Lea las conversaciones entre Nixon, Kissinger y Pinochet sobre derrocamiento de Allende y más

Kissinger y Pinochet.

Kissinger y Pinochet.

Credito: La Redoma

8 julio 2014 - Igual que en el Chile de Salvador Allende, en el sector opositor venezolano hay quienes desprecian y rechazan las aseveraciones que hacen frecuentemente Nicolás Maduro, Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela y otros líderes del proceso revolucionario que implican al Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica y a sus organismos de intervención convencional y no convencional en la patria de Bolívar.
 
Algunos actores políticos de la oposición "banalizan" tales aseveraciones porque tienen conciencia de que efectivamente esa intervención está en proceso y que, una vez concretada, ellos asumirían de nuevo el control del país para ponerlo al servicio de los intereses de quienes gobiernan el país del norte y de sus propios intereses particulares o grupales.
 
Existe otro sector mayoritario de la oposición que, por desconocimiento, odio inducido o ignorancia, no cree en tales procedimientos de intervención y los definen erróneamente como incapacidad o impericia de los líderes bolivarianos para conducir la República
 
Para contribuir con la difusión de la verdad y estimular el debate sobre este tipo de conducta injerencista, La Redoma aporta los diálogos realizados entre el ex presidente Nixon y Henry Kissinger, el equivalente al Canciller en Venezuela, lo cual es considerada una prueba contundente sobre la contribución que el presidente Richard Nixon prestó de manera directa para generar las condiciones políticas, económicas y sociales favorables para que se concretara el golpe de Estado militar contra el para entonces presidente constitucional de Chile Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973".
 
Comencemos con un fragmento del diálogo  entre Kissinger y Nixon:
 
Kissinger: Hola.

Nixon: Hola, Henry. 
Kissinger: Sr. Presidente. 
Nixon: ¿Dónde estás? ¿En Nueva York? 
Kissinger: No, estoy en Washington, trabajando. Tal vez vaya al juego de fútbol esta tarde, si termino. 
Nixon: Muy bien. Bueno, es que se inicia la temporada. Es mejor que en televisión. ¿Algo nuevo de importancia por allá? 
Kissinger: Nada de gran importancia. La cosa en Chile se sigue consolidando y por supuesto los periódicos se están desangrando porque ha sido derrocado un gobierno pro-comunista. 
Nixon: ¿No es increíble? ¿No es increíble? 
Kissinger: Quiero decir, en lugar de celebrar... en el período de Eisenhower seríamos héroes. 
Nixon: Bueno no lo hicimos, como sabes, nuestra mano no se muestra en este caso. 
Kissinger: Nosotros no lo hicimos. Quiero decir, los ayudamos...a crear las condiciones de la mejor forma posible. 
Nixon: Correcto. Y ese será el juego que haremos. Pero, oye, en lo que respecta a la gente, déjame decirte que no van a creer la mierda que dicen los liberales sobre este caso. 
Kissinger: Absolutamente no. 
Nixon: Ellos saben que es un gobierno pro-comunista. Y así es. 
Kissinger: Exacto. Y pro-Castro. 
Nixon: Bueno, lo principal era... olvidémonos de lo pro-comunista. Era un gobierno absolutamente anti-estadounidense.
 
 
 
Sobre documentos que habían sido publicados anteriormente
 
Ayuda encubierta:
Los Norteamericanos, que se jactan de ser ejemplo de democracia para el planeta, intervienen, desestabilizan, derrocan gobiernos, dividen y fraccionan países con gobiernos incómodos, invaden y matan en nombre de la libertad; sin embargo, su legislación exige la desclasificación de documentos sobre sus "acciones"  aunque, luego de años y décadas de haber cometido esos actos condenables.
 
