Hotel “La Montaña” de La Grita

Una de las construcciones de infraestructura más emblemáticas del Táchira lo representa el Hotel “La Montaña” de La Grita, diseñado por el arquitecto de nuestro terruño Fruto Vivas e inaugurado un 14 de agosto de 1967 por el Presidente, de entonces, Raúl Leoni.

Eran los tiempos de un gobernador que se calificaba “independiente” pero de corazón adeco y a quien hay que reconocerle (después de Marcos Pérez Jiménez) el mandatario que más obras le ha hecho a La Grita, como lo fue el desparecido (ganadero y banquero) Juan Antonio Galeazzi Contreras.

Eran los tiempos florecientes de la IV República cuando el conocido mandatario “democrático”, quien no quebraba un plato, daba órdenes en silencio a la policía política de entonces (Digepol, donde se formó CAP), para asesinar estudiantes y perseguir “comunistas” que se opusieran al régimen.

Mientras en la “Atenas del Táchira” un grupo de griteños emprendedores se reunían para pensar en el futuro, unieron esfuerzos para concebir una obra, en la cual adquirieron acciones junto al Concejo Municipal de aquel entonces y apoyar la construcción del Hotel “La Montaña” en Campo Alegre, misión encomendada al arquitecto de la aldea Guacharaca, vía Carretera Trasandina, el ilustre profesional y paisano Fruto Vivas.

Sus cabañas, sus estructuras y amplios ventanales que se dejan acariciar por las neblina, fueron sembradas en una colina vía Pregonero, en pleno páramo de “Las Porqueras”. Un comedor amplio y la sonrisa andina y el calor de una italiana, quien le dio vida al hotel por muchos años, fueron el orgullo gritense y del Táchira para el mundo: La Sra. Alida.

Para recordar la historia es bueno citar a nuestro cronista hermano, Néstor Melani Orozco quien nos recrea la inauguración del Hotel “La Montaña”: “Fue un 14 de agosto de 1967. La Casa Militar por las calles de La Grita, en sábados de tiempos tranquilos, venía el Presidente “democrático” a inaugurar la Avenida Francisco de Cáceres, el Hotel “La Montaña” y la sede del Banco de Fomento Regional Los Andes”.

Para esta última obra, nos recuerda el cronista, “fue destruida la Casona de la Señorita Sara Moret, donde levantaron la nueva entidad financiera, entre concretos fríos y sin dolerles su arquitectura. Allí, un 19 de junio de 1899, Cipriano Castro había pernotado junto al entonces capitán Juan Vicente Gómez y el recluta bachiller de Queniquea, Eleazar López Contreras”.

Este afán de destrucción no ha sido extraño en La Grita por parte de los “nuevos ricos”; así ocurrió con la antigua obra arquitectónica del Seminario Kermaría, la cual recordamos los griteños de la generación de los años 40 y 50.

Hoy, luego de la pérdida de la Alcaldía de Jáuregui, por la mala administración de una gerencia revolucionaria, el Hotel “La Montaña” vuelve a la palestra por su importancia y significación para el turismo del Táchira y de Venezuela.

Por la disposición de algunos preocupados por La Grita, entre ellos el “caudillo gritense” Macario Sandoval, surgió la idea de convertir la obra maestra de Fruto Vivas, ubicada en la cima de Campo Alegre, en una Escuela de Turismo.

El anteproyecto partió de la Universidad Experimental Simón Rodríguez, la cual tiene un núcleo en La Grita. Nos enteramos por casualidad de la existencia de dicho anteproyecto, en la ciudad de Maturín donde la profesora de postgrado en la UNESR María del Pilar López de Tohme, nos habló con ahínco de acelerar tal proyecto, porque quizá alguna mano peluda lo engavetó y no se le ha dado continuidad.

En la actualidad la nueva administración de la Alcaldía de Jáuregui (de la oposición) ha querido darle vida al hotel, pero en manos privadas y como una empresa independiente; es decir, desconectada de la población. No obstante, los griteños pensamos que este hermoso Hotel “La Montaña”, por su valor histórico y arquitectónico, debe tener un mejor destino.

La idea de convertirlo en una Escuela de Turismo, orgullo de las nuevas generaciones de griteños y de venezolanos, luce como un acierto. El Ministerio del Popular para el Turismo en las manos de Andrés Izarra, debe poner los ojos en esta obra y desempolvar el viejo proyecto de la UNESR.

La obra de Fruto Vivas, quien sabemos apoyaría una gran escuela para el turismo por parte del Gobierno Nacional, es una aspiración loable y posible en la “Atenas del Táchira”. Por eso, los griteños y venezolanos de corazón deseamos sea una realidad, la Escuela de Turismo, en la cima de Campo Alegre en el Hotel “La Montaña” de La Grita…

¡Amanecerá y veremos!


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Marco Tulio Arellano

Jubilado en Pdvsa

 arellanomt@hotmail.com      @Homugria

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