A nosotros nos gusta ir a votar. Así sea para elegir la reina de los carnavales, los voceros de los consejos comunales, la junta de condominio, lo que sea. Nos gusta votar. Cada elección es una fiesta, una echadera de broma, por decirlo de una manera decente. Y parece que cada día nos gusta más a pesar de las tensiones que se crean. Las tensiones que lógicamente se producen, como las que son alimentadas por los rumores de manera intencionada o no.
Me gustaría escribir algo útil. Que aporte en estos momentos cruciales. El próximo domingo 14 de abril vamos a elegir a quien será presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Y después de escuchar y ver en televisión algunas declaraciones de importantes factores políticos y de enterarme de algunos eventos desafortunados que se han presentado, protagonizados por personas vinculadas a esos mismos sectores que han hecho esas declaraciones, y uniendo todo esto con lo que ocurre en el mundo sobre todo desde el 2002, me atrevo a concluir que es muy probable que se presenten hechos de violencia y que se intente iniciar una escalada de violencia política que desencadene un proceso de deslegitimación del gobierno y de los órganos de poder del Estado, en función de que aquellos que no pueden o no han podido llegar al gobierno por la vía electoral, se hagan del poder por otras vías, incluyendo el apoyo de factores externos. Nótese que trato de ser elegante y no nombrar al imperialismo norteamericano ni nada de eso. ¡¡Dios Mío!! Ya lo hice. Se me salió la clase (después explicaré esto de la clase)
Tengo hermanos, hermanas, en fin, familiares, que están con la oposición. Algunos amigos también. Vecinos opositores. Ojalá lean estas líneas. Ojalá pueda ser útil.
No es difícil predecir quien va a ser el ganador. No hay que ser un experto estadista ni un sociólogo para darse cuenta cuales son las tendencias electorales, por donde va la cosa. Es cuestión de detenerse un poquito y ver los acontecimientos tal cual se nos presentan:
Chávez ganó en octubre con alrededor de un millón y medio de votos de ventaja, casi 12 puntos porcentuales. ¿Quién puede creer que esa ventaja se pueda perder en apenas seis meses? ¿Quién?
Por si lo anterior fuera poco, consideremos lo siguiente: en diciembre, el chavismo ganó 20 de las 23 gobernaciones. ¿Quién puede creer que en apenas cuatro meses se puedan esfumar esos votos del chavismo? ¿Qué haría que esas simpatías o lealtades migraran para otro lado? Recuérdese que el comandante Chávez no participó del proceso electoral de las gobernaciones. Apunten eso.
¿Quién puede creer que las expresiones de dolor, tristeza y amor que nuestro pueblo mostró de manera inequívoca durante las honras fúnebres del comandante Chávez y que todavía pueden observarse, no tienen un poder movilizador desde el punto de vista electoral?
Las mismas encuestadoras que habían previsto el triunfo de Chávez en octubre y del chavismo en diciembre del año pasado, le están dando una ventaja al presidente encargado Nicolás Maduro, que va de un 8% a un 20%. No se equivocaron en las oportunidades anteriores, ¿por qué habrían de equivocarse ahora? Revisen la hemeroteca. No los va a morder.
El candidato Capriles evidenció cierta duda a la hora de aceptar la candidatura (aunque esto es relativo). Dijo que lo iba a pensar, pensó, después aceptó y dio su rueda de prensa. Y ¿qué dijo? Que iba a aceptar porque no se podía dejar sola a toda aquella gente opositora que todavía creía que había una esperanza. Esas no son las declaraciones de alguien que cree que va a ganar. Y es que ni el señor Capriles, ni sus más cercanos colaboradores y asesores, ni muchos de quienes votarán por él, creen que vaya a ganar. Las encuestas también dicen esto. La mayoría de los encuestados piensan que va a ganar Maduro, indistintamente de por quién vayan a votar. Capriles ni siquiera fue a inscribir personalmente su candidatura. Mandó a otra persona y eso es muy significativo. No nos caigamos a mentira, el hombre comenzó muy desganado.