Durante el año 2001, los Estados Unidos de Norteamérica hizo público miles de documentos secretos hasta entonces, que guardaban relación con las operaciones encubiertas realizadas en el Chile de la Unidad Popular por parte de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), antes y durante la dictadura militar de Augusto Pinochet
 
El número de documento superaba los 16.000 y entre ellos se encontraba específicamente uno que categóricamente confirmó el financiamiento, por parte del gobierno norteamericano, de agrupaciones, partidos políticos, ONG, sindicatos y grupos de ciudadanos con el fin de desestabilizar al gobierno de presidente socialista de la República de Chile, Salvador Allende.
 
Resulta relevante señalar que tres semanas antes del derrocamiento del presidente Allende y su muerte, funcionarios de Estados Unidos aprobaron un millón de dólares para ayuda encubierta para esas organizaciones.
 
Aunque algunos se han empeñado en señalar que este tipo de cosa no ocurre, en el estudio de otro archivo desclasificado se puede apreciar que en una reunión realizada por Nixon con el Consejo de Seguridad Nacional, éste dirigió los esfuerzos para atacar y desajustar la economía chilena, una vez fuese elegido Allende, cuestión que para el momento resultaba inminente.
 
Entre las medidas acordadas en esa reunión y que fue aplicada con fuerza, se propuso la venta de las reservas norteamericanas de cobre para influenciar la baja de los precios internacionales del preciado metal, sostén importantísimo de la economía chilena. 
 
Conversaciones Kissinger-Pinochet:
Esta conversación se realizó el día 8 de junio de 1976 en el marco de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) en las oficinas del Presidente de facto Augusto Pinochet en Santiago de Chile a las 12 del mediodía.
 
Participaron en la reunión por Chile: 
El dictador Augusto Pinochet, el ministro de Realaciones Exteriores Patricio Carvajal, el Embajador de Chile en Estados Unidos Manuel Trucco, y Ricardo Claro Valdés coordinador de la conferencia de la OEA.
 
Participaron en la reunión por USA:
El Secretario de Estado (Canciller) Henry Kissinger, el Subsecretario para Asuntos Interamericanos William D. Rogers y el intérprete Anthony Hervas.
 
KISSINGER: Este es un hermoso edificio. La conferencia está bien organizada. ¿Usted se está reuniendo con todas las delegaciones?
 
PINOCHET: Sí. Dos o tres al día. Quiero decirle que estamos muy agradecidos que usted haya venido a la conferencia.
 
KISSINGER: Es un honor. Quedé muy impresionado con la recepción popular cuando llegué. Tengo fuertes sentimientos de amistad hacia Chile.
 
PINOCHET: Este es un país de gente de buen corazón que ama la libertad. Esta es la razón por la cual no aceptaron el comunismo cuando los comunistas intentaron tomarse este país. Es una larga lucha de la cual somos parte. Es una etapa del mismo conflicto que explotó durante la guerra civil española. Y destacamos el hecho de que a pesar de que los españoles trataron de parar al comunismo hace 40 años, en España está floreciendo otra vez.
 
KISSINGER: Recientemente recibimos al rey español y discutí con él exactamente ese mismo tema.
 
PINOCHET: Yo he estado siempre en contra del comunismo. Durante la guerra de Vietnam yo me reuní con algunos de sus militares y les dejé claro mi anticomunismo y les dije que esperaba que ellos pudieran derrotarlo.
 
KISSINGER: En Vietnam nos derrotamos a nosotros mismos debido a nuestras divisiones internas. Hay una campaña comunista internacional.
 
PINOCHET: Chile está sufriendo debido a esa propaganda. Desgraciadamente no tenemos los millones necesarios para hacer contra-propaganda.
 
KISSINGER: Debo decir que su representante (Sergio Diez) fue muy efectivo al explicar su posición durante la Asamblea General de esta mañana. En los Estados Unidos, como usted sabe, tenemos simpatía por lo que usted está tratando de hacer aquí. Yo pienso que el gobierno anterior iba en la dirección del comunismo. Nosotros le deseamos lo mejor a su gobierno. Al mismo tiempo, nosotros enfrentamos problemas domésticos masivos respecto al
tema de los derechos humanos en todas las ramas del gobierno, especialmente en el Congreso pero también en el Ejecutivo. 
 
