Sobre la democracia Socialista y el Poder Popular

"La democracia es la característica de la forma de lucha,

en ella se pregunta, se escucha y se construye colectivamente,

con diversos métodos, en distintos frentes y con diferentes

grados de participación…" Patricia Agosto

La democracia socialista se caracteriza entre otras cosas, porque se discute abiertamente las ideas con la gente, en el mercado, en la calle, en el consejo comunal, en la universidad, en el centro de trabajo, en la escuela, en el liceo, en el campo… la discusión por antonomasia está vinculada al socialismo, y el poder popular es el instrumento para que la gente pueda ejercer de forma directa su poder en el plano político, económico, social, cultural.

En el socialismo, el poder popular jamás puede perder su capacidad y su potencial transformador, por esa razón no debe ser instrumento partidista o de corriente alguna, no debe ser tutelado o administrado por institución alguna. El poder popular jamás debe caer en las garras de seda de la clase política partidista. De caer en sus garras, sin duda pierde su capacidad subversiva, impugnadora, cuestionadora del statu quo. El poder popular es un espacio fundamental para construir un nuevo discurso público que da cuenta de formas alternativas del quehacer político y de nuevas relaciones entre gobernados y gobernantes. Un instrumento para facilitar la participación y representación de todos los espacios organizativos populares y no para que sea instrumentalizado por el poder constituido como suele ocurrir en "nuestra revolución bolivariana".

La gente, en sus diversas formas y modalidades de organización es la que transforma, cambia, revoluciona, por eso debemos tener claro que el poder popular no se circunscribe única y exclusivamente a los consejos comunales, comunas, clap, ubch… Quien así lo crea, está haciendo un reduccionismo que conlleva al secuestro del poder popular y por ende, a una caricatura de la democracia socialista.

La democracia socialista rechaza la institución del sistema político burgués y no la podemos confundir con el democratismo. La democracia socialista obliga al debate permanente con la gente, no confunde el debate con la verborrea, con el discurso aprendido en un "cursito de tres meses", ni la disciplina consciente con la disciplina impuesta. En el debate no hay jefes ni subordinados, de allí surge el principio político que nos legó Alfredo Maneiro: "irreverencia en la discusión, lealtad en la acción". Si los acuerdos no son debatidos no puede haber lealtad. En el debate, el que tiene la razón sale adelante y el que no, cae. Por eso la democracia socialista no es blanda, es muy dura, cuando es real.

Por esas y otras razones podemos afirmar categóricamente que en nuestra querida Venezuela, -a pesar del esfuerzo que han hecho y continúan haciendo valiosos camaradas- no existe ni poder popular ni se está construyendo la democracia socialista. Aquí lo que viene imperando es un burdo capitalismo de estado, que de profundizarse la crisis puede conllevar a un fascismo maquillado con códigos "izquierdizantes" liderado por un sector de milicos con la anuencia de algunos exmilitantes de organizaciones políticas de izquierda.

SOLO EL SOCIALISMO ES GARANTIA DE DEMOCRACIA PLENA!!!

LUCHAR HASTA VENCER!!



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Freiman Páez García

Apure-Venezuela. Revolucionario socialista, marxista, sociólogo: solidario con los pueblos en lucha por su soberanía y la construcción del socialismo

 gabansabanero@yahoo.es      @freimanpaez

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