El linaje de la Asamblea Nacional venezolana

Por un lado existe una Venezuela que transitó, desde el inicio de su vida republicana, las penurias heredadas de la invasión europea, los complejos de ser una sociedad esclavizada, y convencida de un discurso que catalogaba a sus habitantes como flojos, inútiles e improductivos; indígenas, negros, y españoles holgazanes que esparcieron en el suelo venezolano lo peor de esa sociedad; y, por otro lado, una Venezuela oligarca, los amos del Valle, los que amasaron la fortuna del rentismo petrolero, esta última estampa del país, retrata a los venezolanos que hoy engrosan las filas de la oposición venezolana.

    Esta oposición, esa parte del país, que existe, negarla sería un desatino, dirige las riendas de la Asamblea Nacional, hoy, en este espacio parlamentario se hace gala del buen gusto, como hace rato no se veía, atrás quedaron “por ahora”, los días en los cuales el Palacio Federal Legislativo se desbordaba de mujeres “desarregladas, sucias y sin maquillaje”, adjetivos utilizados por la señora Diana D’Agostino para definir a las mujeres chavistas.  En su lugar, desfilan por los pasillos del palacio, estilizadas figuras bien vestidas, y por si alguna o alguno se escapa al buen gusto, siempre estará rondando los pasillos el diputado Rolan Carreño, con licencia para encarrilar el desacato al glamour, por algo, este diputado condujo el tren editorial de la revista Hola, donde estuvo a cargo de mostrar al mundo la importancia del glamour, la elegancia y la sofisticación.

    Desde la instancia parlamentaria se proyecta el reflejo de las buenas familias venezolanas, dirigentes políticos bien casados, sucesores de los apellidos que conformaron y conforman la estructura de poder político, económico y social de Venezuela y que son la imagen criolla de las monarquías europeas o las familias poderosas al estilo gringo, lamentablemente idealizadas por venezolanos desclasados, que buscando parecerse a los que no son, terminan apoyando una política que se aleja de los sectores populares.

    Hoy por hoy, ésta Asamblea Nacional anuncia a todo trapo, por ejemplo,  la creación de la cátedra Andrés Rodríguez, fallecido recientemente ¿qué quién fue este personaje? Pues se trata nada más y nada menos que un empresario residenciado, él y su familia en Estados Unidos,  representante de la oligarquía venezolana, estudiado en la Universidad de Lynn, Florida, consejero de administración de Insmar Colombia y de Wendy´S Venezuela, ¿qué cuál fue su mérito?  Jinete y primer embajador de Venezuela en la asociación de caridad JustWord Internacional.

    Es así, como los actuales representantes del pueblo en el parlamento ofrecen una cátedra en su nombre, con preceptos de solidaridad, esfuerzo disciplina, en palabras textuales: apertura a los jóvenes a tener distintas perspectivas sobre su desarrollo dentro de la sociedad.

    ¿A qué Venezuela pertenece un personaje de tal estirpe?, sin lugar a duda a la  representada en la esfera política nacional por la actual oposición, que a toda costa quieren tomar en sus manos el control político, para nuevamente invisibilizar a los indígenas, negros y pobres que actualmente colman los supermercados, plazas, centros comerciales, calles y avenidas de las zonas pudientes caraqueñas,  borrando las fronteras físicas entre sus barrios y estas distinguidas urbanizaciones.

¿Será que la actual directiva de la Asamblea Nacional recordará en alguna cátedra los esfuerzos o triunfos obtenidos por venezolanos con apellidos no tan rimbombantes?

La caridad vs la solidaridad

    No se practicó durante el gobierno del Presidente Chávez la caridad, esa limosna circunstancial, fortuita y efímera que sólo busca tapar el sufrimiento ajeno, y que como bien lo dijo Galeano: se practica de arriba hacia abajo, humilla a quien la recibe y jamás altera ni un poquito las relaciones de poder. Muy por el contrario, el invicto Presidente Chávez y el gobierno del presidente Nicolás Maduros han ayudado a construir una sociedad de iguales, cambiando las estructuras establecidas. En contraposición a eso, la actual política de la oposición venezolana, especialmente la que emerge desde el Palacio Federal Legislativo, promueve la caridad mediática, la limosna, no alterando el orden establecido:  los pobres a un lado, los ricos al otro, te ayudo pero no me mezclo.

    Debemos evitara toda costa, regresar a medidas reformistas, solo los programas revolucionarios cambian las estructuras. Ante las actuales molestias que todos los venezolanos tenemos es bueno preguntarnos qué queremos como sociedad y qué se acerca a lo que realmente somos.



MARIALRAMOSM@GMAIL.COM



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