Como usted sabe el Congreso está ahora debatiendo mayores restricciones en la ayuda a Chile. Nosotros nos oponemos a ello. Pero básicamente nosotros no queremos intervenir en sus asuntos domésticos. Nosotros no podemos ser precisos en nuestras propuestas sobre lo que usted debe hacer. Sin embargo, este es un problema que complica nuestras relaciones y los esfuerzos de aquellos que son amigos de Chile. Esta tarde yo voy a hablar sobre derechos humanos en la Asamblea General. Yo postergué mi discurso hasta que pudiera hablar con usted. Yo quería que usted entendiera mi posición.
 
Nosotros queremos manejar el asunto en términos de persuasión moral y no en términos de sanciones legales. Por esta razón nos oponemos a la Enmienda Kennedy. En mi discurso voy a tratar el asunto de derechos humanos en términos generales y los derechos humanos en el contexto mundial. Me voy a referir en dos párrafos al informe sobre Chile de la Comisión de Derechos Humanos de la OEA. Yo voy a decir que el tema de los derechos humanos ha afectado las relaciones entre Estados Unidos y Chile. Esto es en parte el resultado de las acciones del Congreso. Voy a agregar que yo espero que usted elimine estos obstáculos pronto.
 
También voy a destacar el informe sobre Cuba y la hipocresía de algunos que manejan el tema de los derechos humanos como un medio para intervenir en los gobiernos. Yo no puedo hacer menos que esto sin provocar en Estados Unidos una reacción que lleve a restricciones legislativas. El discurso no es contra Chile. Yo le quería decir esto. Mi evaluación es que usted es una víctima de los grupos izquierdistas alrededor del mundo y que su mayor pecado fue derrocar a un gobierno que iba en dirección del comunismo. 
 
Pero tenemos un problema práctico que debemos tener en cuenta sin provocar presiones incompatibles con su dignidad y que al mismo tiempo no conduzcan al establecimiento de legislación que dañe nuestra relación. Sería de gran ayuda que usted nos informe sobre las medidas que está tomando en el campo de los derechos humanos.
 
Nada de esto es dicho con la intención de minar a su gobierno. Yo quiero que usted salga adelante y quiero mantener la posibilidad de ayuda. Si derrotamos la Enmienda Kennedy (Yo no sé si usted escucha mis conversaciones telefónicas, pero si usted lo hace, usted acaba de escuchar mis instrucciones a Washington para hacer exactamente eso), nosotros vamos a hacerle llegar los F-5 que hemos acordado. Vamos a esperar un poco en otros temas para evitar darles munición adicional a nuestros enemigos.
 
PINOCHET: Estamos volviendo paso a paso a la institucionalidad. Sin embargo, estamos siendo constantemente atacados por los demócratas cristianos. Ellos tienen una voz muy fuerte en Washington. No la gente en el Pentágono, pero se las arreglan para meterse en el Congreso. Gabriel Valdez tiene acceso. También Letelier.
 
KISSINGER: Yo no he visto un demócratacristiano por años.
 
PINOCHET: También Tomic y otros que no recuerdo. Letelier tiene acceso al Congreso. Nosotros sabemos que están dando información falsa. Vea usted, nosotros no tenemos experiencia en cuestiones de gobierno. Estamos preocupados por nuestra imagen. En unos pocos días vamos a publicar el artículo constitucional sobre derechos humanos y también otro que va a establecer el Consejo de Estado. Hay varios esfuerzos que estamos realizando para establecer la institucionalidad.
 
