Carabobo tercera llamada, comenzamos

Hace muy poco se nos fue Pedro Riera un fabuloso director de teatro y al cual lo conocí de muy pequeño, cuando mi padre junto a otros amigos de aquella izquierda de Carabobo y sus hijos nos pusimos a recolectar periódicos con la consigna “UN TEATRO PARA CARABOBO” los años pasaron casi medio siglo más tarde Valencia la de Venezuela no tiene una sala de teatro y con la cacareada modernidad tampoco tiene una sala de cine.
 
La educación va más allá de las aulas, es la casa, es la calle, es el barrio, es el entorno y entonces en Valencia la de Venezuela no tiene nada más allá que los centros comerciales y las tascas, pero nada más allá de eso, solo dos espacios para la presentación de las artes escénicas la Escuela de Teatro Ramón Zapata y el espacio del Teatro Arlequín, el Teatro Municipal que presenta algunas cosas de cuando en cuando y que es un lugar sobre todo para las graduaciones y la toga y el birrete.
 
En alguna ocasión le comente a mi amigo Alexis López quien estuvo como Alcalde Sustituto de la Ciudad de Valencia la necesidad de abrir las puertas del centro histórico de la ciudad para el beneficio cultural de la ciudad y el estado, que hubiera alumbrado y las plazas estuvieran lo suficientemente cuidadas para la recreación de los ciudadanos, fue poco tiempo el que estuvo Alexis como Alcalde luego que le pusieron los ganchos a Edgardo Parra debido a la trapacerías que hubo en su gestión, su vástago “Edgardito” puso pies en polvorosa y hoy se pasea con su plática y su mal gusto por alguna ciudad, huyo y esa es otra historia.
 
Lo cierto es que el Estado no cuenta con un espacio en donde realizar actos de envergadura, presentar cine nacional y latinoamericano, donde reunirse las comunidades y entonces se tienen que reunir bajo los rayos del sol valenciano, pero seguimos sin teatro, sin una sala de cine, sin un espacio público, donde se puedan presentar la producción cultural nacional y donde los pobladores del sur y de la zona sur y centro de la ciudad se comience a reunir para gozar del tiempo libre, donde puedan escuchar un concierto, donde puedan ver una pieza o una obra de teatro.
 
La Plaza Bolívar de Valencia una de sus esquinas cuenta con una antigua edificación donde estuvo Pedro Infante, donde más de uno de nosotros fue por primera vez al cine, las otras salas de cine de la ciudad son lotes baldíos o lugar donde agrupaciones religiosas desarrollan sus actividades.
 
Valencia la de Venezuela sigue sin tener un espacio para apreciar, para ver y escuchar, para sentir lo que se produce a nivel de ballet, danza clásica, baile popular y ese espacio está ahí en la esquina de la Plaza Bolívar y entonces es necesario decirlo y volverlo a decir el Gobierno de Carabobo, como gobierno revolucionario y asumiendo aquello de los poderes creadores del pueblo deberá asumir un espacio que está ahí y que claro tendrá que asumirse como “bien de utilidad pública” y como tal contactar con el legítimo o los legítimos propietarios  y empezar desde un lugar privilegiado la “humanización y embellecimiento” del centro histórico de la Capital del Estado Carabobo.
 
La vida de las ciudades, la vida de la ciudad y la vida del Estado es también la calidad de vida de sus ciudadanos y con esto comenzamos un y se comienza la demostración de que los cambios culturales pueden y deben tocarnos a todos, un gobierno incluyente, un gobierno transformador y un gobierno donde los espacios de recreación, participación e interactuación con los  habitantes de su espacio geográfico se vuelva vital, constante y sistemático.
 
Amanecerá y veremos, en todo caso El Gobernador tiene la palabra.


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Yuri Valecillo


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