¿Quién se quiere parecer a un perdedor? ¿Quién quiere imitar a un perdedor? El comando de Capriles trató primero, en la campaña del siete de octubre, de parecerse a Chávez, en el vestuario, los colores, en la manera de hablar, dijo que apoyaría las misiones, etc. Ahora su comando se llama “Simón Bolívar” ¿cómo así? ¿Quiénes han olvidado las burlas de esos sectores cuando en la constituyente se propuso el nombre de República Bolivariana de Venezuela? ¿Recuerdan el decreto de Carmona del 12 de abril de 2012? “se restituye el nombre de República de Venezuela” y ¡Cómo gritaban eufóricos ante aquel extraordinario anuncio! No es que quiera ser mala sangre, pero las cosas no pueden olvidarse así de fácil. ¿Bolivarianos? ¿De cuándo acá? Y mejor no hablamos de adonde pusieron el cuadro de Bolívar porque ahí sí es verdad que se me va a salir una grosería. Pero retomemos el punto: un ganador, ni por nada del mundo querrá parecerse a un perdedor. ¡Ni de broma¡ Eso está claro. Si el Comando de la oposición intenta presentar a Capriles casi como el verdadero heredero de Chávez es porque considera que los votos están ahí, en el chavismo. No los tiene él. A nosotros, los chavistas nos gustaría ganar con muchos más votos, digamos que con más de un 65%. Con mucho más. Pero por nada del mundo, vamos a salir a gritar “fuera los cubanos” “no a los enchufados” o a poner la bandera nacional con los colores invertidos o quitarle una de las ocho estrellas para ganarnos la simpatía de los opositores. No nos queremos parecer a ellos y no es sólo porque estén perdiendo las elecciones. No compartimos sus ideas, sus métodos, sus lealtades, sus compromisos. Y eso se puede discutir en otro momento. Sí va.
Capriles acaba de decir en días recientes que él no era el mismo del 7 de octubre y que esta vez iba a defender su triunfo. ¿Qué es eso? o sea, ¿el ganó el 7 de octubre y para evitar rollos aceptó los resultados amañados del C.N.E? ¿cómo se aceptan los resultados del C.N.E. del 16 de diciembre cuando en el estado Miranda ganó ante Elías Jaua con estrecho margen y no aceptar los resultados del 7 de Octubre cuando pierde por un amplio margen? ¿cómo es eso? ¿O estamos ante un loco, un irresponsable, un hablador de pistoladas o un armador de brollos, o todas las anteriores? Las elecciones son fraudulentas cuando ellos pierden pero cuando ganan son súper justas y transparentes. Estas declaraciones están planteando el desconocimiento de los resultados electorales y están llamando a la desobediencia civil. Eso está clarito. Pero, ¿recuerdan lo que pasó el 11 de abril de 2002? Ellos mismos develaron su plan ante los medios. Eso está más que demostrado: montaron su plan que incluía varios muertos de lado y lado para justificar todo lo que ocurrió después. Le pregunto entonces a mis familiares, amigos, vecinos y a cualquier otro u otra opositora ¿se van a dejar utilizar otra vez como tontos y tontas útiles? Aunque sería más adecuado decir Tontos y tontas inútiles. Y me perdonan. Pero recordemos que aquella vez, a ninguno de aquellos heroicos dirigentes opositores les pasó nada, ni un rasguño. Pero cayeron un montón de muertos y heridos. Y sólo porque había que justificar un golpe de estado, perdón, un vacío de poder, que gracias a la santísima casualidad fue llenada por el inefable Pedro Carmona que había salido a comprar querosén y pasó por Miraflores . Recordar es vivir. Volver a caer en la engañifa de esos destartalados comediantes sería el colmo de lo insólito. Insisto, y me perdonan, pero eso no tendría nombre.
Yo sé, tú sabes, él sabe, nosotros sabemos, vosotros sabéis, ellos saben. Todo el mundo sabe que Nicolás Maduro ganará las elecciones el próximo domingo y entonces, ¿por qué la dirigencia opositora ya está cantando fraude y llamando a sus seguidores a desconocer los resultados? Ya se los dije: está rodando el plan, su obra de teatro, su telenovela ya está al aire y cada quien tiene su papel, su personaje. A ti te tocan las balas, la parte más conmovedora y hasta saldrás en los medios pero quizás no te puedas ver, pero claro son gajes del oficio. Del oficio de pendejo si vuelves a caer en ese barranco, mijito!!!