En el área económica, hemos pagado nuestras deudas después de renegociarlas. Estamos pagando 700 millones en deudas con intereses este año. Hemos hecho una reforma agraria. Y estamos tomando otras medidas constitucionales. Hemos liberado a la mayoría de los prisioneros detenidos. Recientemente a 60 más. El 11 de septiembre de 1974 yo desafié a los soviéticos a que liberen a sus prisioneros. Sin embargo, no lo han hecho, mientras que nosotros solamente tenemos 400 personas que están actualmente detenidas. En el plano de las relaciones internacionales, estamos funcionando bien. En el caso de Bolivia, hemos expresado nuestra buena voluntad. Todo depende de Perú ahora.
 
KISSINGER: Tengo la impresión de que Perú no tiene muchas simpatías.
 
PINOCHET: Usted está en lo correcto. Perú no quiere que prospere la idea.
 
KISSINGER: Los peruanos me dijeron que no obtendrían un puerto según el arreglo.
 
PINOCHET: Perú se está armando. Perú está tratando de comprar un portaaviones de los británicos por 160 millones. También está construyendo 4 torpederos en Europa. Perú está rompiendo el equilibrio de armas en el Pacífico Sur. Tiene 600 tanques de la Unión Soviética. Nosotros estamos haciendo lo que podemos para mantenernos en pie en caso de una emergencia.
 
KISSINGER: ¿Y qué están haciendo?
 
PINOCHET: Principalmente, estamos modificando viejos armamentos, arreglando chatarra. Nosotros somos un pueblo con mucha energía. No tenemos peones.
 
KISSINGER: Entiendo que Chile generalmente gana sus guerras.
 
PINOCHET: Nunca hemos perdido una guerra. Nosotros somos un pueblo orgulloso. En el frente de los derechos humanos, estamos progresando lentamente. Ahora sólo tenemos 400. Hemos liberado a más. Y también estamos cambiando algunas sentencias de modo que los prisioneros puedan salir del país.
 
KISSINGER: Si usted pudiera agrupar las liberaciones, en vez de 20 a la semana, tener un programa más grande de liberaciones, eso sería mejor para el efecto sicológico de las liberaciones. Lo que quiero decir no es que usted debería demorarlas, pero que usted debería agrupar las liberaciones. Pero para volver a la cuestión de la ayuda militar, yo realmente no sé qué va a pasar mañana en el Senado.
 
TRUCCO: La Enmienda Buchanan es posible.
 
KISSINGER: Repito que si la versión de la Cámara de Representantes tiene éxito, entonces vamos a enviar los aviones [Trucco discute los aspectos técnicos de la legislación en efecto en 1975-1976-1977]
 
TRUCCO: El problema está ahora en el Senado en relación a la Ley [de Presupuesto] para el año fiscal 1977. La Cámara de Representantes ya ha aprobado la Enmienda Fraser.
 
KISSINGER: Yo entiendo. Nosotros tenemos una posición respecto a eso. Mi discurso y nuestra posición están diseñados de modo que podamos decirle al Congreso que estamos conversando con el gobierno chileno y, por tanto, el Congreso no necesita actuar. Teníamos la opción de que yo viniera o no viniera. Decidimos que era mejor para Chile que yo viniera. Mi discurso no es ofensivo para Chile. Noventa y cinco por ciento de lo que digo vale para todos los gobiernos del hemisferio. Ello incluye cosas que vuestra propia gente ha dicho.
 
TRUCCO: Eso es cierto. Nosotros estamos fuertemente a favor de reforzar la Comisión [de DD.HH.] de la OEA.
 
KISSINGER: Nosotros no le estamos pidiendo a la OEA que apoye nada. Yo he hablado con otras delegaciones. Queremos una salida que no sea profundamente embarazosa para ustedes. Pero como amigos, yo debo decirles que nosotros enfrentamos una situación en los Estados Unidos según la cual debemos ser capaces de señalar ciertos hechos aquí en Chile, o de lo contrario vamos a ser derrotados. 
 
Tal como Angola ha demostrado, el Congreso se encuentra en un estado de tendencia destructiva. Nosotros estábamos en una buena posición
en Angola. Nosotros creíamos que Angola podría convertirse en el Vietnam de Cuba. Esto podría haber ocurrido si Cuba hubiera comenzado a tener 20 caídos en combate por semana. Cuba no podría haberse mantenido por mucho tiempo. Nosotros teníamos las fuerzas para ello.
 
