Sinceramente, desde anoche (6-12-16), Monseñor Claudio María Celli sorprendió con el parte final de la reunión de LA MESA DE DIALOGO. En mi caso particular, cuando anuncia que “mediadores pidieron a los a los Poderes Públicos abstenerse de tomar decisiones que pudieren incidir en las relaciones del diálogo”.
Como mero ciudadano venezolano, y más aún, como bolivariano militante comprometido con el proceso revolucionario en desarrollo, tal acción tanto del representante del Vaticano, como de los señores mediadores; con mi modesto conocimiento sobre la materia, me atrevo a decir, sin prejuiciarme, que están desubicados en la caracterización de los interlocutores del diálogo; lo cual les hace muy difícil atender la situación de manera transparente como lo exige el momento. En tal sentido pienso que han estudiado a los interlocutores en forma simplista sin precisar o definir suficientemente los objetivos tácticos y estratégicos de las partes en este compromiso. Al respecto refresco la memoria a los interesados:
El gobierno tiene en su contra una situación desestabilizadora promovida por los sectores de oposición, mediante planes criminales y fascistas que trascienden el marco jurídico en contra de los intereses colectivos del pueblo trabajador, con peligrosos niveles de abierto desacato constitucional e institucional que ponen en riesgo los intereses de la Nación. Salvo ciertas irreverencias en el discurso, el gobierno, desde el primer momento que la oposición pusiera en práctica sus planes violentos, busca afanosamente el diálogo con la oposición sobre la base del siguiente lema chavista: “ Dentro de la Constitución todo, fuera de la Constitución nada”.
La heterogeneidad de intereses en el arcoíris de partidos políticos, obligó en la MUD a una alianza de cuatro (4) para secuestrar a los demás y actuar en su nombre. Es la gente de estos cuatro partidos (AD-PJ-VP-ABP) quienes están presentes en la mesa de diálogo. Allí solo aprovechan conversar en bilaterales con los “mediadores” e incluso con Msr. Celli, las aberraciones políticas que tienen planteadas para que el gobierno les satisfaga: referéndum, elecciones adelantadas, salida de Maduro, libertad para los políticos presos, libertad para el “monstruo de Ramo Verde”, etc.
A juzgar por el diario accionar de la oposición, sobre todo el sector fascista de la MUD, jamás han estado interesados en diálogo, en razón según ellos, que esta actividad es un globo de ensayo de Maduro pretendiendo estabilizar su gobierno; y si bien, por estar involucrado el Papa Francisco, el sector medianamente institucional de la MUD está dispuesto a participar pero para aprovechar y desarrollar desde allí su táctica electorera; y también utilizar el escenario para decir desde ahí sus truculentas mentiras.
El ex presidente Samper representante del MERCOSUR plantea “un cese al fuego mediático, haciendo abstracción del hecho irrefutable de que es la derecha venezolana, la oligarquía, en correspondencia con “guerra mediática internacional” quienes desde que el COMANDANTE SUPREMO HUGO CHAVEZ llegó al poder no han cesado en el plan macabro y criminal de propiciar la caída de MADURO y la derrota de la revolución a como dé lugar.
Es por estos antecedentes que preciso anteriormente que me parece una novatería cómplice, lo que consciente o inconscientemente piden desde la mesa de diálogo los mediadores al PODER PUBLICO para que también desacaten –como la AN- sus funciones y dejen al pueblo trabajador desprotegido por el imperdonable error de satisfacer banalidades, caprichos y desafueros de una derecha convertida en ESCORIA POLÍTICA.
Amigos de la mesa de diálogo, representantes e interlocutores, “EL PODER ES PARA EJERCERLO”, no se puede distraer para satisfacer sugerencias bien o mal intencionadas de factores político-sociales que no se están comportando dentro del marco jurídico venezolano; por el contrario, buscan desestabilizar el país hasta ENTREGARLO AL IMPERIO.
