Matasiete símbolo de patria y soberanía caribeña

El 31 de julio de 1817 el pueblo Neoespartano, con una pequeña tropa de no más de trescientos combatientes, comandado por el general patriota Francisco Esteban Gómez, derrotó al formidable ejército español al mando de General Pablo Morillo, El Pacificador, quien arribó a la isla al frente de una legión de más de catorce mil soldados curtidos, con la misión de someter a los patriotas venezolanos. Aplicando tácticas de lo que hoy se conoce como guerra asimétrica, los patriotas margariteños emularon al legendario pueblo griego de Esparta, que con un pequeño ejército al mando de su Rey Leonidas, contuvo a la invasión Persa en el paso de las Termópilas. Desde entonces el cerro Matasiete se constituyó en uno de los grandes patrimonios de la patria venezolana.

En la base del cerro Matasiete, una empresa construyó las fundaciones para levantar unas seis torres de apartamentos, en espacios que los defensores del cerro consideran parte del monumento histórico y natural, pero a los que extrañamente se les concedió permisos, presuntamente fraudulentos, por parte de la alcaldía del municipio Arismendi y del MPP para el ambiente. Este hecho provocó la inmediata reacción de los neoespartanos y sus organizaciones del poder popular contra lo que se considera un atentado contra el patrimonio histórico y ambiental. En medio de este proceso, que coincide en el tiempo con la llegada a la gobernación del general en jefe Mata Figueroa, se nombra a la activista sociocultural Yamilex Millán autoridad única de área ambiental para el estado Nueva Esparta. Es necesario señalar que Yamilex Millán se había destacado como una de las más activas defensoras del cerro Matasiete, y a la vez promotora de la candidatura del General Mata Figueroa, a los que se suma su trayectoria como trabajadora sociocultural con niños y en el campo de la educación popular, tanto en su querida Nueva Esparta, como en otras regiones del país. Al llegar al cargo, con la ley en una mano, en la otra el quinto objetivo histórico del Plan de la Patria Simón Bolívar, 2013-2019, de nuestro comandante Chávez y el respaldo del pueblo de Nueva Esparta, logra paralizar las obras; pero, como en una secuencia teatral, entra el nuevo ministro del poder popular para el Ambiente, el margariteño Dante Rivas, quien en una de sus primeras actuaciones destituye a Millán, lo que ha generado más de una interrogante y descontento, por cuanto se especula que fue destituida para favorecer a la constructora que amenaza al cerro Matasiete.

El Pueblo neoespartano afronta importantes problemas ambientales como son la explotación irracional de la areneras, la construcción en lugares que afectan el equilibrio ambiental (caso del famoso hotel Chana en Puerto Fermín - El Tirano), la privatización de las aguas naturales de San Juan, el problema de la invasión urbana al valle de Atamo y la amenaza que se cierne sobre el legendario cerro Matasiete, patrimonio histórico y natural de Nueva Esparta y Venezuela toda.

La importancia de esta lucha por la defensa del cerro Matasiete se expresa en la proclama que se leerá en los actos conmemorativos y del cual repetimos el siguiente párrafo “En los momentos actuales, en los que el pueblo venezolano libra la batalla para alcanzar su segunda y definitiva independencia, ahora frente a la agresión imperialista estadounidense y sus aliados internos, esta referencia que marcó con tinta indeleble el proceso histórico regional en los albores del siglo XIX, adquiere una significación extraordinaria, porque en estos sucesos trascendentales deberá apoyarse la actual gesta revolucionaria.”

También hay que destacar lo que significa el estado Nueva Esparta para el ejercicio de nuestra soberanía en el mar Caribe, lo que incluye la protección del medio ambiente de manera integral e integradora con la demás islas países, absolutamente interdependientes entre sí (por supuesto que incluye a las islas y tierra firme venezolanas); la integración cultural de los pueblos y las luchas antimperialistas.

Este 31 de julio, en ocasión del aniversario de la batalla se realizarán diversas manifestaciones del poder popular neoespartano y de otras regiones del país, así como de instituciones públicas. Una vigilia, escenificación de la batalla, y la lectura de una proclama se harán en defensa del cerro y servirán de marco a la solicitud de medidas de protección legal, tanto por su condición histórica como ambiental. Por supuesto que la voz unánime del pueblo neoespartano es un no rotundo a la construcción de las referidas torres.

aramos53@gmail.com


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