En muchas regiones de la isla de Margarita- aunque no es nuevo, pero por estos días se ha intensificado-los vecinos de muchos municipios se quejan de la escasez de agua. Pasan semanas y semanas y los representantes de Hidrocaribe no dan solución a esta carencia del vital líquido, creando un penar en cada familia que reside en la isla.
Cuando logras que algún funcionario conteste el teléfono-ya que siempre atiende una contestadora electrónica- refieren "el agua entra con poca presión", pero nadie habla de cuándo y cómo se va a resolver tan terrible situación. Este caos, de falta de agua, se da en medio de la intensa ola de calor que nos aqueja por estos días, junto al peregrinar por la gran escasez de alimentos y la queja por los altos precios de cada producto. Hay que hacer rondas de visitas en distintos locales comerciales, para encontrar mejores precios . Hoy , por ejemplo, me vi en la necesidad de comprar un aceite que marcaba 175 Bs. y pagar 400 Bs.-en una tienda de árabes en el centro de Porlamar- porque no hay opciones, o lo tomas o lo dejas. Y como por mi cédula me toca comprar los lunes los alimentos básicos, resulta que ese día nunca encuentro nada, porque han arrasado con todo el fin de semana.
También es un penar hacer colas, por motivos de salud no puedo exponerme en una indeseable cola, al sol ardiente y menos ver, lo que en muchas ocasiones hay que ver, ya casi que común, las trifulcas que se arman con golpes y demás en las colas aquí en la isla. Y como mejor es evitar, ello significa no tener alimentos básicos como: arroz, harina, mantequilla, aceite, papel sanitario, café, azúcar, etc.
En medio de esta no deseada situación, ahora nos sumamos a la escases de agua, una condición nueva en la urbanización. Llegó a creer que los dueños de las cisternas son bachaqueros, porque ese un buen negocio. Un camión sólo por venir con un poco de agua está cobrando 8 mil Bs. Y el botellón de agua potable ya está en 220 bs, aumenta semanalmente.
No tener agua para las necesidades básicas es en verdad una pesadilla, crea gran ansiedad. Por eso obliga a muchas familias a contratar camiones cisternas, que, repito, es un buen negocio para los avispaos y una calamidad para el bolsillo del que pada, pero imagínense pagar ocho mil bs, semanales por agua, ni en París sería tan oneroso.
En vista de ver esta injusticia y diría también ineficiencia, de empresas tan importantes como las de luz y agua, me veo en la necesidad de reclamar, que desde hace semanas no tenemos agua en el sector La Fundación, en los Robles, en el Portal de Los Robles y estamos desesperados; porque hay niños, ancianos, animales, familias enteras que no tienen ni una gota del preciado líquido desde hace bastante y no tien en para pagar una cisterna.
¿Será esta una jugada por la cercanía de las elecciones?...o es en realidad que Hidrocaribe no puede resolver el problema?
¿Será que el señor gobernador Mata Figueroa, no está al tanto de esta situación de Hidrocaribe? ¿ será que puede intervenir y ver qué está pasando?...
Los residentes de la isla se lo vamos agradecer. Nos interesa que se solucione, que alguien de la cara y explique porqué la falta de agua no se resuelve y por qué aun se dan los apagones, sobre todo el tempo electoral.
Ya es bastante dura la situación de escasez e inflación, daño a los artefactos eléctricos, (que ahora cuestan una fortuna) entre ellos los aires acondicionados, que pueden valorarse sobre los 300 millones de bolívares (18 btu)
Y hablando de calamidad aprovecho para llamar la atención a las autoridades de Porlamar, ya que caminar por esta popular zona da pesar. Los cables de electricidad, en muchas partes del sector, en plenas ceras, salen de las marañas de cables de los postes, guindando al aire, casi que uno los tropieza con el rostro, que además de ser una peligrosa condición es estéticamente inaceptable en una isla de turismo. La basura, brotes de agua sucia, ceras destrozadas, edificaciones viejas (que incluye edificios de las que fueran famosas avenidas como la 4 de Mayo y Santiago Mariño), dejan ver que esta no es precisamente una isla para el turismo, que la zona urbana necesita limpieza, decoración, y remodelación a fachadas de algunos edificios que afean la zona. Además de la basura, los buhoneros, hacen otro tanto de la anarquía que reina en las destrozadas ceras de Porlamar.
Me pregunto; ¿cómo vamos hacer turismo en una isla en estas condiciones y de paso sin agua, con apagones?.
La verdad sea dicha. Sin el agua, sin luz, sin mercados a cielo abierto, con los artefactos eléctricos dañados y el calor intenso, como dice mi abuelita “estas elecciones parlamentarias parecieran estar en pico e zamuro”.