Septiembre 29 de 2013.-Marcia Contreras del colectivo Ñaraulí y Angélica Campos del concejo comunal de la parroquia La Candelaria hicieron un recorrido con Aporrea para alertar, entre otras cosas, sobre la necesaria protección e importancia que se les debe dar a los árboles que forman parte de la vida natural de las plazas, Candelaria y Rafael Urdaneta, las cuales están siendo remodeladas por ser parte del Plan de la Caracas Socialista, que unirá al casco histórico de la Ciudad con esta Parroquia.
Como residentes de larga data de La Candelaria, se muestran preocupadas por el destino de los árboles de las plazas y de todas las áreas de la Parroquia y hacen un llamado de alerta para que se tome en cuenta su debida protección durante la construcción y que sea preservado este patrimonio natural de la comunidad.
Hacen referencia a los árboles que fueron plantados en varias calles de la zona y no se les dejó el suficiente espacio para el riego y crecimiento de las raíces, lo cual pudimos constatar durante este recorrido, muchos árboles están prácticamente ahorcados con sus propias raíces debido a la falta de planificación, porque, cuando se diseñaron, en su momento, no se tomaron en cuenta las medidas circundantes para su futuro crecimiento.
Con sus 262 años de historia como parroquia, La Candelaria era el confín de la ciudad, por ejemplo, la Esquina de Alcabala, la cual lleva ese nombre, pues hasta allí llegaban los carruajes y carretas; según nos relata Angélica Campos. Por sus calles empedradas y llenas de faroles a gas, transitaban los tranvías de la Caracas de Antaño. Todavía quedan los vestigios de algunos rieles, que se pueden ver de Alcabala a la Esquina de La Cruz.
La Candelaria, considerada un centro gastronómico e histórico de la ciudad capital, confronta problemas de recolección de los desechos sólidos, alumbrado, falta de vigilancia, construcciones anárquicas, filtraciones y deterioro de edificios históricos, aceras que no resisten el paso del tiempo por las baldosas de mala calidad, insuficiencia de receptores de basura, lo que ha incidido en la calidad de vida de la comunidad. Desde tiempos de la cuarta república, se ha venido deteriorando y perdiendo espacios que le dan ese matiz entre hispano-bohemio-caraqueño que la ha caracterizado por años.
Uno de los espacios perdidos, pero rescatable, es el cine Imperial, el cual es utilizado como centro evangélico, algo lamentable, pues La Candelaria no tiene una sala de cine y mucho menos de teatro en su casco central, y da pesar que llegara a tener la misma suerte que el cine Hollywood, que estaba en la Esquina de Romualda y ya no existe o el del Apolo al lado del Imperial, frente a la Plaza La Candelaria, el cual fue derrumbado sin pestañeos, para darle paso a un moderno edificio que aún está en construcción y quien sabe si esta edificación tenga el mismo estilo rupestre-portugués que últimamente surge a trocha y mocha por la ciudad sin ningún criterio ni respeto por la memoria arquitectónica de nuestra ciudad.
Dentro del Plan de la Caracas Socialista diseñado por la Alcaldía de Caracas y el Dtto. Capital, se enmarca todo un proyecto que unirá a esta Parroquia en un solo eje con el casco central, el cual mejorará en todos los sentidos a la Parroquia y por lo tanto, la calidad de vida de sus habitantes, así como de los viandantes y turistas que suelen disfrutar de estos espacios.
Por razones de salud mental, física y espiritual, los vecinos del sector alertan para que se mantengan los árboles actuales y que se llene más de vegetación a la zona, pues como expresa, Marcia Contreras, además de oxígeno, lo verde genera una posición positiva y de bienestar ante la vida.
Esperan que además de los cuidados que deben tener en la preservación del patrimonio natural, también se logre la creación de un tranvía que rememore a los antiguos transportes caraqueños o un tren interno con fines turísticos, en donde la gente pueda pasear por la zona y que a la vez sea sustentable para La Candelaria, así como bancos cómodos con respaldares, suficientes para la cantidad de personas que van a pasear y descansar en las plazas (En la nueva propuesta no vimos bancos en la parte de la Plaza Urdaneta)(Sería interesante diseñar fuentes de agua para que refresquen de las altas temperaturas, calmen la sed de los pájaros y a la vez relajen a la ciudadanía de la bulla y ruidos molestos típicos de la urbe)
Los abuelos y abuelas del Club de Abuelos de La Candelaria, que están ubicados dentro de la Plaza Urdaneta, muestran también su preocupación por el futuro del Club, pues todavía no saben donde serán reubicados y esperan que les proporcionen un sitio cercano al área central y mejor dotado para seguir desarrollando sus actividades recreativas necesarias para la salud de las personas de la tercera edad.
Todos los que hacen vida dentro de La Candelaria, le dan la bienvenida a este Plan de remodelación de las plazas de La Candelaria, pero siempre que se respeten y tomen en cuenta el patrimonio natural, histórico y tradicional de esta popular parroquia tan apreciada por los venezolanos, además de las necesidades de los que disfrutan del área.