¡Ave María Purísima!-diría mi abuela

Jujú entre Kiko y MediomiYON es vox popul(i)e meus. “Cosas internas del partido”

No parece ser muy edificante que un viejo periodista se presente en la televisión, sentado en las piernas de un muchacho, porque los niños que miran tal escena pensarán erróneamente.

Mi abuela, que era católica, habríase persignado con sus dedos cruzados, al tiempo que exclamase: ¡Ave maría Purísima!

En mi fuero externo yo sólo digo que, son sinvergüenzas y en mi fuero interno pienso algo impublicable, respecto de esa gente. Es que a veces no es necesario hablar para decir. No sé cómo hay gente que pueda actuar así. Para probar que algo es denigrante, uno puede suponerlo como socialmente válido y luego, demostrar mediante un sencillo análisis que todos comprendan, la naturaleza de las contradicciones que de seguro afloran a las primeras de cambio.

Las personas somos, en mucho, productos de los ambientes en los cuales nos ha tocado vivir, bien sea el ambiente del hogar o el de la calle, el de la comunidad, cualesquiera sean tales ambientes, analizarlos es necesario a los fines de planificar los desafíos tan complejos de la educación del pueblo y es ahí donde uno se fija en que la televisión es un foco de perturbación de esos referidos ambientes. En particular, Globovisión es un fango.

Claro, es que yo soy del criterio respecto a que el ambiente es, también, la manera en que se establecen las relaciones humanas y, si el abuso y el irrespeto de Globovisión hacia los niños de Venezuela es el modelo que se les presenta, entonces, aquí templó la puerca el rabo, ¡hay que pararle el trote a esa gente!, porque no está descartado que se trate de una provocación desmedida para que CONATEL cierre el canal de marras y entonces formar el gran alboroto, en razón de que el gobierno los está dejando cocinar en su propia salsa. ¡Que se descargue la cloaca televisiva! parece ser la consigna del gobierno nacional.

Los socialistas queremos una sociedad organizada para el bien común. Los hijos de los escuálidos, al igual que los nuestros, naturalmente, son motivo común de nuestras preocupaciones, en tal sentido, lamentamos que esa gente de Globovisión y demás televisoras enemigas del pueblo venezolano, lastimen tan descaradamente el normal desarrollo emocional de sus propios niños, en particular, y por obvias razones, puesto que son ellos quienes más frecuentemente miran esos canales, todo por la locura de tumbar a Chávez.

Tumbar a Chávez es una finalidad sin fin. Así que es mejor que toda esa gente enloquecida, coja mínimo.

oceanoatlanticoguillemo@gmail.com


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Guillermo Guzman


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