Crédito hipotecario en el Banco de Venezuela y las tres necesarias R

La presente carta tiene el objetivo de exponer las circunstancias irregulares que se me han presentado con una solicitud de un crédito hipotecario en el Banco de Venezuela, con la intensión de que sean evaluados los correctivos necesarios y evitar que otros solicitantes sufran los mismos inconvenientes.

El Ejecutivo nacional ha hecho numerosos exhortos por todos los medios disponibles a las entidades financieras, tanto privadas como del Estado, para que faciliten la obtención de créditos para viviendas. Estos llamados parecieran que han caído en oídos sordos por parte del mencionado banco, institución pública que debería ser la primera en dar cumplimiento a los mencionados lineamientos presidenciales.

Hablo por supuesto de mi caso personal, sin embargo, siendo funcionario público, profesional, por primera vez solicitando un crédito hipotecario, con un ingreso económico estable, y sin deudas de ningún tipo; me imagino que esta situación debe estar afectando a un numero mucho mas grande de solicitantes.

Cronología de los hechos:

Desde el 5 de noviembre 2010 hice una solicitud de crédito para vivienda en el Banco Venezuela, sede de la Avenida Bracamonte con Avenida Lara en Barquisimeto. La institución tardó tres meses en darme una respuesta negativa. Tiempo muy valioso ya que tengo una opción de compra para mi primera vivienda propia, que vencerá prontamente.

Fui informado que para una reconsideración había que presentar todos los recaudos otra vez porque ya habían pasado mas de tres meses y se necesitaba actualizarlos, lo que equivale a reunir constancias de ingreso, recibos de pago, etc. Ante mi solicitud de información del porqué de la negativa del crédito, la gerente en Barquisimeto de apellido Mendez me explicó que el problema fue que el banco clasificó -erróneamente- a mi apoderado como co-solicitante y el mismo no reunía los recaudos.

El 18 de febrero fueron entregados los recaudos nuevamente y la gerente, después de revisarlos, se comprometió a enviarlos de inmediato a Caracas para su reconsideración. El día 24 de febrero mi padre (quien es mi apoderado, por yo encontrarme en comisión de servicio fuera del país) recibió una llamada de Caracas de la analista de crédito Miriam Martínez donde le solicitan presentarse en el banco porque falta información en las planillas.

Mi padre viaja entonces a Caracas, previa conversación con la agencia en Barquisimeto, donde la gerente le ratifica que esos documentos ya fueron enviados y que la analista Martinez efectivamente trabaja en la capital. En la agencia central en Caracas a mi padre lo tienen esperando durante el transcurso del día y ni siquiera es atendido. Ante tal situación me comuniqué con la gerente de crédito hipotecario en Caracas de apellido Rojas, quien me informa que el expediente no ha sido enviado desde Barquisimeto y que mi padre perdió el viaje porque ellos no pueden hacer nada al respecto. Para hacer el asunto mas confuso todavía, me informa que la analista de crédito Miriam Martínez no trabaja en Caracas, que trabaja en Barquisimeto, a pesar de que la llamada a mi padre fue hecha desde Caracas. Me aseguró igualmente que hablaría con la gerente de Barquisimeto para averiguar donde esta el expediente y que posteriormente se comunicarían con mi padre para explicarle la situación. Al final nadie lo llamó y no le quedó mas remedio que regresarse sin haber sido ni siquiera escuchado.

Los siguientes aspectos resaltan en esta situación:

-Factor tiempo: Tres meses para informar de una decisión dice mucho de la prioridad que el banco asigna al otorgamiento de créditos hipotecarios. No es posible que el cliente tenga que esperar tanto tiempo para tener noticias de una solicitud.

-Calificación del personal: El personal del banco receptor debería saber la diferencia entre un apoderado y un co-solicitante.

-Factor humano: Si hacen viajar a un cliente desde el interior, lo que implica gastos económicos y tiempo, por lo menos deberían tener la decencia de atenderlo y escucharle sus planteamientos. Como servidores públicos debemos tener mayor sensibilidad ante estas situaciones y evitar el impacto en los usuarios, consecuencia de errores o mala información interna.

Como reflexión, los funcionarios del Estado debemos actuar en concordancia con los principios humanistas del proceso revolucionario e implementar los exhortos hechos por el primer mandatario nacional, sobre el burocratismo y las tres R, especialmente en un área tan sensible como la obtención de crédito para vivienda. Estas situaciones reflejan las fallas que todavía tenemos, pero que debemos esforzarnos en corregir.

Omar Sierra

omarsierra.ven@gmail.com



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