Es erróneo llamar "Vallita" a nuestra Señora del Valle

Cada año por esta fecha nos toca como margariteño hacer la aclaratoria sobre la denominación o el calificativo de "vallita" que "cariñosamente", pero ERRONEAMENTE le quieren dar a la Virgen María a quien veneramos los orientales bajo la advocación de NUESTRA SEÑORA DEL VALLE DEL ESPIRITU SANTO", o simplemente la "VIRGEN DEL VALLE".

Aprovecho un escrito de alguien que bajo el argumento de que "en los últimos años, como parte de la evolución y nuevos códigos de la lengua, el plano religioso no puede estar incólume en su lexicografía, morfología y semántica", ha pretendido justificar que a la Virgen Marinera se le pueda llamar "vallita", agregando que eso no constituye ningún irrespeto. Quiero decirle a este seudo letrado que no se trata de una afrenta ni una ofensa ni un sacrilegio, sino simplemente un mal uso del gentilicio.

Considero que es totalmente erróneo llamar "Vallita" a Nuestra Señora del Valle del Espíritu Santo, sencillamente porque ella no se llama "Delvalle", sino que está en el pueblo margariteño que se llama justamente El Valle del Espíritu Santo, donde se venera a la Virgen Marinera.

Lamentamos que haya quien, ignorando esta realidad, pretenda hacer creer a propios y extraños, que a la virgen margariteña se le pueda llamar "vallita", creando alrededor de la legendaria figura una costumbre que a todas luces rompe con la tradición insular. En todo caso, a Nuestra Señora del Valle del Espíritu Santo se le podría llamar la "Virgen Vallera", como es el gentilicio de todo el que nació en ese querido terruño capital del Municipio García del Estado Nueva Esparta.

Si buscamos en las más remotas notas históricas sobre la aparición de la venerada imagen y su llegada al pueblo del Valle del Espíritu Santo, encontramos que su historia data de mediados del siglo XVI, cuando la imagen arribó a la ciudad de Nueva Cádiz, en la isla de Cubagua, procedente de España. Poco tiempo después, el 25 de diciembre de 1541, esa población fue destruida por un huracán, y la figura de la Virgen fue llevada a la Isla de Margarita, específicamente a la comunidad de "El Valle del Espíritu Santo".

Desde entonces, la sagrada imagen es venerada como Nuestra Señora del Valle, patrona también del Oriente de la República Bolivariana de Venezuela y de la Armada Venezolana, y se le tributan grandes festividades el día 8 de setiembre, "DIA DE LA VIRGEN" y durante todo el mes de setiembre. Pero hay que destacar que desde su llegada al Valle del Espíritu Santo a nadie se le ocurrió llamarla "Vallita", sino Nuestra Señora del Valle del Espíritu Santo, porque, repito, quien se llama El Valle es el pueblo donde se la venera y no la Virgen como tal.

Aprovechamos las fiestas por el "DIA DE LA VIRGEN", para invitar a nuestros coterráneos y a todos los venezolanos para que la visiten en su templo, por cierto uno de los más concurridos en toda Venezuela: La Basílica Menor de Nuestra Señora del Valle del Espíritu Santo, una joya arquitectónica construida a finales del siglo XIX, donde se le venera como Patrona de los pescadores, patrona del Oriente del país y de la Marina de Guerra Venezolana ( La Armada ).

Ojalá, pues, nuestro humilde esfuerzo por esclarecer el malentendido que se ha propagado sobre el nombre de Nuestra Señora del Valle del Espíritu Santo sea aceptado como tal, en protección de la más sana y genuina tradición margariteña, una de las pocas que nos quedan, que al igual que el resto de las margariteñerías están siendo amenazadas por el arrollador avance de una invasión de modas, usos y costumbres extranjeras que arrasa con todo lo que encuentra en su devastador prurito de enriquecimiento a costa de nuestros valores culturales y de la misma identidad de los pueblos, en nombre de un capitalismo salvaje, al que poco le importa otra cosa que no sea la producción de dólares.



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