La mediocridad escuálida

Los pseudolideres de la oposición se caracterizan por transmitir, al igual que sus medios de comunicación, un mensaje vacio, incoherente, contradictorio, a medias tintas; o sea mediocre. Sin embargo, tienen sus seguidores, no son mayoría, pero muchos de ellos dicen ser venezolanos, lamentablemente: no leen, no se cultivan intelectualmente, tienen un discurso y un accionar lleno de mentiras y de violencia. Al comparar el discurso de un ama de casa o un obrero revolucionario con un oposicionista o colaborador del imperio vemos la gran diferencia, como en los primeros brota la solidaridad y el amor patrio, y en los segundos la altanería y el “discurso” soez.

Ellos dicen: “ser escuálido da caché”, “no se es un pata en el suelo”, “es un modo de vida”; ¡claro que lo es!, dolorosamente forman parte de ese grupo, venezolanos que por su ignorancia no tienen conciencia de clase, que se dejan arrastrar por el mensaje ideológico de la burguesía criolla, cuyas vidas tienen como fin alcanzar el éxtasis en el modo de vida imperial, en el egoísmo, a través del capital, aunque se estén hundiendo en sus contradicciones.

No puede faltar un comentario sobre el pseudo líder del Zulia y la enmienda; en su cierre de campaña en contra del no, entre otras cosas señaló: “No se debe votar, el 15 F, a favor de la enmienda constitucional, porque de ser aprobada el gobierno redactaría el articulado de la enmienda a su favor o conveniencia”. Este señor ignora que los artículos de la enmienda están redactados y forman parte de la pregunta donde se le solicita al pueblo a través de un referéndum su aprobación.

¿Por qué la Mediocridad (mezquindad, insuficiencia, insignificancia, despreciabilidad, futilidad) es sinónimo de Escualidismo?

En eso se convierten la personas que no analizan, que no profundizan, que no cultivan sus ideas, que no piensan en su país,, que se tapan los ojos y cierran los oídos, que dejan a Globovisión, El Nacional, El Universal, Tal Cual y a otros medios privados que le digan lo que deben hacer; solo deben seguir la cartilla del imperio: quemar o incendiar aéreas protegidas, romper bienes públicos, trancar calles y avenidas para crear el caos vehicular, tirar piedras y bombas molotov, asesinar lideres campesinos y obreros revolucionarios, pintarse las manos de blanco, usar como distintivo en sus camisas o franelas un puño cerrado, colocar al revés la bandera nacional o mancharla o empaparla con sangre, atentar y tratar de acabar con las reivindicaciones sociales (misiones y otras), auto atentar contra sus guaridas ( palacios, casas de partidos y otras).

De allí que con el menor esfuerzo en poco tiempo se hacen merecedores de premios y ocupan cargos en las instituciones públicas donde comanda la mediocridad y el imperio.


henderurdaneta@hotmail.com


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