Los escenarios de manuelito

A Chávez le dieron libertad porque necesitaban calmar los cuarteles y porque consideraron que el aislamiento al que lo habían sometido en Yare, lo había alejado del corazón del pueblo venezolano. Creían los oligarcas criollos y sus amos gringos que la incorporación al gobierno de unos traidores con antecedentes izquierdistas como Teodoro y Pompeyo, bastaría para adormitar a un pueblo que andaba en busca de una vaina.
Se equivocaron, como se equivocan en cada oportunidad que piensan por el pueblo. Chávez los arrasó en unas elecciones, convocó a una Asamblea Nacional Constituyente y modificó el Estado venezolano.
A pesar de la derrota, algunos abrigaban la esperanza de poder “domar” al líder de la revolución, como lo habían hecho con payasos como Gabriel Puerta, Andrés Velázquez, Julio Escalona, Teodoro y uno que otro farsante que en alguna ocasión se vistió de revolucionario. Mas Chávez bien temprano dejó en claro que su proyecto de país iba en serio.
Nueva constitución, cambio en la política petrolera, independencia en la política internacional, integración regional, tierras para los campesinos, eficiencia en la recolección de impuestos y modernización de las aduanas eran algunos de los objetivos que Chávez estaba dispuesto a alcanzar y que encendieron las alarmas en Washington.
Sin mucha originalidad, pero con abundantes dólares, la derecha más recalcitrante emprendió una campaña mediática, que tres años más tarde les sirvió para lanzarse al asalto con un golpe de estado, y apenas unos meses después al sabotaje petrolero.
Fracasaron en ambos intentos y aunque dejaron en condiciones delicadas la economía del país, ellos salieron debilitados políticamente, hecho que influyó en los resultados del referendo de 2004.
Esa derrota los dejó en condiciones similares a las que vivieron después del triunfo de Chávez en 1998, pero volverían por sus fueros, pues quienes pagan (los gringos) son pacientes y perseverantes en la búsqueda de sus objetivos.

La oportunidad de reagrupar sus fuerzas, se las brinda las elecciones presidenciales de este año. A ellas asisten, como de costumbre, con una carta bajo la manga. Saben que no tienen gente para derrotar a Chávez, pero intentarán, con los que envenenen, otra de las suyas.
Tres escenarios manejan simultáneamente en su plan de retoma del poder. Atrás quedaron los errores del golpe, del sabotaje petrolero y del referendo cuando sólo tenían el plan A.
Ahora trabajan en función de retirarse antes del 3D argumentando falta de condiciones; en la tesis del fraude que les abra el camino para desconocer el triunfo de Chávez, y en el trabajo legal de intentar construir un fuerte partido de oposición.
La posibilidad de que se retiren antes del 3D pierde fuerza en la misma medida que la campaña de manuelito despierta esperanza en sus seguidores. No la descartan del todo, pero saben que si las cosas no le salen bien, perderán otros tres años antes de reagrupar el odio contra el Presidente. La puesta en marcha de este plan, activaría una campaña internacional destinada a aislar el gobierno venezolano.
La tesis de hacer de un Nuevo Tiempo el principal partido de oposición, reagrupar todo el adecaje en él y enterrar las pretensiones de Primero Justicia; es un plan de largo aliento que requiere tiempo y esfuerzo; variables estas que no son del agrado de un buen sector de la oposición.
Queda entonces con la primera opción el grito de fraude. En ella se combina la participación de los sectores moderados y la de los violentos que siempre han pujado por una salida inconstitucional.
La estrategia la desnuda la campaña publicitaria de manuelito. Ella más que una invitación a votar y una solicitud de respaldo, es una campaña destinada a afirmar que le harán fraude y a incitar a seguidores a que se atrevan a retar al gobierno y a cobrar su supuesto triunfo.
A diferencia de lo ocurrido en el revocatorio, ahora piensan llevar su grito de fraude hasta las últimas consecuencias.
Inicialmente manejarán algunas encuestas para colocar al filósofo zuliano como virtual ganador; luego confirmarán el triunfo con los “exits pool”” y por último nombrarán un gobierno paralelo, cuya sede bien pudiera ser el Maracaibo.
De la misma manera que legítimamente López Obrador ha puesto en jaque al gobierno Mexicano, manuelito intentará arrinconar al gobierno de Chávez.
El Presidente le brindó respaldo a López Obrador y desconoció el triunfo de su rival. Esto lo obliga a ser cuidadoso en el tratamiento que habrá de darle a estos golpistas de oficio. De hecho, continuar con el antejuicio de mérito contra manuelito, es una acción que, ante este escenario, no sería bien vista internacionalmente.
El apoyo de los medios, de Estados Unidos y de algunos gobiernos serviles son elementos que contribuirían con la intención de desestabilizar el país y desatar una nueva crisis como la de 2002.

¿Cuál tiene que ser nuestra respuesta? Asumo que el gobierno tiene un plan que lógicamente no puede ser divulgado; pero nosotros los que amamos este país y no estamos dispuestos a aceptar el retorno de los apátridas al poder debemos en primer lugar salir a votar masivamente y obtener una victoria aplastante; debemos salir a votar vestidos de rojo, para que quede en evidencia nuestro triunfo; debemos denunciar la existencia del plan mencionado y debemos estar listo para defender en la calle nuestro triunfo.


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Alexis Arellano


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