Presiones sobre Urosa por su puesto de Cardenal

En el capitalismo nadie ocupa una alta posición política, social o religiosa impunemente, de manera gratuita. Al cardenal Jorge Urosa Savino le han estado insistiendo que todavía no haya sdio lo suficientemente convincente en función del cargo que se le ha dado. Lo llama Baltazar Porras (porque también lo presionan otros caimacanes): “- Excelencia, no se le olvide que Dios también está pendiente de los presos políticos. Seriamos totalmente injusto si dejamos a la buena de Dios a esos policías, Henry Vivas e Iván Simonovic que tan nobles servicios prestaron a la causa de la libertad”. Don Rosalio Castillo Lara le insiste: “- La feligresía no puede quedar sin un pastor valiente y visionario que la oriente, y hay que impedir que Venezuela se hunda en el pantano comunista. ¡Haga algo urgentemente, por favor, cardenal!”.

Cada día un mensaje de las madres llorosas, ricas y católicas que residen en Miami, que tienen que atender a sus viejas o viejos convalecientes en Madrid o en París. Cada día el ruego de alguna matrona del Este de Caracas que ha sufrido en carne propia los desplantes dictatoriales del teniente coronel, y cuyos familiares pasan trabajo porque no consiguen fácilmente las divisas. “Urosa no hace nada”, “¡Qué decepción, Señor, la posición de Urosa quien no vela por los derechos de los colegios católicos!” El Comando de la Resistencia le ruega a Urosa: “Dé la cara, Cardenal…”.

Ahora las exigencias llegan del Norte, de la SIP: “¿Es que en Venezuela no hay una Iglesia católica valiente como la de Chile, como la de Nicaragua, México, Colombia o Argentina?”

Se quejan ante Urosa los empresarios: “Esperamos que este 2007, la Iglesia juegue un papel más decidido en defensa de la libre empresa, de los derechos humanos y de la libertad de expresión: Urosa, asuma su rol”.

Ahora Urosa sale en defensa de RCTV, y dice: "El país gana si hay medios diferentes y si hay una libertad completa de opinión", ante la decisión del presidente de no renovar la concesión a RCTV.

El cardenal Urosa no se acuerda de los pobres, no se acuerda de aquellos quemados con gasolina en diciembre del 2002, ni de las alarmas horribles provocadas por los medios para empujarnos a una guerra civil, ni mucho menos de los muertos en espantosas balaceras provocadas en marchas y contramarchas programadas por la CIA. Nunca dijo nada en su momento, cuando la Iglesia se negó, embanderada con la oposición fascista y criminal, a que hubiese navidades aquel año del 2002, y a que luego los estudiantes de los colegios católicos, los de la UCAB, regresasen a clases en enero, febrero ni en marzo (aunque no recibiesen clases de religión).

Urosa nunca dijo nada entonces, pero ahora sale en defensa de esos medios criminales; él quiere seguir oyendo a la Bicha cuando mienta con su boca infernal al “teniente coronel” y persista ese odio retinto y monstruoso en la calle, aunque ofenda a la mayoría del pueblo venezolano con sus vulgaridades, con sus inmundas chabacanerías. Urosa, no quiere perderse los programas de Granielito, las repugnantes telenovelas que propician la putería de la moda y de ese amor fatuo fundado sólo en el dinero entre las adolescentes como tampoco esas pautas comerciales y películas de terror y crímenes que de cristianas no tienen nada. A Urosa le duele el libre y salvaje mercado del capital, y por ello entre las primeras cosas que dice al comenzar el año nuevo de 2007 es exclamar: "aconsejo hacer un esfuerzo por buscar un entendimiento, porque el país gana si hay medios diferentes y si hay una libertad completa de opinión".

Urosa Savino exige en nombre de todos los ciudadanos que tengamos derecho a que se nos nombre la madre, a que se nos ofendan del modo más vil y degenerado a nuestro Presidente: en nombre de una información "diversa", “pues no es democrático que exista un solo punto de vista”, dice él.

Lo que más le estremece a Urosa en este instante, "es que se revise esa decisión que todavía no se ha ejecutado y que podamos contar con la existencia de un canal de tanta tradición e importancia como es Radio Caracas Televisión", indicó el prelado.

El cardenal Urosa planteó la posibilidad de buscar una solución negociada al tema de la concesión de RCTV, porque a él le consta lo honesto, lo justo, lo sagrado, lo trabajador, puro y católico que es Marcel Granier. Así estamos, ¿y así pretendemos seguir también este año?

No me la trago.


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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