El Congreso nos paró pero yo tengo la convicción de que el Ejecutivo, quienquiera que sea elegido, va a ser más fuerte después de la elección.
 
PINOCHET: ¿Cómo ven los Estados Unidos el problema entre Chile y Perú?
 
KISSINGER: [Después de una pausa] No nos gustaría ver un conflicto. Todo depende de quién lo empiece.
 
PINOCHET: La cuestión es realmente cómo prevenir el inicio.
 
KISSINGER: El pueblo americano se preguntaría quién está moviéndose contra quién.
 
PINOCHET: Pero ustedes saben lo que está pasando aquí. Ustedes lo ven con sus satélites.
 
KISSINGER: Bueno, yo le puedo asegurar a usted que si usted se toma Lima, usted va a tener poco apoyo de los Estados Unidos.
 
PINOCHET: Ya lo hicimos una vez, cien años atrás. Sería muy difícil ahora en vista del actual equilibrio de fuerzas.
 
KISSINGER: Si Perú atacara esto sería un asunto muy serio para un país armado con equipo soviético. Sería muy serio. Claramente, nosotros nos opondríamos diplomáticamente. Pero todo depende, más allá de eso. No es fácil generar apoyo para acciones militares de losEstados Unidos en estos días.
 
PINOCHET: ¿Tenemos que combatir con nuestras propias armas?
 
KISSINGER: Yo distingo entre preferencias y probabilidades. Todo depende de cómo ocurra. Si hay una agresión frontal, eso significa una resistencia más fuerte, más generalizada.
 
PINOCHET: Supongamos lo peor, es decir, que Chile es el agresor. Perú se defiende y nos ataca. ¿Qué pasa?
 
KISSINGER: No es tan fácil. Nosotros vamos a saber quién es el agresor. Si usted no es el agresor, usted va a tener apoyo, pero la agresión no resuelve disputas internacionales. Un lado puede montar un incidente. Sin embargo, generalmente, nosotros vamos a saber quién es el agresor.
 
CARVAJAL: En el caso de Bolivia, si le damos algo de territorio a Bolivia, el territorio boliviano puede ser garantizado por los Estados Americanos.
 
KISSINGER: Yo he apoyado a Bolivia en sus aspiraciones de una salida al mar, pero de la Flor no está contento con ello.
 
CARVAJAL: Si nosotros le diéramos algo de territorio a Bolivia y después Perú usara el puerto, Perú obtendría todo lo que necesita.
 
KISSINGER: Presiento que Perú no aceptaría.
 
PINOCHET: Estoy muy preocupado por la situación peruana. Las circunstancias pueden provocar una agresión por parte de Perú. ¿Por qué están comprando tanques? Ellos tienen artillería pesada, de 155. Perú se inclina más hacia Rusia que hacia Estados Unidos. Rusia apoya a su gente 100%. Nosotros estamos tras de ustedes. Usted es el líder. Pero usted tiene un sistema que castiga a sus amigos.
 
KISSINGER: Hay mucho mérito en lo que usted dice. Esta es una época muy curiosa en los Estados Unidos.
 
PINOCHET: Nosotros resolvimos el problema de las grandes empresas transnacionales. Nosotros renegociamos las expropiaciones y demostramos nuestra buena fe haciendo pagos oportunos sobre nuestra deuda.
 
KISSINGER: Es una desgracia. Nosotros hemos pasado por Vietnam y Watergate. Tenemos que esperar hasta las elecciones. Nosotros recibimos muy bien el derrocamiento del gobierno pro comunista aquí. Nosotros no tenemos por propósito debilitar su posición. Respecto a agresión extranjera, sería una grave situación si uno fuera atacado. Eso constituiría una amenaza directa al sistema interamericano.
 
