No importa cual loca sea esta tesis, no faltaran quienes la repitan en cafeterías, tascas o cualquier sitio u ocasión posible, tratando de pertenecer a cierto estatus de moda; porque aunque muchos lo nieguen, ser escuálido se ha convertido en algo de moda, algo “chic” como dirían los del mundo del jet set. En muchas ocasiones he sufrido en carne propia los ataques de estos nuevos ciudadanos que llevan su ignorancia política como una bandera de orgullo. Esta nueva generación baba, no se habré al debate y mira con complacencia a su hijo universitario portando una gorra de RCTV ALTO PANA dando la impresión de que esta televisora es algo que defiende sus derechos, cuando no lo hicieron ni siquiera con sus trabajadores. Los candidatos que se presentan por la oposición, parecen anuncios de detergente en vez de aspirantes a un cargo, sus propuestas no llegan al fondo para quedar flotando en la forma y la frivolidad.
No podemos estar por la vida tratando de convencer a cuanto disociado se nos tope, pero si traigo algunas reflexiones sobre lo que debe ser la actitud revolucionaria y ética de cada simpatizante de nuestro partido único. Tenemos que ser más profundos en las ideas, menos tolerantes y más activos en lo que respecta a la contraloría social. Cuando vemos alguna irregularidad, no podemos sumarnos a la pasiva fila de los que murmuran y debemos denunciar ante el organismo competente lo que esta ocurriendo; esa seria sin dudas una forma efectiva de combatir la corrupción. Digo esto por la experiencia de un amigo mío muy revolucionario que me contó que estaban vendiendo leche en polvo en Valencia cerca del centro comercial La Granja desde un camión, el cuando pregunto el precio le dijeron que era nada mas y nada menos que BsF 39 el Kg. Le pregunte: ¿fuiste al INDECU? A lo que me respondió que no. El cree en Chávez, pero no es capaz de motorizarse a formular una denuncia oportuna contra el acaparamiento. Lo mismo ocurre en el edificio donde vivimos, en el parque, el la comisaría policial, en la prefectura, el la alcaldía o donde quiera que se amparen los hijos de la oscuridad a cometer sus fechorías ante la mirada complaciente de quienes a través del cilicio no denuncian.
Si
nosotros, los que nos hacemos llamar REVOLUCIONARIOS no activamos el
cambio, no será posible la unidad y la paz social que soñamos, seremos
como esos disociados que hablan PAJA en cada esquina sobre lo que sucede
por nuestra propia negligencia, tenemos que activarnos en lo social,
exigir a nuestros concejos comunales y permitir que esta explosión
social llegue a cada rincón de nuestra patria; difuminando su amor
sobre cada ciudadano, hasta que seamos la patria buena y generosa que
tenemos que legar a nuestros hijos.
Patria,
socialismo o muerte…..Venceremos
Humberto Roa Aguilar
Profesor de Música y escritor