Tu deber es elegir, no votar simplemente

Tal y como están las cosas, es conveniente pensar muy seriamente sobre lo que se quiere cuando ejercemos el derecho democrático de elegir. Para nadie es un secreto que existe inseguridad. Pero ésta, es magnificada más allá de los verdaderos márgenes delincuenciales existentes. Desde hace tiempo se viene denunciando que en Venezuela se ha producido una invasión del paramilitarismo Colombiano, que se ha instalado en barrios, caseríos, pueblos, etc. El trasfondo de toda esa estrategia, es darle un uso terrorista y politiquero, con el fin de debilitar el apoyo popular al gobierno Bolivariano, además de posesionar el trafico de drogas y el sicariato como gran negocio en el país. Pero algo si es cierto: el pueblo necesita respuestas a tiempo, a todos y cada uno de los problemas colectivos que se presentan. Es cierto también, que existe una burocracia que atrasa todo lo concerniente a la capacidad de respuesta por parte del estado. Que existen una cantidad de funcionarios de la cuarta república, que no mueven un dedo, sin antes llenar un formulario, pero también hay funcionarios “revolucionarios”, que son incapaces de romper los esquemas y hacer las cosas mas dinámicas y efectivas. Todo es cuestión de voluntad de servir al pueblo. En eso tenemos que poner empeño y forzar la barra, para que quienes no estén en disposición o capacidad de cumplir a cabalidad con su responsabilidad, salgan de la administración publica. Bien sabemos, que la mayoría de las trabas, son para que se conformen las gestorías paralelas, que resuelven en tiempo record los tramites burocráticos, pero a cambio de una taza económica al margen de las oficiales, y que también lucran al funcionario que debería servir con eficiencia y no lo hace. A este tipo de funcionario, no hay que elegirlo.

Pero tampoco hay que elegir a ese individuo dadivoso y diligente, que cuando hay campaña electoral se propone para un cargo publico. Pero cuyo historial es conocido, como asaltante de carretera o traficante de drogas, o de influencias, o contratista que no cumple, o hace las obras de mala calidad y a destiempo. Es sumamente peligroso elegir a alguien, que aunque se presenta como un san Nicolás de verano, sabemos que a cada regalo o propuesta que hace, le corresponde a las sombras, la destrucción de miles y miles de jóvenes con la droga y la delincuencia, de donde procede parte del dinero con que hace sus aparentes obras de caridad. La meta de estos personajes, es engañar al pueblo, para posesionarse de los poderes públicos, y desde allí, llevar a cabo más fácilmente su labor de corrupción y destrucción de la juventud. Fijémonos en el triste ejemplo del pueblo colombiano, el paramilitarismo y el acoso al cual esta sometido su digno pueblo, por una elite gobernante, que se amparó detrás de la droga y el crimen para tomar el poder político y económico de ese país, y que ha obligado a mas de 8 millones de ciudadanos a salir asustados de esa nación, y hasta le arrebatan las tierras y la vida a los campesinos e indígenas.

Piensa bien en todo esto cuando elijas a las autoridades de tu región o municipio. El crimen empieza por lo chiquito y luego va creciendo. No seas su cómplice, no lo alimentes.

javiermonagasmaita@yahoo.es




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Javier Monagas Maita


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