CARVAJAL: Hay una influencia cubana masiva en Perú. Hay muchos cubanos allí. Los peruanos pueden ser empujados. ¿Y qué va a pasar con los miles de soldados cubanos actualmente en Africa, cuando ya no se les necesite allí?
 
KISSINGER: Si hay tropas cubanas involucradas en un ataque peruano, entonces el problema es fácil. Nosotros no vamos a permitir una fuerza militar cubana de 5000 cubanos en Perú.
 
CARVAJAL: Ahora tienen un sistema según el cual los peruanos [debió decir 'cubanos' en vez de 'peruanos'] entran en grupos de 20 pero el registro peruano sólo registra 1.
 
KISSINGER: Los cubanos no son buenos soldados.
 
CARVAJAL: Sin embargo, existe la posibilidad de un ataque irresponsable.
 
CLARO: Yo tengo fuentes en Perú. Se me dice que existe la posibilidad muy real de que Cuba pueda enviar tropas por vía aérea a Perú.
 
KISSINGER: Esto cambia la situación y el asunto resulta fácil entonces. Nosotros no le vamos a permitir a Cuba otra aventura militar. Una guerra entre Perú y Chile sería un asunto complicado pero una guerra entre Cuba y Chile u otros, no nos sería indiferente.
 
CLARO: Vuestros planificadores estuvieron aquí en 1974. Ellos no creyeron que había una amenaza cubana. Los soviéticos usan Cuba para agredir, yo argumenté. Desde entonces, Angola ha confirmado esto.
 
KISSINGER: Nosotros no vamos a tolerar otra movida militar cubana. Después de la elección, vamos a tener problemas masivos si ellos no han salido de Angola. Segundo, yo también creo muy firmemente que no podemos aceptar coexistencia y subversión ideológica. Ahora tenemos las condiciones para una política más realista. A ustedes les ayudaría mucho si hicieran algún progreso respecto a los derechos humanos, el cual podría ser anunciado en paquetes. Lo más importante son las garantías constitucionales.
 
El número preciso de prisioneros es lo de menos. El derecho de habeas corpus también es importante. Y si ustedes pudieran darnos información anticipada respecto a vuestros esfuerzos en materia de derechos humanos, nosotros podríamos usar esto. Respecto a los demócratas cristianos, nosotros no los tenemos en cuenta. Yo no he recibido a ninguno desde 1969. 
 
Lo que queremos hacer es quitarles las armas a nuestros enemigos. Este es un fenómeno que manejamos de manera especialmente severa con nuestros amigos. Yo quiero ver que nuestras relaciones y nuestra amistad mejoren. Yo incentivé a la OEA a que tuviera su Asamblea General aquí. Yo sabía que iba a ser de prestigio para Chile. Yo vine por esa razón. Nosotros tenemos sugerencias. Nosotros queremos ayudarlos, no debilitarlos. Ustedes le prestaron un gran servicio al occidente al derrocar a Allende. De otra manera Chile habría seguido a Cuba. Entonces no habría habido derechos humanos o una comisión ! de derechos humanos.
 
TRUCCO: Nosotros le entregamos a la Asamblea General nuestras respuestas a algunas de las sugerencias del señor secretario. Lo que va a faltar será nuestra explicación de las Actas Constitucionales que se están preparando.
 
KISSINGER: ¿Podrían terminarlas mientras la OEA está aquí?
 
PINOCHET: Nosotros hemos querido no hacer nada mientras la OEA está aquí, pues de lo contrario parecerá que lo estamos haciendo para evitar las presiones de la OEA. Es posible que lo podamos hacer en unos 30 días.
 
KISSINGER: Si podemos, nosotros estamos dispuestos a decir que tenemos la impresión de que el Acta Constitucional es de mucha ayuda.
 
PINOCHET: Yo lo discutí en mi discurso inaugural.
 
 

 



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La fuente original de este documento es:
La Redoma (http://www.laredoma.co.ve/2014/07/detalles-impactante-lea-conversaciones.html)



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