De la Mérida apacible a la Mérida desapacible

En su libro titulado Mérida crónicas de una década editado por la ULA en  1992 el ex rector y catedrático universitario José Mendoza Angulo nos reseña lo siguiente, Mérida comenzó a ser violenta cuando la universidad empezó a crecer exponencialmente y sin concierto con el resto de los factores de la vida urbana, y promovió la permanencia de una gigantesca masa humana sobre la meseta que sometió a exigencias imposibles de atender, con el mismo ritmo de la demanda a los servicios básicos. Cuando la ciudad en buena medida por la presión humana y cultural de la universidad, fue perdiendo su identidad, cambiando el hablar cantarino del merideño, modificando usos y costumbres, abriendo grietas en los hábitos ancestrales del habitante. Cuando la apacible ciudad se enredó con el trafico endemoniado y largas colas,  donde los ciudadanos recorren cada mañana amargados el valle merideño para dirigirse a sus  respectivos trabajos   (página 64)

Hoy a veintidós años de aquel análisis subtitulado defensa de la ciudad, el panorama recrudece y Mérida se torna en una ciudad queriéndose asemejar a las grandes metrópolis ahora existen más centros e institutos universitarios, monstruosas edificaciones con aires acondicionados que provocaran desequilibrio a su clima, parque automotriz y de motocicletas sin control, áreas verdes consideradas pulmones de la ciudad  convertidas en hoteles, urbanizaciones y caseríos.

Si Mérida comenzó a ser violenta por la universidad como lo afirmaba para aquel entonces el Dr Mendoza podemos decir que hoy la violencia  repercutirá aún más en todos los sentidos debido a que el aumento exponencial de la población estudiantil arroja como consecuencia que grupos anarquizados paralicen sus calles y avenidas las veces que le da la gana. Por otra parte el congestionado parque automotriz y de motocicletas el cual han hecho de  la ciudad una pequeña Saigón registrando un record de lesionados y fallecidos en  accidentes de manera impresionante en una ciudad donde el nivel de consciencia y  educación vial debería ser optimo digno de una ciudad de los caballeros y universitaria

Por otro lado el alcohol, la droga y el narcotráfico están haciendo estrago en la ciudad de los caballeros donde distribuidores y consumidores hacen de su ambiente propicio de parajes y montañas para desarrollar sus letales efectos.   En fin este es el panorama actual de este 2014 del siglo XXI en el preludio del tercer milenio que vive la Ciudad de los Caballeros de  Mérida, una ciudad queriéndose parecer cada día más a una gran metrópolis

Lo único que pido como emeritense  es que para el 2080 el parque nacional Sierra Nevada siga siendo parque nacional                                  

Profesor

afs650@hotmail.com



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