Vean esto: después de no sé cuántos procesos electorales, ¿Quién puede, en su sano juicio, dudar de la transparencia, eficiencia, objetividad y capacidad técnica del C.N.E.? Jimmy Carter lo ha dicho, numerosos observadores internacionales, organismos electorales de diferentes partes del mundo lo han ratificado: el sistema electoral de Venezuela se encuentra entre los mejores del mundo. Solo algunos representantes de los sectores hegemónicos de EEUU consideran que nuestro sistema electoral es pangola, que no es fiable y que de paso aquí no hay libertades democráticas. Ellos, precisamente ellos, que tienen elecciones de segundo grado, que tienen a un montón de ciudadanos de “segunda” y de “tercera” categoría, fuera del registro electoral, que dan sus resultados a los meses, que cuentan los votos con los dedos y con rayitas en una panela de hielo, y un buen largo etc., nos vienen a decir a nosotros, que nuestro sistema electoral es chimbo. Como soy educado les diré: que cínicos son. Estoy pensando otras cosas que no voy a poner aquí. Pero sólo por necear, escribiré lo que sigue:
Durante todo el proceso electoral se realizan innumerables auditorías, a las cuales asisten todos los involucrados. Antes, durante y después.
Durante las elecciones, cada votante hace auditoria cuando observa el comprobante que le entrega la máquina y puede darse cuenta que lo que refleja el papelito es exactamente su voto.
Durante el proceso electoral asisten y participan ciudadanos comunes escogidos al azar por el C.N.E. Participan como miembros de mesa. Además están los testigos de los partidos y candidatos. Eso es abierto. Ahí no hay gallos tapados. El protocolo es harto conocido por quienes participan del proceso.
Cuando concluye el proceso de las votaciones y se cierran las mesas se le hace auditoría al 51% de las mesas, lo cual es exagerado. Es como si a uno tuvieran que sacarle la mitad de la sangre para realizarle los exámenes de hematología. Particularmente, he asistido a una gran cantidad de auditorías y nunca he visto ninguna inconsistencia numérica, ninguna diferencia entre lo que arroja el conteo manual de los votos y lo que arrojan las actas electrónicas que entrega la máquina para distribuirla entre todos los testigos de los partidos y representantes del C.N.E. La auditoría se hace en presencia de todo aquel que desee asistir a presenciar el acto. Siempre he visto que todos los representantes de todos los partidos firman conformes, las actas de auditorías. Al parecer, para esta ocasión, los testigos de la oposición tienen la orientación sabia de sus dirigentes de no firmar las actas de auditorías. ¿Cómo les parece?
Distintos representantes del PSUV y del gobierno han presentado pruebas de los planes que se tienen desde los sectores radicales de la oposición para desconocer los resultados electorales y generar violencia. Se han mostrado correos electrónicos, videos, fotografía, audios de llamadas telefónicas. Se habla incluso de presencia de paramilitares. ¿No lo crees? ¿Lo hubieras creído si te lo hubiera contado el 10 de abril de 2002? ¿o es mentira lo de los francotiradores que apostaron quienes armaron el libreto del golpe de Estado, ahí, cerca del puente Llaguno? Está bien, no me creas. Créele a Globovisión. Después, yo te voy a echar un cuentico.
Es realmente fuerte la influencia que ejercen los medios de incomunicación sobre nuestra gente del pueblo. Gente del pueblo (ojo: la llamada clase media también es parte del pueblo) que cree ciegamente en la televisión manipuladora. Para ellos el gobierno chavista no ha realizado ninguna obra que valga la pena, las viviendas que se han entregado (más de 380.000), no existen se las han dado a los enchufados, ni existen las más de 2.000.000 de personas que salieron del analfabetismo, ni los puentes, ni las universidades existen o si existen no sirven, es mentira que hayamos pasado de 250.000 pensionados a casi 3.000.000 que ahora cobran puntualmente salario mínimo (ah, pero, increíble, los señores de la oposición, tan justos ellos, están exigiendo bono de alimentación para los pensionados, ¡¡¡como los amo!!!) . . . en fin, todo tiempo pasado fue mejor, o en otras palabras, todo tiempo chavista es y será peor. Las marchas chavistas son invisibles o quienes asistimos a ellas somos una especie de infra ciudadanos (tierrúos y hediendos), que nos pagan hasta para ir a los funerales de nuestro máximo líder, de verdad que no me había dado cuenta que miserable soy. Los cierto es que prácticamente no nos podemos entender, no nos escuchamos. Nosotros, los chavistas tampoco somos muy pancitas cuando de atacar a los opositores se trata (escuálidos, es lo más bajito que le decimos).
