Respuesta a la otra respuesta " El que se quiera ir de Venezuela que se vaya, pero sin título"

Quiero comentarles algunas impresiones sobre lo leído en la páginas de Aporrea sobre este tema:

1. Es lamentable que muchos venezolanos, especialmente los jóvenes, que son trabajadores y hayan demostrado preparación técnica y profesional, y capacidades productivas, opten por marcharse del país. Nada nuevo bajo el sol. Eso ya pasaba, con más frecuencia de la deseada, en la IV República... Pero, en esta coyuntura, la tendencia se ha incrementado notablemente y cada vez nos alarma mas... Eso es muy grave para la Revolución Bolivariana, por que precisamente, los problemas de inflación, inseguridad, escasez y falta de oportunidades para el trabajo, eran los problemas a los que esta revolución les iba a dar respuesta, de manera estructural. La abrupta baja en los precios petroleros, nos despertó de esa ilusión armonía (¿por segunda vez?) y nos dejó como al rey desnudo..... sin haber logrado los objetivos estratégicos en materia de economía política y desarrollo, para transformarnos, y salir del esquema de la dependencia excluyente, hacia un esquema de economía productiva e incluyente.

2. Por otra parte, hay que tenerlo claro: Si no hubiese sido por la Revolución Bolivariana, estos problemas causas de la emigración serian bastante peor, puesto que la inversión social de los últimos 18 años ha generado importantes avances en indicadores de equidad social, educación, salud, vivienda y desarrollo humano, así como un importante legado en materia de conciencia política y de sentido democrático, que no existía en este país antes de la llegada de Chávez. Y todo ello, a pesar de los errores, que no son pocos ni de poca monta....

3. Esto no fue "gracias la Revolución" ni "al gobierno", sino al pueblo que ha sido el sujeto político de este proceso de cambio. Lo que está en la Constitución como derechos y lo que se había logrado en materia social, al menos hasta hace tres años, estuvo sujeto a la voluntad política de la mayoría de los venezolanos que se expresó reiteradamente en las urnas y en las distintas movilizaciones de apoyo al cambio, así como de la estructuración de un nuevo tejido social organizado que sigue, a pesar de las inmensas dificultades, resistiendo la investida de los ataques de la derecha exógena y, sobre todo, de la derecha endógena que tanta vaina nos echa desde las más altas instancias de mando en ministerios y otras instituciones.

4. De manera que La Revolución Bolivariana no está para agradecerle, y mucho menos el gobierno. La Revolución está para convocarnos a involucrarse en la lucha política, puesto que la libertad y la igualdad no las regala nadie, y menos las élites económicas y financieras enquistadas en nuestro país, en plena sintonía con los políticos del antiguo régimen puntofijista y de intereses con grupos corporativos transnacionales.

5. Por último, no creamos que la crisis sólo existe en Venezuela. Publican fotos sólo los que salen del país, pero no las publican los que se regresan con la carga del fracaso y la vergüenza , puesto que el desempleo, la pobreza y la exclusión también las hay hasta en el primer mundo. Muchos se ilusionan cuando van a supermercados y centros comerciales en el exterior y hasta compran y se dan lujos.... pero no caen en cuenta que eso se cubre con los dólares que llevan de Venezuela. Otra cosa bien distinta es vivir y trabajar en el exterior. A los profesionales los contratan con las peores condiciones, puesto que las leyes no reconocen los títulos.... la espera por revalidas y reconocimientos es tortuosa y lenta. Muchos, especialmente ingenieros y médicos, fracasan reiteradamente en los intentos, que por cierto no son nada económicos. Más temprano que tarde, se dan cuenta nuestros emigrantes que les toca, si tienen suerte, hacer el trabajo que los nacionales no quieren hacer y por salarios de subsistencia, que ante la abundancia de mercancía cara, generan más privación relativa. Eso, sin hablar de la exclusión que sufren nuestros emigrantes, como extranjeros, de los servicios de seguridad social en materia de salud, pensiones y seguros contra el desempleo. Las pólizas privadas se hacen inalcanzables para muchos nacionales, y se dificultan aun mas para los extranjeros con empleo precario.

6. En conclusión, el dilema que nos planteamos no es nada sencillo. Pensar que nuestro país no tiene futuro es una exageración, sin duda alguna. Nuestra coyuntura es muy compleja y genera angustia y sobresalto en cada una de las horas del día, alterando significativamente nuestra cotidianidad. Sin embargo, estoy seguro que nuestro espíritu de lucha se impondrá sobre el pesimismo y lograremos la construcción de una nueva sociedad,justa y prospera por y para todos los venezolanos.

 



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