Mérida, 09/07/2015.- Mientras el gobierno nacional del presidente Maduro intenta profundizar en su lucha en contra la llamada “guerra económica”, esta se institucionaliza en la frontera con apoyo de todos los sectores. Nuestros compañeros de RCM  en el sur del estado Mérida, nos informan que el “bachaqueo”, tráfico de gasolina  y la creciente “venta de billetes venezolanos” se establecen como la nueva economía que imponen las mafias fronterizas.

Al cruzar la frontera se observan claramente los paquetes de billetes venezolanos en manos de “comerciantes” colombianos, los cuales negocian y mantienen esta floreciente “nueva economía” con la cual su pares de las mafias venezolanas están desangrando lentamente a nuestro país.

La inteligencia social nos informa, que se han determinado las rutas y centros de depósitos  de la mafias en los municipios merideños: Pinto Salinas (Santa Cruz de Mora) Tovar (Tovar), Rivas Dávila (Bailadores), Zea (Mérida), Alberto Adriani  (El Vigía). Y los tachirenses: Municipio Simón Rodríguez (San Simón) y Samuel Darío Maldonado (La Tendida).

Estos sectores se mantienen penetrados por las bandas de traficantes de combustible, “bachaqueros” (revendedores) los cuales se ven atraídos por este lucrativo negocio de vender los productos de la cesta básica, muchos de ellos pertenecientes a la cadenas de productos “Hecho en Socialismo” por el gobierno nacional; así como también la gasolina venezolana. Según informaciones, los 20 litros es comprada en Colombia a Bs. 3000.

 

Esta nueva economía en auge en la zona fronteriza virtualmente institucionalizada, entre los estados Táchira (Venezuela) y el Departamento de Santander (Colombia) viene agravando severamente la escasez de alimentos y combustibles en los estados Táchira y Mérida.

Según datos obtenidos en el sitio,  por el ejemplo en el Municipio Zea (estado Mérida). Dos veces por semana arriba dos gandolas con 36 mil litros  de gasolina, la cual dura en venta 48 horas. Nadie se imagina la existencia en el más pequeño de los municipios merideños tantos vehículos automotores.

La venta la realizan las estaciones de gasolina,  desde las 6:00 AM hasta las 7:00 PM. Pero resulta ser, que nos informan, que las colas se inician a partir de las 4 AM.

Así mismo, según datos obtenidos anoche en la zona, la mafia fronteriza pasando por encima del Banco Central de Colombia, cotiza un 1 $ peso colombiano a  Bs. 5.08

El Dólar de contrabando se cotiza a Bs. 548,00

Los precios internacionales para la venta de combustible en los municipios Pedro María Ureña, Bolívar, Fernández Feo, Junín y García de Hevia, han ocasionado un congestionamiento con largas colas de vehículos, provenientes de esos municipios en las estaciones de servicio abiertas este miércoles en San Cristóbal, mientras el gobernador Vielma Mora, insistía en que no se justificaba esas largas filas de autos, si habían arribado a la entidad tachirense unas 115 góndolas cargas del preciado combustible.

“La gente expresa: Algo hay que hacer”

Israel Rodríguez afirmó para la prensa local, que el Gobierno tiene que hacer algo, “porque estas colas se mantendrán mientras la gente se venga de otros municipios parara echar gasolina aquí; ese precio internacional  hay que colocarlo para quienes quieran llevársela para Colombia, pero no para los venezolanos, quienes tenemos que trabajar aquí”.

Usuarios denuncian maltrato por parte de trabajadores de Pdvsa

En la estación de servicio La Rotaria varios conductores denunciaron que de tres islas, sólo está funcionando una, lo que forma la cola, sumado a la visita de conductores de otros municipios.

Denunciaron además que allí sólo llegan funcionarios de Pdvsa a desactivar “el chip”, (sistema para el control de la venta de combustible) pero no arreglan los surtidores dañados, a pesar de que se les compran los repuestos.

—Son ellos quienes tienen que meterle mano a los surtidores, pero cuando llegan es en una actitud grosera, atropellando a todos, diciendo incluso que vienen a hacer el trabajo que nosotros los gochos no hacemos–, destacó un trabajador de la estación de servicio.



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