Claro que nuestro gobierno presenta duras fallas, puntos débiles. Claro que ponemos la torta. Pero esos desaciertos en nada desdice el sincero esfuerzo que se está haciendo por construir un mundo mejor, una nación mejor. Nuestro gobierno ha reducido la pobreza, ha aumentado la escolaridad, ha llevado los servicios públicos de agua potable, electrificación, con apagones y todo, salud, educación a extensas regiones del país, ha aumentado el control soberano sobre nuestros recursos minerales y petroleros, le ha permitido un extraordinario protagonismo al pueblo en la planificación y ejecución de políticas públicas, esto a través de los consejos comunales y comunas (que funcionan medio chuecos? es verdad, pero funcionan, respiran sueñan, crecen, se reproducen y no mueren), ha desarrollado una obra extraordinaria en materia de infraestructura (puentes sobre el río Orinoco, metros de Valencia, Maracaibo, Los Teques, que con todo y retrasos, ahí vamos adelante), en materia de ciencia y tecnología también tiene sus modestos avances, ahí están nuestros dos satélites (recuerdo como se han burlado de estos aparatos ), y se podía seguir enumerando logros que son completamente invisibles para aquellos que sólo verán nuestros errores y a veces cuando no los haya, los crearán como hacen un pastel de berenjenas o una novela o cualquier cosa, porque ellos pueden crear cualquier cosa a través de los medios de incomunicación.
Por eso digo: ojalá pueda ser útil y algún amigo, familiar, vecino opositor, lea estas líneas y no es que se vaya a meter a chavista, que vaya a votar por Maduro. No es eso. Sólo les imploro que vayan a votar por quien ustedes consideren. Pero que lo dejen hasta ahí. Aquí no hay ningún fraude ni lo va a haber. Maduro ganará limpiamente y ustedes lo saben, así como nosotros lo sabemos y Capriles más que nadie. Uno puede saber dónde comienza la violencia política pero es muy difícil prever cómo y cuándo terminará, quiénes de nosotros estarán al final para contar esa absurda historia. La paz es el asunto que debemos preservar para seguir avanzando en esta aventura de construir una patria. La paz nos conviene a todos, la paz es nuestro territorio. La violencia es su terreno, el terreno de aquellos que desprecian nuestra patria, que no aceptan que seamos diferentes, que propongamos un destino distinto a lo que ellos tratan de imponer.
Al comienzo de la campaña electoral, algunas personas exigían debate entre Maduro y Capriles. Creo que quienes tenemos que conversar somos nosotros, los hombres y mujeres de la calle que víctimas de la acción de la manipulación enloquecedora de los medios de incomunicación no nos podemos ver, no nos escuchamos ni nos toleramos. Les cuento dos anécdotas rapidito: la primera: una señora amiga chavista me contó que andando ella con su traje de batalla (vestida de rojo rojito, afiches en la mano, banderas etc.), se le acercó una señora opositora y le dijo “venga acá señora para explicarle por qué hay que votar por Capriles” y nuestra amiga chavista le contestó “¿por qué no me explicaron cuando iban a hacer el paro petrolero?” y por ahí se fue, plomo y plomo. No le escuchó los argumentos a la vecina opositora. Y los argumentos que presentó para defender la opción que ella abraza, como los presentó en medio de aquel rolo de regaño, por supuesto que tampoco serían “escuchados” por la vecina opositora.
