Los jueguitos con la candela de Globovisión

GLOBOVISIÓN persiste en su loca aventura, tratando de generar un baño de sangre. La madurez alcanzada por el pueblo, que la gente del canal, para su desgracia, aún no ha percibido, es lo único que ha impedido que las llamas conque esa planta quiere quemar el país, la conozca en su patio.

Es tal su ceguera, que confunden ignorancia con paciencia. Se auto elevan al gracioso olimpo, imaginario, irreal y falso, y desde allá miran sin ver a un pueblo que siente por ellos desprecio. Es más grave aún: no es que se sobreestiman; es que en su fantasía aumentan aun más esa ilusoria y etérea brecha que han levantado entre ellos y el pueblo, subestimando a este. Y eso les pierde, les aleja del entendimiento.


Es un muy viejo adagio el que dice que no hay peor sordo que el que no quiere oír. Por extensión podríamos decir que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Ambos males padece la planta. Y eso es grave, muy grave…, para ellos.


Al gobierno también le caen, ambos aforismos. No es posible que permanezca sin ver y sin oír, indiferente a la acción de ese canal. Indiferente también al rumor que está comenzando ya a tomar forma, de un pueblo que comienza a hartarse de la lenidad de las autoridades con la acción de GLOBOVISIÓN.


No hay peor poder que aquel que no se sabe ejercer. Para esa planta, no existe advertencia, amenaza, ruego. Nada. Pero es que es peor, todavía. No pasaron 10, 20 segundos de la alocución en cadena del ministro Carreño el 7-ll por la noche, cuando sin decir “estamos de nuevo”, “regresamos”, sin nada, con cara de furia, el señor Castillo dijo:”Habrase visto semejante descaro”. ¿Se enteró el ministro, de esa frase? ¿Sabe que a él se dirigía? ¿Qué le dice, su entendimiento? No percibe el odio, el desprecio y el desdén que le generan a GLOBOVISIÓN las ¿autoridades?


En cualquier país del mundo, esas expresiones u otras no tan graves, habrían provocado la inmediata sanción al canal y la detención del charlatán, y esa acción, la detención del cicutero y la salida del aire de la planta, habrían actuado como coacción contra la imbecilidad de otros.


Solo conocen el rigor. Recuérdeseles cuando les han llegado de visita a su casa. Se ponen nerviosos, muy nerviosos. Y no estamos pensando en la visita de abril del 2002.


Los enfrentamientos en la UCV es uno de los frutos de la influencia del canal. Insuflan el odio y utilizan la mendacidad sin empacho para lograr tal fin. ¿Y el gobierno? ¿El gobierno? El gobierno, bien, gracias.


Un recuento rápido: los estudiantes alimentados en su infamia por GLOBOVISIÓN fueron quienes quemaron parte de la escuela de Trabajo Social pretendiendo incinerar a los estudiantes ahí refugiados. Lo gritaban. Solo el heroísmo de los motorizados que sin pensar en los riesgos que corrían sus vidas, con los orates que cercaban la escuela, fue lo que impidió la muerte de cerca de 150 estudiantes, de los cuales, una amplia mayoría eran mujeres. Estos pirómanos fueron los mismos que quisieron quemar el patrullero policial con los policías en su techo. Son de este mismo grupo, quienes lanzaron gasolina y quemaron en Anaco, Anzoátegui, a dos muchachos que repartían volantes por el SÍ, uno de los cuales es el hijo de Fraso, periodista, ex legislador, militante del oficialismo. Por suerte, ambos se recuperan.


Anoche, quemaron, incendiaron, llenaron de fuego el local de los estudiantes de derecho de la UCV. Más tarde, pretendieron asesinar a un militante afecto a las fuerzas que apoyan al gobierno, disparándole varios tiros sin acertarle.


¡Despierte, gobierno, despierte; sacuda su modorra y actúe, porque sino lo hará FUENTEOVEJUNA que ya se comienza a mover!


Y también ¡CUIDADO!, con quien quiera criminalizar a los motorizados. Ellos son intocables, porque ellos son el pueblo. Son el sentimiento del pueblo en moto. Y también ¡cómo no!, son los Héroes de Llaguno, esta vez, montados en las motos.

roosbar@cantv.net>



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Roosevelt Barboza


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