La segunda, ocurrió el mismo día que la compañera me echó el cuento anterior: ese mismo día coincidimos en la misma comunidad dos actividades electorales, la opositora y la nuestra. Primero arrancaron los caprilistas con una caravana de carros y reparto de propaganda, música y todo aquello. Pasaron frente a nosotros y no pasó nada, una que otra palabrita descalificadora de parte y parte pero no pasó de ahí, incluso, uno de ellos que había sido de nosotros y saltó la talanquera, se acercó y echó bastante broma con nosotros y se tomó varias fotos con intercambio de gorras y todo. Se fueron para la plaza de la comunidad. Los perdimos de vista. Mucho rato después arrancamos nosotros con nuestra actividad que comenzaría con una caminata por la comunidad y como éramos bastanticos, se decidió darle así, caminando. Pues sucede que cuando nos íbamos acercando a los amigos opositores que estaban en la plaza, estos salieron despavoridos, se montaron en sus carros y salieron volando como si nosotros los fuésemos a linchar, increíble, es gente que nos conoce, que nos ha visto desde hace mucho tiempo, que va a los mismos lugares, cree en los mismos santos y va a la misma iglesia y a los mismos brujos, practica los mismos deportes, etc. Es decir, vecinos que debían saber que no le íbamos a agredir ni hacer nada, de hecho ya nos habíamos topado como una hora antes y lo que hubo fue una echadora de broma. ¿Cómo van a creer eso? Así no se puede. Si no se puede compartir ni la calle, ¿cómo vamos a conversar acerca de lo que piensa cada uno? Y les digo: pertenecemos a la misma clase social (aquí la explicación de que se me salió la clase), así que tenemos los mismos intereses, los mismos problemas, la misma historia colectiva (la mayoría somos trabajadores, asalariados, vivimos del sueldito que igualito tratamos de estirar yendo al mercal, etc.), así que deben haber muchas más coincidencias de las que ustedes se imaginan. Tenemos que conversar, definitivamente. Y no para que nadie convenza a nadie, sino para que nos aceptemos al menos, comprendamos este rollo. Y desde esa comprensión se tome una posición más consciente y racional.
Por último (porque esta carta está larguita), no sigan creyendo que lo que decimos del imperialismo norteamericano es pura coba, que son inventos comunistas, justificaciones de nuestras fallas. Los gringos le quitaron la mitad del territorio a México en 1848, han invadido, así como se lee y escucha, invadido, a Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Grenada, República Dominicana, Panamá y mucho antes (comienzos del siglo XX) instigaron para que Panamá se separara del resto de Colombia. Las embajadas norteamericanas aparecen como promotoras de golpes de Estado en Chile, Argentina, Brasil, Venezuela, Bolivia, el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán, entre otras perlitas que todo el mundo sabe. Están los documentos desclasificados de la CIA, está wikileads. Échenle una revisadita. Dedíquenle un tiempito a eso. Investiguen que eso no es malo, no mata a nadie.
Si indagan un poco se darán cuenta que las empresas privadas de incomunicación muestran un mundo al revés: lo verdadero como falso y lo falso como verdadero. El video de venevisión que “mostraba” a “los círculos bolivarianos disparando sobre la marcha indefensa de la oposición” ganó un importante premio en España y todavía hay gente que cree que eso fue así, aun cuando nunca se mostró que esas personas (los “pistoleros”), se defendían de los disparos de la policía metropolitana y que la marcha opositora nunca llegó a Puente Llaguno. Nos muestran como mentira que el mismo gobierno de Bush tumbó las torres gemelas en septiembre del 2001 y a partir de ahí se han venido echando al pico a Afganistan, Irak, Libia, llegaron a Siria y van por Irán y estimulan un enfrentamiento entre las dos Coreas y todo por el error de la naturaleza de ubicar el petróleo de los gringos en territorios tan alejados. ¡Cosas! ¿Verdad?
¿Todavía creen que los gringos no están metidos hasta el cuello en esto que se planifica para el domingo 14, así como estuvieron involucrados en lo del 11 de abril y el sabotaje petrolero?
Me despido. Ya está bueno. Esto quedó largo. Perdónenme esta y las que faltan
Un abrazo.
Douglas, desde Duaca, estado Lara, el mismísimo 11 de abril de 2013.
